28 de julio de 2015 | Loma Linda, California |personal de Adventist Review, con noticias proporcionadas por LLUMC
Una paciente de trasplante de riñón celebró 30 años más de vida con notas de alabanzas a Dios y al médico que la operó en 1985 en el Centro Médico de la Universidad Loma Linda, perteneciente a la Iglesia Adventista.
Karen Gwaltney, de 58 años, se reunió con el médico, Roger Hadley, durante un emocional encuentro en el Instituto de Trasplantes de la Universidad Loma Linda, en Loma Linda, California.
“Dios ha estado conmigo a través de esta jornada”, dijo la ex paciente Gwaltney. “Si no tuviera a Dios en mi vida, no sé realmente dónde estaría”.
Karen Gwaltney había estado en lista de espera por un riñón durante casi un año, cuando recibió una llamada telefónica comunicándole que habían encontrado un donador. Recibió su riñón de parte de un donador que no había podido sobrevivir a un accidente en su motocicleta. Esta operación que le salvó la vida, se realizó el 4 de julio de 1985.
Un riñón procedente de un donador fallecido funciona generalmente durante ocho a doce años, de acuerdo con el Centro Médico de la Universidad Loma Linda. Karen Gwaltney sobrepasó significativamente tales expectativas al no experimentar ninguna complicación en su trasplante de riñón.
Al Dr. Hadley, decano actual de la Escuela de Medicina de la Universidad Loma Linda, le emocionó el reencuentro con su ex paciente.
“Todos los cirujanos llevamos a cabo cirugías todo el tiempo, pero no siempre tenemos la fortuna de saber lo que ocurrió con nuestros pacientes con el correr del tiempo”, dijo en el encuentro que se llevó a efecto en una reunión del grupo de apoyo de pacientes con problemas de riñón, en dicho instituto.
Jennifer Nakamura, una trabajadora social clínica del equipo de trasplante de riñón de la Universidad Loma Linda, hizo los arreglos para la sencilla ceremonia. Pre y post pacientes de trasplante de riñón se reúnen una vez al mes en el grupo de apoyo para tales pacientes, el cual se inició en la década de 1980. En él comparten sus experiencias, hacen preguntas y son educados por parte de médicos y otro personal.
Karen Gwaltney, residente de Cherry Valley, California, le dijo al mencionado grupo de apoyo en el instituto, que nunca había conocido a la familia del donador, pero que les había enviado una carta expresándoles su gratitud.
Karen le mostró al Dr. Hadley un álbum bien documentado de su vida a través de fotos de su familia y amigos. Tenía también fotografías del Dr. Hadley y de su equipo de trasplante, recortes de noticias y recuerdos personales de su vida desde tal trasplante.
Dijo el Dr. Hadley que le causaba gran regocijo ver a su ex paciente tan feliz y saludable, después de pasado tanto tiempo. Antes de partir, se tomó una “autofoto” con su paciente Karen Gwaltney y la exhibió a través de Instagram, contando con su permiso.
“Este ha sido para mí el momento más memorable del año”, le dijo al grupo de apoyo de pacientes de trasplante de riñón. “Gracias”.