Un misionero procedente de Sudamérica orando durante un programa dedicado al servicio en el Oriente Medio, en febrero de 2015. (Chanmin Chung / MENA)

11 de octubre de 2015 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Andrew McChesney, editor de noticias, Adventist Review (Revista Adventista)

En 1960, aproximadamente el 54 por ciento de todos los adventistas del séptimo día vivían en África, Asia y América Latina.

Hoy día, la membresía de la iglesia en el así llamado Sur Global, ha llegado a 16.9 millones, equivalente al 92 por ciento del total de feligresía de la iglesia mundial.

Pero los cambios más grandes no terminan aquí, dijo el secretario ejecutivo de la iglesia adventista mundial, G.T. Ng, el domingo, al presentar su informe anual de secretaría ante el Concilio Anual.

China tiene ahora más miembros adventistas que toda Europa, añadió. Más adventistas viven en Zambia, que cuenta con una población de 15 millones, que en el Oriente Lejano y la región norte de África, que cuenta con 519 millones de habitantes. Brasil tiene más adventistas que el Reino Unido, Canadá y los Estados Unidos juntos.

“Vemos claramente que el centro de gravedad demográfico de nuestra iglesia ha definitivamente cambiado”, dijo el secretario Ng a los dirigentes de la iglesia y miembros laicos durante la sesión de negocios del Concilio Anual en las oficinas principales de la iglesia mundial en Silver Spring, Maryland.

G.T. El secretario Ng mostrando la membresía por divisiones durante su informe anual el domingo. Imagen por Brent Hardinge / ANN

Como resultado, continuó diciendo, “países a donde anteriormente eran enviados misioneros occidentales, están enviando ahora sus propios misioneros a varios continentes y más allá”.

Este cambio en el centro de gravitación demográfica significa que la iglesia, fundada por un pequeño grupo de estadounidenses en 1863, enfrenta nuevas realidades globales mientras su feligresía se aproxima a los 18.8 millones, dijeron los dirigentes de la iglesia mundial.

La membresía de la iglesia llegó hasta los 18,778,932 el 30 de junio de 2015, a partir de los 18,479,750 que tenía el 31 de diciembre de 2014, señaló ante el Concilio Anual David Trim, director de la Oficina de Archivos, Estadística e Investigación de la iglesia mundial. El número de congregaciones —que incluye iglesias y grupos organizados, aumentó a 149,850, de los 148,023 anteriores durante el mismo periodo de seis meses.

El secretario Ng, quien utilizó su informe de secretaría el año pasado para sonar la alarma respecto a retención de miembros, dirigió una mirada a fondo este domingo a la necesidad de la iglesia adventista de penetrar con el evangelio en regiones difíciles del mundo. Alentó a los miembros de la región Norte más pudiente, a continuar contribuyendo financieramente a la obra misionera, pero dijo que la búsqueda de personal para tal misión dependería cada vez más del Sur.

Estados Unidos y Europa han estado enviando misioneros ya por mucho tiempo al resto del mundo, un papel que el secretario Ng dice que continúa siendo vital para la misión mundial. Aproximadamente la mitad de los misioneros a largo plazo y de los empleados de interdivisión proceden actualmente de los Estados Unidos.

Pero mientras el secularismo y otros factores han hecho menguar el crecimiento en el norte, los dirigentes adventistas en esos países están por supuesto más interesados en invertir en la evangelización en casa, que en enviar fondos y energía al extranjero, explicó el secretario Ng.

“Dado el inmenso reto de la evangelización en un contexto post secular, es justificable que el Norte dirija más de sus preciosos recursos a su constituyente doméstico”, dijo.
Pero, hizo notar, la cofundadora de la Iglesia Adventista, Elena G. White, dice claramente que los miembros de iglesia no tienen la opción de elegir entre misión doméstica y misión extranjera, porque el sostenimiento de las misiones extranjeras es esencial para la sobrevivencia de la misión doméstica.

“La prosperidad del trabajo local depende en gran medida, bajo la dirección de Dios, de la influencia que se refleja a través la obra evangélica realizada en países lejanos”, añadió el secretario Ng, leyendo de Testimonios para la iglesia, tomo 6, p. 36, de Elena G. White.

“Los Estados Unidos han sacrificado mucho al enviar misioneros y fondos monetarios a tierras extranjeras”, dijo. Este espíritu de abnegado sacrificio en favor de la misión extranjera ha tenido una ‘influencia refleja’ en la misión doméstica. La prosperidad de una ha elevado la prosperidad de la otra”.

Viendo hacia adelante, el secretario Ng dijo que los miembros de iglesia del Sur van a necesitar cada vez más ayudar en la proclamación del evangelio en regiones tales como el Oriente Medio y el Norte de África. Ciertamente, hay misioneros viajando ya a esas regiones. Más temprano en el año, la División Sudamericana de la iglesia envió a 17 misioneros a la Unión del Oriente Medio y Norte de África por periodos de cinco años, a los cuales está patrocinando. Además las universidades adventistas en Latinoamérica están entrenando estudiantes para que vayan de misioneros a tales regiones del Oriente Medio y Norte de África.

El secretario Ng aplaudió la gestión de la Oficina de Misión Global de la iglesia adventista mundial, la cual está celebrando su 25º aniversario este año, por su robusta labor en el establecimiento de nuevas congregaciones en zonas antes no penetradas y entre nuevos grupos de personas del mundo.

Pero toda la alabanza por el esparcimiento del evangelio pertenece a Dios, dijo. Es solamente “Dios que da el crecimiento”, dijo, citando 1 Corintios 3:7.

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