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29 de abril de 2015 | Miami, Florida, Estados Unidos | Libna Stevens/DIA

El pastor Israel Leito, presidente de la Iglesia Adventista en la División Interamericana (al centro), habla a cientos de ministros no ordenados de todo el territorio, quienes fueron alentados para la tarea de preparar a las personas para la eternidad, durante un evento especial por Internet llevado a cabo en el día de hoy en la sede de la DIA en Miami, Florida, Estados Unidos. Junto al pastor Leito están los pastores Melchor Ferreyra (izquierda), director de ministerios personales de la DIA, y Héctor Sánchez (derecha), secretario de la asociación ministerial. Imágenes de Libna Stevens/DIA

Los principales líderes de la Iglesia Adventista en Interamérica enviaron un claro mensaje a unos 1500 ministros que aún no están ordenados y que están a cargo de cientos de congregaciones: sigan adelante en sus esfuerzos de preparar a las personas para la eternidad.

El mensaje fue dado durante un programa especial de dos horas que fue transmitido en vivo por Internet en la mañana de hoy desde la sede de la División Interamericana en Miami, Florida, Estados Unidos.

«Como pastores, tenemos esta oportunidad bendecida de preparar el camino para la venida del Señor al dedicarnos a alistar un pueblo», dijo el pastor Israel Leito, presidente de la Iglesia Adventista en Interamérica, en el comienzo del programa. «Tienen que preparar a la gente para que permanezca en el camino de Dios, y trabajar para que sigan allí».

Los líderes de la iglesia les recordaron a los pastores no ordenados –casi la mitad de los 3400 ministros empleados por la DIA– que su trabajo es clave para la expansión de la misión de la iglesia.

«Queremos que continúen con su compromiso de apacentar sus congregaciones y trabajar para ser ordenados y así tener una mayor efectividad en el ministerio», dijo el pastor Héctor Sánchez, secretario ministerial de la Iglesia Adventista en Interamérica.

El pastor Héctor Sánchez, secretario de la asociación ministerial de la DIA, dijo que unos 1500 ministros empleados por el territorio aún no han sido ordenados.

La mayor efectividad como ministros ordenados se debe a que pueden llevar a cabo bodas, bautismos y organizar y disolver iglesias, una tarea significativa para contribuir al rápido avance de la Iglesia Adventista en Interamérica, dijo Sánchez.

Dado que el número de miembros nuevos crece en Interamérica a un ritmo de unos 180 mil nuevos creyentes por año, es fundamental no retardar la obra y hacer que todos los ministros ordenados avancen juntos, explicó Sánchez.

Para llegar a ser un ministro ordenado, según se incluyen en los reglamentos de la iglesia en la DIA, después de que un estudiante de teología completa su capacitación en el seminario, tiene un período de dos años en el que trabaja bajo la supervisión de un pastor mentor, añadió Sánchez.

«Tiene que existir una clara evidencia de su llamado, compromiso con Dios y la iglesia durante ese período inicial», expresó Sánchez. «Después de que el ministro demuestra el compromiso con el llamado, se le asigna una o dos congregaciones dentro de un distrito, donde es supervisado y evaluado durante los siguientes dos a cuatro años, después de lo cual, su nombre puede ser recomendado para la ordenación. Los ministros son supervisados por el líder ministerial de la región local de la organización eclesiástica.

«Así es cómo debería progresar en proceso en su versión ideal», dijo Sánchez. Sin embargo, debido al número limitado de pastores que ministran a más de veinte mil iglesias y congregaciones, a veces muchos ministros son pasados por alto y su ordenación se ve retrasada, explicó.

Los líderes no están seguros de cuántos de esos 1500 ministros se encuentran en su primer período de evaluación, en esos cuatro a seis años antes de que se recomiende su ordenación, o simplemente si algunos de ellos han trabajado durante más de diez años pero aún tienen que ser ordenados.

De cualquier manera, dijo Sánchez, «esto nos preocupa, y queremos que esa cifra disminuya».

El pastor Roberto Herrera recordó a los ministros de su función a la hora de capacitar y equipar a los miembros para que cumplan con la misión de la iglesia.

Durante el evento por Internet, el pastor Leito expresó su preocupación, y dijo que justamente en el día de ayer, la comisión de jubilaciones de la DIA aprobó la jubilación de un individuo cuyo registro de servicio muestre que estuvo ordenado durante al menos 18 años.

El programa en línea también estuvo dirigido a los líderes de la iglesia en las 24 regiones principales del territorio, como un llamado para que se esfuercen más por evaluar y garantizar de que no pasen más de siete años antes de que el ministro sea ordenado, dijo Sánchez.

«Por supuesto, la ordenación no es un derecho», dijo el pastor Leito. «Pero si en siete años el ministro no ha dado evidencias del compromiso con el llamado, quizá necesita buscarse otra ocupación».

Aunque la ordenación no representa un beneficio adicional automático, los ministros necesitan tener muy en claro su misión de guiar, alimentar y equipar a los miembros para que estos compartan las buenas nuevas de la salvación, dijeron los organizadores.

«Si queremos iglesias sanas y que crezcan, siempre tenemos que ayudar a los miembros para que crezcan», dijo el pastor Herrera, director de asuntos públicos y libertad religiosa de la DIA. «Como ministros, necesitan preguntarse: ‘¿Con quién estoy comprometido?’ El compromiso tiene que ser con Dios, con la clara misión de ser educadores para la iglesia».

Después de un compromiso de todo corazón con Dios, la familia debería venir en segundo lugar, dijo Leticia De Los Santos, coordinadora de las esposas de ministros (SIEMA) en la División Interamericana.

«No solo tienen que estar comprometidos con la iglesia sino con su esposa, porque su familia tiene que ser una prioridad», dijo De Los Santos. El problema se produce cuando después de Dios, los ministros se dedican a sus congregaciones y descuidan a sus esposas y familias. «Los desafío para que mantengan a Dios en primer lugar, y entonces a su familia, y después a la familia de la iglesia, en ese orden, y así alcanzarán el éxito en el ministerio».

Leticia De Los Santos instó a los ministros a que se aseguren de tener en claro el orden de prioridades: primero Dios, en segundo lugar la familia, y entonces la familia de la iglesia.

Se recordó también a los ministros que tengan en claro la misión de contribuir al crecimiento del número de miembros de la iglesia, y de conservar a los miembros alcanzados. «Tienen que establecer objetivos, preparar e involucrar a los miembros para los esfuerzos de evangelización, capacitarlos para la obra misionera, de manera que ustedes puedan avanzar con la tarea de visitar a los feligreses y cumplir con sus responsabilidades pastorales», dijo el pastor Balvin Braham, director ministerial asociado de la DIA.

Los ministros de la Unión del Caribe Atlántico y de la Unión Mexicana Interoceánica compartieron testimonios de sus ministros y formularon varias preguntas en línea.

Las preguntas recibidas durante el programa se refirieron a cómo hallar un equilibrio entre las sobrecargas del ministerio y la familia, los prerrequisitos de un ministro para ser ordenado, y cómo utilizar a los miembros para la misión de la iglesia, entre otros temas.

El pastor Sánchez dijo que los principales líderes de la iglesia seguirán dialogando con los ministros, y trabajarán para capacitar a los líderes ministeriales para que supervisen a los ministros que aún necesitan ser ordenados en todo el territorio de la DIA antes de fines de este año.

El programa ministerial fue uno de dos eventos dirigidos a los ministros no ordenados y a los estudiantes de teología próximos a graduarse esta semana, como parte de las actividades programadas durante la celebración del Año del Pastor durante el año en curso.

Si desea ver el evento en línea de dos horas dedicado a los ministros no ordenados, presione AQUÍ

Traducción de Marcos Paseggi

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