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5 de julio de 2015 | San Antonio, Texas, Estados Unidos | Sandra Blackmer/ANN

Los «100 Días de Oración», una iniciativa de la Asociación Ministerial de la Asociación General que se llevó a cabo desde el 25 de marzo hasta el 11 de julio, buscó un derramamiento del Espíritu Santo entre los miembros de iglesia y una anticipación de las bendiciones de Dios en el Congreso de la Asociación General.

El objetivo es continuar con este impulso por medio del programa «Unidos en Oración».

«Estamos viviendo en momentos muy serios y necesitamos buscar a Dios más fervientemente en oración», dijo Melody Mason, coordinadora de voluntarios para los «100 Días de Oración. «La inspiración nos dice que ya hemos recibido una medida del Espíritu Santo, pero que continuamente tenemos que pedir más. Queremos animar a nuestros miembros de iglesia a que sostengan los brazos de nuestros líderes y que también se cubran unos a otros».

La nueva iniciativa, «Unidos en Oración», será lanzada en el Congreso de la Asociación General.

Sigue así en el camino marcado por los «100 Días de Oración», y sigue incorporando el plan 777 (que invita a orar a las 7.00 y a las 19.00, los siete días a la semana) y «10 Días de Oración», programas en los que cientos de miles de personas de todo el mundo han participado. Pero fomentará un enfoque más amplio que brindará apoyo para tanto una comunidad de oración personal e interactiva. Los participantes podrán compartir y recibir testimonios, pedidos de oración, mensajes inspiradores y recursos prácticos de oración. El objetivo expreso es «orar cada día con el pueblo de Dios y ver la obra de Dios».

Los participantes en los «100 Días de Oración» entrarán automáticamente en el programa «Unidos en Oración» a menos que tomen la decisión de borrarse de la lista. Otros pueden firmar en línea en el módulo de la Sala de Exhibiciones, o seguir el programa del próximo 10 de julio por la noche dirigido por el evangelista Mark Finley y enfocarse en la oración.

Se anima también a los delegados al congreso y a otros asistentes que pasen por la Sala de Oración, en la Sala de Reuniones F, en el Alamodome, entre las 8.00 y las 20.00 todos los días, donde culminarán los diez días finales de la iniciativa de oración.

Numerosos informes sobre el crecimiento espiritual y una mayor unidad dentro de las congregaciones han surgido como resultado de los «100 Días de Oración», lo que incluye a algunos de los delegados al congreso que dicen que han sido convencidos de su necesidad de caminar más cerca del Señor como resultado del énfasis diario en la oración y los devocionales.

«Hemos estado orando por eso», dijo Mason.

Unas 6500 personas se apuntaron en línea para recibir los devocionales y recursos diarios; muchos compartieron los recursos con las congregaciones de la iglesia local. Otras dos mil personas están visitando cada día el sitio web 100daysofprayer.org.

“Los materiales han llegado hasta más personas de las que podemos contar y hacer un seguimiento», dijo Mason.

La Comisión de Reavivamiento y Reforma de la Asociación General, que abarca a líderes de casi cada departamento de la Asociación General, desarrolló y refinó la oración y otras iniciativas de la sede central de la iglesia.

«Ha sido asombroso ver todo lo que el Señor ha hecho en el mundo por medio de las oraciones unidas de su pueblo», dijo Janet Page, secretaria asociada de la Asociación Ministerial de la Asociación General para las familias de los pastores y líderes de todos los programas y actividades de oración. «La Palabra de Dios y el espíritu de profecía nos dicen que lo que necesitamos es un reavivamiento de la verdadera piedad, y eso solo se produce en respuesta a la oración».

Muchas respuestas a la oración y relatos de vidas transformadas han sido publicadas en el sitio web de los «100 Días de Oración». Una participante habló de la renovada esperanza y el poder de enfrentar los desafíos de la vida, diciendo que los «100 Días de Oración» «fueron una cuerda salvavidas para mi alma moribunda y zozobrante».

«En un comienzo, no estaba seguro si leer haría una diferencia con todo el dolor que tenía, pero Dios se hizo cargo cada día», escribió. «Un día me desperté y me di cuenta que el peso que cargaba había desaparecido; ¡Dios me quitó todas las cargas! El Señor me enseñó a confiar en él… [y] me dio palabras de consuelo y la seguridad de que él responde las oraciones. No soy la misma mujer que era antes de los ‘100 Días de Oración'».

Un coordinador del equipo de oración de una iglesia local describió de qué manera consiguió apoyo para el programa de parte de su pastor y otros miembros de iglesia, que desde entonces han llevado a cabo tres sesiones de oración por día. El grupo ha estado experimentando «una comunión maravillosa, y ha visto la respuesta a muchas oraciones», dijo.

Mason dijo que la obra del Espíritu Santo ha quedado evidente también entre los líderes de la sede central de la Iglesia Adventista en Silver Spring, Maryland, y que la «unidad» y un «dulce espíritu» se han destacado de manera distintiva en los Concilios Anuales y los Concilios de Primavera.

«He visto de primera mano que las oraciones hacen una diferencia», dijo. «Nos esperan momentos aún más cruciales, y necesitamos que Dios nos ayude a pasarlos, por lo que tenemos que seguir orando».

Si desea saber más o llegar a ser un participante de «Unidos en Oración», visite 100daysofprayer.org o revivalandreformation.org.

Traducción de Marcos Paseggi

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