15 de marzo de 2015 | Caripe, Venezuela | Freddy Berroteran/DIA/Adventist Review
La Iglesia Adventista del Séptimo Día ha inaugurado su primer centro de vida sana en Venezuela, el que cuenta con sesenta camas, salas de masajes y una piscina para tratamientos de hidroterapia en una colina cubierta de bosques.
Las instalaciones, denominadas Centro Integral Adventista de Vida Sana, ofrecerán remedios naturales y medicina preventiva a la comunidad de más de 55 mil personas del lugar y, dijeron los líderes, sirve como testamento del poder de Dios de proveer de materiales de construcción en momentos de crisis económica.
«No podemos sino alabar a Dios por este milagro porque en tan solo un año, en medio de la peor crisis económica de Venezuela, cuando escasea el cemento, el acero, el vidrio y todo tipo de materiales de construcción, Dios cuidó de la construcción del centro cada día», dijo Josney Rodríguez, presidente de la Unión Venezolana Oriental.
«Fue la única construcción de toda la región que tuvo cemento y pudo completar la edificación», dijo en la ceremonia de apertura de las instalaciones amarillas de dos pisos en las afueras de la ciudad de Caripe, a unos 530 kilómetros al este de Caracas, la capital del país.
Más de 250 líderes, miembros y líderes de la comunidad se dieron cita para el histórico momento. El centro de vida sana cuenta con diez salas para pacientes y sesenta camas, un gimnasio de terapia física, una piscina para hidroterapia, las salas de masajes, las salas de espera, un comedor, y una sala de conferencias rodeada de trece hectáreas de inmaculados bosques.
«Este lugar representa el marco perfecto natural para todo aquel desee recuperar su salud», dijo Rodríguez.
El presidente de la iglesia en la región enfatizó que el centro cumple con los requisitos especificados en los escritos de salud de Elena G. White, una de las fundadoras de la iglesia.
Las instalaciones no solo servirán a las comunidades circundantes con atención de salud a bajo costo, sino que también capacitarán a médicos misioneros para que enseñen a prevenir las enfermedades y sobre remedios naturales en seminarios en las 814 iglesias y congregaciones adventistas esparcidas a lo largo y a lo ancho de la Unión Venezolana Oriental.
El territorio, que cubre desde Caracas hasta la frontera este de Venezuela con Guyana, ya cuenta con dos clínicas para pacientes ambulatorios, así como varias escuelas primarias y la Universidad Adventista de Venezuela, que opera con la Unión de Venezuela Occidental.
Israel Leito, presidente de la Iglesia Adventista en la División Interamericana, que incluye a Venezuela, instó al personal del centro en la apertura del pasado 26 de febrero a que conserven las características distintivas de su fe y que ayuden a ser una bendición para todos los que visiten la institución.
La financiación para el proyecto se inició en 2012, cuando los 144 mil miembros de la Unión Venezolana Oriental contribuyeron con una ofrenda especial de fin de año.
Rodríguez dijo que la espera para contar con un centro así ha sido mucho más larga.
«Durante más de 35 años, los miembros de iglesia han estado esperando para que la iglesia ofrezca un centro de vida sana», dijo.
Traducción de Marcos Paseggi