Vista desde la plataforma hacia los dos mil adventistas que aguardaban la palabra de Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial, en Belmopán, Belice, el pasado 12 de marzo. Imagen de Ted N.C. Wilson.

13 de marzo de 2015 | Belmopán, Belice | Andrew McChesney, editor de noticias, Adventist Review

El alcalde de la ciudad más grande de Belice felicitó a la Iglesia Adventista por su trabajo en ese país centroamericano, y enfatizó su aprecio por la inmensa red de escuelas locales.

Darrell Bradley, alcalde de Ciudad de Belice, flanqueado por el vicealcalde, dio la bienvenida a Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial, y a su esposa Nancy, cuando llegaron al aeropuerto el jueves para dar inicio a un recorrido por seis países de la División Interamericana de la iglesia.

El alcalde Darrell Bradley (derecha), se encuentra con Ted N.C. Wilson (al centro), e Israel Leito en el aeropuerto. Israel Leito, presidente de la División Interamericana, está acompañando a los Wilson durante el recorrido.

«El alcalde expresó su gratitud por las muchas cosas que está haciendo la iglesia y, en especial, por el extenso sistema educacional de la iglesia en Belice», dijo Wilson a la Adventist Review el viernes.

La Iglesia Adventista cuenta con una sólida presencia educacional en este pequeño país de 341 mil habitantes que limita con México y Guatemala en el oeste y el Mar del Caribe en el este. Wilson dijo que cada año, entre trescientos a seiscientos estudiantes del sistema educativo son bautizados. La red educacional adventista incluye cuatro jardines de infantes, veinte escuelas primarias, cinco escuelas secundarias y un colegio terciario vocacional.

Casi una de cada ocho personas de Belice pertenece a la Iglesia Adventista, y un abrumador setenta por ciento de ellos son jóvenes.

«La gente conoce quiénes son los adventistas del séptimo día», dijo Wilson. «La Iglesia Adventista de Belice posee un espíritu de evangelización maravilloso y que entusiasma. Dios está bendiciendo el progreso de su obra».

Además de los líderes de la ciudad, Wilson fue recibido en el aeropuerto por un grupo de Conquistadores con sus uniformes y una delegación de directivos de la iglesia local, dirigidos por Dennis Slusher, presidente de la Unión de Iglesias de Belice. Los visitantes, que fueron acompañados por una escolta policial, condujeron hasta Belmopán, la capital del país, para un encuentro vespertino de dos mil miembros de iglesia.

Wilson instó a la audiencia reunida en un auditorio de la Universidad de Belice a que «sacudan a Belice para Cristo», haciendo eco de un llamado a la acción que ha usado en otros países en las últimas semanas.

El viernes, Wilson voló a El Salvador, donde pasará el sábado. El domingo será testigo del bautismo de más de dos mil personas en el Lago Nicaragua, después de la primera gran campaña de evangelización en ese país. También visitará Costa Rica y Panamá antes de culminar el viaje en una conferencia de libertad religiosa en Colombia el próximo 21 de marzo.

La Iglesia Adventista ha florecido en Belice, un refugio turístico y el único país de América Central en el que el inglés es el idioma oficial, desde que comenzó la obra en 1929. Sus 40.898 miembros se reúnen en 90 iglesias y 37 grupos. La iglesia también administra una clínica.

«Estoy muy entusiasmado por la feligresía dedicada de Belice», dijo Wilson. «Dios está usando a su pueblo de una manera maravillosa».

Traducción de Marcos Paseggi

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