Los veganos difieren de los seguidores de otras dietas de alimentación al consumir más frutas, vegetales, nueces y productos de soya. Imagen Pixabay

12 de enero de 2016 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Andrew McChesney, editor de noticias, Adventist Review

Los hombres que consumen una dieta vegana tienen un tercio menos de probabilidades de desarrollar cáncer de próstata, de acuerdo con un nuevo estudio realizado por Loma Linda University Health.

El estudio, publicado en la edición de enero de la American Journal of Clinical Nutrition (Revista Americana de Nutrición Clínica), encontró una reducción de riesgo tanto en varones de raza blanca como de raza negra que practicaron el veganismo -una dieta sin carnes, productos lácteos y huevos.

“Si ya eres un varón vegano, alégrate de que tendrás un riesgo mucho menor de contraer cáncer de próstata”, dijo el Dr. Gary Fraser, director del estudio, a la Revista Adventista, el martes. “Si no eres vegano, ten presente que la dieta lacto-ovo-vegetariana y la dieta pesco-vegetariana (que incluye pescado), no dio ninguna evidencia de protección al compararse con la de adventistas no vegetarianos”.

Este estudio, que representa un nuevo análisis de 26,346 hombres que participaron en el relevante Adventist Health Study-2 (Estudio sobre Salud Adventista -2), examinaron la correlación existente entre el cáncer de próstata y las dietas de alimentación seguidas por hombres que consumían carne (no vegetarianos), lo que consumían un poco de carne (semi vegetarianos), los que consumían productos lácteos y huevos, pero no carne (lacto-ovo vegetarianos), los que consumían solamente pescado (pesco-vegetarianos), y los que no consumían productos de origen animal (veganos).

Los veganos difieren de los seguidores de otras dietas de alimentación al consumir más frutas, vegetales, nueces y productos de soya. Otra diferencia importante es que no consumen productos lácteos ni huevos.

“Así que sería razonable procurar minimizar el uso de productos lácteos y maximizar el consumo de frutas, vegetales, nueces y soya — particularmente si hay una historia familiar de cáncer de próstata”, dijo el Dr. Fraser.

Pero advirtió que “este mensaje acerca de los productos lácteos es hasta este momento solamente una deducción lógica, en vez de un resultado”.

Añadió que su equipo tiene planes de muy pronto poner directamente a prueba este mensaje e informar al respecto.

El cáncer de próstata es el segundo tipo de cáncer más común entre los varones y responsable por un 27 por ciento de todos los casos de cáncer entre los hombres, de acuerdo con la Sociedad Americana del Cáncer.

Pero los hombres adventistas sobre los que se basó el estudio experimentaron aproximadamente un tercio menos de incidencia de cáncer de próstata si eran veganos, dice el estudio de Salud, de la Universidad de Loma Linda, una institución adventista situada en el sur de California.

“En total, se identificaron 1,079 incidencias de casos de cáncer de próstata. Aproximadamente un ocho por ciento de la población que cubrió el estudio, se manifestó como seguidora del veganismo. Las dietas veganas mostraron estadísticamente una relación en cuanto a protección contra el riesgo de cáncer de próstata”, dice el resumen del estudio publicado en la Revista Americana de Nutrición Clínica.

No es todavía clara la precisa relación entre la dieta de alimentación y el cáncer de próstata.

“Siendo que la gente no consume alimentos individuales, sino combinaciones de alimentos, la evaluación de los patrones dietéticos puede ofrecer valiosa información para determinar las asociaciones entre la dieta de alimentación y el riesgo de cáncer de próstata”, declaró Loma Linda University Health, via e-mail, en un comunicado.

Pero otros estudios recientes han encontrado una correlación entre el consumo de carne y el cáncer.
Un análisis del Adventist Health Study-2, publicado en la revista JAMA Internal Medicine, en marzo de 2015, mostró que la dieta vegetariana puede reducir el riesgo de contraer cáncer colorrectal en un 22 per ciento. Otros estudios previos en el Adventist Health Study-1 vinculaban el consumo de carne con un riesgo mucho mayor de contraer cáncer colorrectal.

La Organización Mundial de la Salud hizo noticia internacionalmente el otoño pasado, al declarar el consumo de carne roja y carne procesada como un factor de riesgo de contraer cáncer.

Cuando se le preguntó al Dr. Fraser si la gente debería cambiar su dieta de alimentación en respuesta a un aumento creciente de investigaciones que asocian el consumo de carne y el cáncer, dijo: “El vegetariano podría muy bien contentarse con permanecer siéndolo y, para el no vegetariano, sería sabio considerar el hacer un cambio”.

Pero en cuanto a los productos lácteos, pareciera haber mensajes mixtos, por lo menos en lo que concierne al cáncer, dijo.

“Existe relativamente fuerte evidencia de que el consumo de productos lácteos podría estar asociado con un riesgo menor de contraer cáncer colorrectal”, añadió. “Esos son resultados procedentes de otros estudios”

El Dr. Peter N. Landless, director del departamento de Ministerio de Salud de la Iglesia Adventista mundial, dijo que el resultado del último estudio no era realmente sorpresivo.

“Existe fuerte evidencia que apoya los muchos beneficios de una dieta equilibrada basada en productos de origen vegetal”, dijo el Dr. Landless en una declaración. “Es interesante y emocionante notar las diferentes propiedades de protección en las diferentes dietas de alimentación, aun entre las varias así llamadas dietas vegetarianas (totalmente vegetariana o vegana, lacto-ovo vegetariana y pesco-vegetariana).

“Observamos protección estadísticamente significativa contra el cáncer de próstata en el grupo de veganos de raza blanca del AHS2, con una tendencia no significativa entre los veganos de raza negra, y lidiamos con el beneficio protector del consumo de lácteos en relación al cáncer colorrectal. Los epidemiólogos y expertos en estadística están enfrentando casi tantas preguntas como respuestas generadas por varios estudios. No hay duda de que una dieta libre de carne es más saludable que una que la incluya. Por mucho tiempo hemos recomendado que los productos lácteos deben usarse con suma moderación y como condimento, como lo eran”.

El Dr. Landless posó incluso la pregunta lógica que muchos esperarían: “¿Por qué no simplemente recomendar una dieta vegetariana total para todos?”

“Los seres humanos dependen de fuentes dietéticas de vitamina B12; pero en muchas partes del mundo, los productos lácteos son la única fuente de esta esencial vitamina para los vegetarianos”, dijo el Dr. Landless. “Cuando la vitamina B12 está disponible y es económicamente accesible, la dieta vegetariana total es muy saludable. Insto a todas las categorías de vegetarianos a suplementar su consumo de vitamina B12, aun en forma más intencional al aumentar de edad, cuando los procesos de absorción de esta vitamina se vuelven más lentos. El estudio presente se basa en la población de los Estados Unidos, aunque los resultados pueden muy bien extrapolarse a la población global (personas de raza blanca y negra, como se especificó antes), pero no las circunstancias socioeconómicas”.

El Dr. Landless resumió su respuesta al nuevo informe de Salud de la Universidad de Loma Linda, de la forma siguiente: “Como recomendación general, creemos que es seguro y saludable consumir una dieta vegana bien equilibrada (suplementada); instamos a quienes consumen productos lácteos a hacerlo con suma moderación y a usar preparaciones sin grasas o bajas en grasa. Deseamos subrayar que lo óptimo es una dieta balanceada, con productos de origen vegetal. Instamos firmemente a utilizar suplementos de vitamina B12 como se explicó anteriormente. Estas recomendaciones son ambas para hombres y mujeres. Esperamos ansiosamente más respuestas a través del desarrollo de las investigaciones.

El Adventist Health Study-2, que encuestó a personas adventistas en los Estados Unidos y Canadá, es un estudio especial relacionado con la salud vegana. Es el estudio más grande de seguidores del veganismo en el mundo, con aproximadamente 8,000 participantes. Es también un estudio especial en cuanto a la investigación del consumo de productos lácteos. Ningún otro estudio tiene tan amplio espectro de consumo, desde cero (los veganos), a bajo consumo (los lacto-ovo vegetarianos) hasta consumos “normales” (los adventistas no vegetarianos).

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