26 de abril de 2015 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Andrew McChesney, editor de noticias, Adventist Review
El presidente de la Iglesia Adventista en Nepal describió escenas de sufrimiento y pánico después de que un poderoso terremoto y múltiples réplicas durante el fin de semana mataron a más de 2200 personas y dañaron decenas de edificios, entre ellas, al menos cuatro iglesias adventistas.
Umesh Pokharel, presidente de la Sección de Nepal, un campo adjunto de la División Sudasiática, dijo que no se sabe que haya algún adventista herido como consecuencia del sismo de 7,8 grados, que sacudió el país alrededor del mediodía del sábado 25 de abril, mientras cristianos de todas las religiones se encontraban en el culto en diversas partes del país.
«Hasta el momento no tenemos conocimiento de que algún adventista haya perdido la vida», dijo Pokharel a la Revista Adventista el domingo. «Sin embargo, muchos cristianos fueron sepultados mientras estaban en el culto en sábado y fallecieron».
En Nepal, todos los cristianos van a la iglesia en sábado, porque es un día donde no se trabaja, a diferencia del domingo, que es un día laboral.
Pokharel dijo que cuatro iglesias adventistas fueron parcialmente destruidas. «Pero podría haber muchas más», expresó.
Los trabajadores de los servicios de emergencia aún estaban evaluando todo el impacto del sismo del sábado y de unas cien réplicas, lo que incluyó un temblor de 6,7 grados de magnitud el domingo por la tarde. El epicentro se produjo a unos ochenta kilómetros de Katmandú, la capital del país, y el número de muertos tan solo en la ciudad ha superado las setecientas personas, dijeron las autoridades locales.
«El sufrimiento humano quebranta nuestro corazón y nos motiva hacia una profunda simpatía por las miles de familias que han experimentado una pérdida», expresó Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial.
«Que esta sea una oportunidad de mostrar el ministerio de amor y compasión de Cristo en todo lo que hacemos, a medida que veamos que se producen más de este tipo de catástrofes que señalan la cercanía del regreso de Cristo», dijo en una declaración. (Lea la declaración completa más abajo).
La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales en el país ha desplegado trabajadores para que ayuden a las personas brindándoles alimentos y refugio, y su sede central en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos, decidió despachar un equipo de respuesta de emergencias.
ADRA también está trasladando dos mil lonas impermeables, y dos mil garrafas para combustible desde Dubai, dijo Natalia López-Thismón, vocera de ADRA Internacional.
«Nos concentraremos en brindar refugio a los que han perdido sus hogares», dijo. «Nos asociaremos probablemente con GlobalMedic para proyectos de agua potable, higiene y servicios sanitarios».
El hospital adventista de 150 camas en las afueras de Katmandú, el Hospital Scheer Memorial, se ha visto inundado con cientos de personas que buscan tratamiento médico.
“Gran dolor y pánico”
Más de cinco mil personas sufrieron lesiones como consecuencia del terremoto.
«La gente está pasando por mucho dolor y pánico», dijo Pokharel.
El presidente de la iglesia en el país agregó que muchas zonas no tienen ni electricidad ni agua, mientras que las redes de teléfono y de comunicaciones han quedado interrumpidas, y los caminos están tremendamente dañados.
Cuando llegó el terremoto, Pokharel se encontraba en una iglesia en Newari, una aldea en el Valle de Katmandú, a unos 20 kilómetros de la capital.
«Vimos con nuestros propios ojos casas que se desplomaban», dijo en un informe a la División Sudasiática. «Toda la gente salía de sus hogares, gritando y pidiendo a Dios que los perdonara por sus errores y los salvara».
Pokharel dijo que los geólogos había advertido durante años a los residentes del lugar y al gobierno nepalí de que tenían que prepararse para un posible sismo en el Valle de Katmandú, por lo que la catástrofe no los tomó enteramente por sorpresa». Pero las operaciones de rescate en el país se vieron complicadas por una falta de preparativos, de fondos y de coordinación entre el gobierno y las demás agencias, dijo.
El viaje de veinte kilómetros entre la aldea hasta Katmandú le llevó cuatro horas.
«Para cuando llegamos a casa, eran casi las 17.00 y todos los vecinos estaban afuera de sus hogares», dijo Pokharel. «Todos permanecimos bajo el cielo abierto y sentimos muchas» réplicas.
A lo largo de Nepal, la gente durmió al aire libre o en automóviles a manera de precaución, a pesar del clima frío y lluvioso del sábado por la noche.
La Iglesia Adventista tiene 8859 miembros que se reúnen en 106 congregaciones en Nepal, según las últimas cifras de la Secretaría de Archivos, Estadísticos e Investigaciones. El país, dominado por el hinduismo, tiene una población de 28 millones.
Qué se necesita ahora
Pokharel dijo que estaba buscando recuperar el contacto con todos los obreros de la iglesia en Nepal, para asegurarse de que tengan alimentos, ropas, tiendas, mantas y medicamentos.
«La Sección de Nepal necesita ayuda inmediata para suplir esas necesidades», dijo.
También dijo que estaba buscando detalles sobre los templos afectados por el terremoto y dando pasos para repararlos.
Al mismo tiempo, los feligreses de Katmandú se estaban preparando para alcanzar a los vecinos con ayuda e información sobre la preparación para un sismo.
«Katmandú es una zona de terremotos, y la iglesia siente que necesitamos iniciar un programa para crear conciencia», dijo Pokharel.
Pidió asimismo que los miembros de iglesia de todo el mundo oren por Nepal.
De su llamado se hizo eco T.P. Kurian, director de comunicaciones de la División Sudasiática, quien ha estado en contacto con la iglesia de Nepal.
«Solicitamos que todos oren por la gente de Nepal», dijo Kurian. «También necesitan ayuda y apoyo para recuperarse de los efectos del terremoto».
Dijo que la división estaba considerando que la Iglesia Adventista mundial y ADRA brindaran ayuda asistencial.
ADRA ha lanzado un urgente llamado para recolectar fondos para Nepal, pidiéndole a las personas que presionen en la sección «Donate» de su sitio web, ADRA.org.
Entre los primeros en contribuir estuvo Roger Hernández, director del departamento ministerial y de evangelismo de la Iglesia Adventista en la Unión Asociación del Sur, que abarca ocho estados en el sur de los Estados Unidos.
«Es bueno que oremos por Nepal. Pero no es suficiente», dijo en Twitter. «Por favor, piensen en apoyar @ADRAIntl porque se necesita más que tan solo oraciones”.
En un segundo tuit, agregó: «¿Y si inundamos Twitter y Facebook, diciendo: ‘Yo donó para Nepal’. El sufrimiento humano nos quebranta el corazón».
Traducción de Marcos Paseggi