11 de febrero de 2015 | Andrew McChesney – Adventist Review | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos
El presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Ted N. C. Wilson, ha animado a los adventistas a ser embajadores de reconciliación y paz en Sudán del Sur, en donde un conflicto de todo un año ha causado que dos millones de personas abandonen sus hogares y ha motivado el establecimiento de un programa ADRA de grandes dimensiones.
El Pastor Wilson habló durante una visita de dos días al país más joven en el mundo, el cual obtuvo su independencia de Sudán en el 2011. El Pastor Wilson se encuentra en una gira por siete países, que comenzó en India y Tanzania y continuará en Ruanda el martes.
Recibió la bienvenida a Juba, capital del país, con un jubiloso desfile de centenares de Conquistadores y otros miembros de iglesia. Las mujeres involucradas en Ministerio de la Mujer lanzaron al aire un agudo sonido característico de la región utilizado para saludar a los invitados. La colorida multitud marchó desde el centro de la ciudad hasta los edificios de las oficinas locales de la Iglesia Adventista, bajo una temperatura de 45.5 grados centígrados.
El pastor Wilson le dijo a la multitud, que había venido especialmente a asegurarse de que se sintieran parte de la familia mundial de la Iglesia Adventista.
“No deseamos que se sientan separados y aparte”, dijo el presidente a través de un mensaje electrónico. “Están sumamente felices de ser parte de la gran familia de Dios: son personas maravillosas, amigables y fieles”.
El Pastor Wilson dirigió la atención hacia 2 Corintios 5, donde el apóstol Pablo señala que los creyentes son “embajadores de Cristo” y habla de cómo Dios “nos ha dado el ministerio de la reconciliación”.
“Comenté con ellos sobre su necesidad de ser embajadores de reconciliación y paz en Sudán del Sur, para traer paz al país”, dijo el Pastor Wilson.
Hizo también observaciones similares en una entrevista realizada el lunes a través de 94.0 Salvation FM, una estación radial que posee y opera la Iglesia Adventista en Juba.
Sudán del Sur ha estado envuelto en un conflicto étnico interno desde diciembre del 2013. El presidente del país y su rival llegaron el mes pasado a un acuerdo de poder compartido, pero queda aún por determinarse los términos del mismo.
De los dos millones de personas que han abandonado sus hogares durante el año pasado, un millón y medio de ellos permanece desplazado dentro de Sudán del Sur y el resto ha buscado refugio en países vecinos, de acuerdo a información de las Naciones Unidas. Un oficial de las Naciones Unidas, Valerie Amos, advirtió durante una visita a Juba, el lunes, que dos y medio millones de personas necesitan urgentemente ayuda de alimentos.
La Agencia de Desarrollo y Recursos Asistenciales tiene permanentemente establecida la obra relacionada con la salud en Sudán del Sur y, por causa del mencionado conflicto, ha hecho equipo con Naciones Unidas para proveer alimentos de emergencia a personas desplazadas internamente, dijo Imad Madanat, vicepresidente para programas de ADRA Internacional.
“La estación de las lluvias ha hecho casi imposible el acceso a poblaciones remotas con alimentos y cuidados médicos de emergencia”, señaló Imad Madanat en un mensaje electrónico. “La situación en Sudán del Sur es todavía extrema y nos estamos esforzando por llegar hasta las personas desplazadas, tanto como podamos”.
ADRA tiene a más de 350 empleados prestando servicios a 372,000 personas a través de varios programas, incluyendo programas de alimentación, dijo el Pastor Wilson. Pronto se van a añadir otros 50 empleados.
“Es probablemente el programa más extenso de ADRA en todo el mundo, dijo el Pastor Wilson después de asistir a una reunión especial de ADRA el lunes.
No está muy claro cuántas personas viven en Sudán del Sur. Los cálculos fluctúan desde ocho hasta 11 millones.
La Iglesia Adventista en Sudán del Sur cuenta a la fecha con 23,000 miembros que adoran a Dios como parte de 59 iglesias y 166 grupos.
En la estación radial 94.0 Salvation FM, el Pastor Wilson observó la ceremonia de colocación de la primera piedra, de un nuevo centro de comunicación que reemplazará un estudio pequeño usado por la estación radial.
Asistió también a la inauguración de nuevas casas de huéspedes en las instalaciones de la iglesia adventista –es difícil encontrar en la ciudad alojamiento decente— y a la colocación de la primera piedra de un nuevo templo que tendrá cabida para 4,000 personas.