17 de marzo de 2015 | Santiago, Cuba | DIA
La Iglesia Adventista de Cuba hizo historia gracias a los dos mil jóvenes que donaron sangre, llevaron a cabo chequeos de salud, y distribuyeron miles de libros en dos de los sitios más reverenciados de esa isla comunista.
Muchos de los jóvenes viajaron durante horas y por cientos de kilómetros para llegar a la ciudad de Santiago de Cuba y participar del evento en la Plaza de la Revolución, el lugar de las principales demostraciones del gobierno, y en el Parque Abel Santamaría, donde un levantamiento armado a comienzos de 1950 ayudó a dar inicio a la revolución del país.
«Este fue un logro sumamente histórico, porque es la primera vez que algo de esta magnitud es llevado a cabo de manera pública y oficial en sitios tan renombrados», dijo Ray Frómeta, director de ministerios jóvenes de la Asociación de Cuba Oriental, una de las entidades organizadoras del evento.
Frómeta, que es adventista de tercera generación, dijo que el acontecimiento significó un gran paso para la iglesia. A sus padres no se les permitió estudiar debido a sus creencias religiosas, y sus abuelos fueron llevados a juicio por no enviar a su madre a la escuela.
“Dios está haciendo cosas maravillosas aquí», dijo. «Esto muestra que los jóvenes adventistas de Cuba están viviendo en momentos históricos».
Algunas limitaciones aún están presentes en la obra de la Iglesia Adventista, pero se están abriendo las puertas para compartir aún más el mensaje de Cristo en Cuba, dijeron los líderes de la iglesia.
La Iglesia Adventista opera un seminario teológico en Cuba, y sus 31.530 miembros se reúnen en 323 iglesias y 144 grupos.
Las actividades formaron parte de la Convención de Jóvenes de la iglesia, que fue organizada por la Asociación Oriental y la Misión Oriental, que movilizaron a los jóvenes en esfuerzos coordinados con la sede de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) de Cuba.
Los líderes de la iglesia trabajaron en conjunto con los funcionarios de salud pública y la Cruz Roja para llevar a cabo el evento a fines del mes pasado en Santiago de Cuba, la ciudad más grande del país después de La Habana, la capital de esa nación. Santiago de Cuba tiene más de medio millón de habitantes.
Estudiantes de medicina adventistas y profesionales adventistas de salud establecieron puestos de salud que se enfocaron en permanecer sanos por medio del ejercicio, el agua, la luz solar, el aire fresco y otros remedios naturales. Los chequeos gratuitos de salud se encargaron de constatar la presión arterial, la respiración y los niveles de azúcar en sangre.
Gustavo Frómeta, director de salud pública de la provincia y sin parentesco con el director de ministerios jóvenes, agradeció públicamente a la iglesia por el programa comunitario de salud. El funcionario expresó que su dependencia estaba lista para «emprender cualquier programa conjunto que beneficie a la comunidad y contribuya a elevar la calidad de vida de nuestro pueblo».
El personal médico de un hospital cercano también expresó gratitud a la iglesia por los servicios de salud que se brindaron a la población de Santiago de Cuba.
Los jóvenes también distribuyeron unos cuatro mil ejemplares del libro para compartir titulado «Más allá de la imaginación», de John Templeton, Jerry Thomas y L. James Gibson. El acontecimiento atrajo la marcada atención de los transeúntes y de los medios.
«Muchos se acercaron simplemente para ver de qué se trataba toda esa conmoción», dijo Dayami Rodríguez, directora de comunicación de la Iglesia Adventista de Cuba. «Muchos líderes y periodistas locales cubrieron el evento».
Traducción de Marcos Paseggi