19 de marzo de 2016 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Andrew McChesney, director de noticias, Adventist Review
El Día Mundial de la Juventud se inició en 2013 con la esperanza de que la decisión de apartar un sábado por año para que los jóvenes adventistas participaran de obras comunitarias los animara a ser más activos a la hora de compartir el evangelio.
Ese objetivo se hizo realidad más allá de las expectativas, porque cientos de miles de jóvenes sorprendieron a los veteranos organizadores este 19 de marzo al hallar nuevas maneras para decir: “Yo soy el sermón”, como lo expresa el lema de este día especial y, acaso lo que resulta más significativo, hacerse responsables de su fe.
Un número sin precedentes de jóvenes ayudó a organizar actividades locales durante el cuarto evento anual, y muchos jóvenes participantes que aparecieron en una transmisión especial en vivo de 24 horas en el Canal Hope de la Iglesia Adventista, dijeron que estaban esforzándose por satisfacer las necesidades de la comunidad no solo en el Día Mundial de la Juventud sino también todos los días del año.
“En realidad, son los jóvenes los que están impulsando el programa”, dijo Gilbert Cangy, el arquitecto del Día Mundial de la Juventud y director de ministerios jóvenes de la Iglesia Adventista mundial. “Nuestra visión de ver que los jóvenes están motivados de manera activa para esparcir el evangelio se está volviendo una realidad”.
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Cangy, que habló por teléfono desde el estudio del Canal Hope en Alemania, donde fue el conductor de la transmisión de 24 horas, expresó su satisfacción por el número de jóvenes de entre 16 y 25 jóvenes que estaban compartiendo sus actividades al aire desde Australia, Kenia y otros países.
“Lo que me ha resultado impresionante este año es que estamos viendo una participación más joven desde la perspectiva del liderazgo”, dijo.
“También hay una tendencia a no enfocarse tan solo en el ministerio del día”, dijo. “Hemos estado diciendo que el Día Mundial de la Juventud no es tan solo una oportunidad de participar en actividades de compasión durante un día, sino convertirse en una plataforma para un estilo de vida de servicio. Es lo que se está produciendo ahora”.
No estaba claro cuántos jóvenes se encontraban participando en el Día Mundial de la Juventud en sábado, pero indicaciones preliminares señalaron que la cifra sobrepasaría el récord establecido en 2015, con unos cinco millones de jóvenes. Se espera también que el número de países participantes sea superior al de los 132 presentes en año pasado, con varios países nuevos este año tales como Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón, naciones del Pacífico Sur con una sólida presencia adventista.
“Twitter y Facebook están en gran ascenso en comparación con el año pasado”, dijo Cangy.
Las etiquetas asociadas con el Día Mundial de la Juventud fueron tendencia en los medios sociales en algunos países. En Perú, #gyd16 y #compasion eran tendencia en Twitter para el fin de la mañana.
La expansión de la presencia de los medios sociales se produjo a pesar de un fallo técnico en la aplicación especial del Día Mundial de la Juventud, que impidió que los participantes publicaran en las versiones de otros idiomas con excepción del inglés. Los usuarios tuvieron que publicar sus videos en inglés y entonces volver a cambiar a sus idiomas respectivos.
“Esto nos ha enlentecido un poco”, dijo Cangy.
A pesar de todo, nada pareció afectar el entusiasmo de los jóvenes que participaron en el Día Mundial de la Juventud. Cangy, vestido de piloto, siguió las actividades desde el estudio de Alemania, que fue transformado en un avión Boeing 787. A partir de las 5.00 hora local, Cangy “voló” hacia el oeste comenzando en Fiyi en el Pacífico Sur a destinos de Australia, Asia, Oriente Medio, Europa, y entonces América del Norte y del Sur. En cada parada, Cangy y sus copresentadores dialogaron con los jóvenes sobre sus actividades.
Miroslav Milkov, un joven de Bulgaria, dijo por vía Skype que los adventistas de Sofía, la capital de su país, habían compartido el mensaje y entonado cánticos a los residentes de dos hogares de ancianos.
“Fue realmente hermoso ver sus sonrisas”, dijo radiante.
Los jóvenes búlgaros también distribuyeron impresos en las calles y pasaron el día con los adventistas ancianos en sus hogares.
En Dinamarca, los miembros de la iglesia de Aalborg prepararon gofres (también llamados waffles) y jugaron con los niños de un centro de refugiados. En Estonia, los jóvenes pasaron el día con los niños de un orfanato, mientras que en Moldavia, los jóvenes tomaron la presión arterial sin cargo a los interesados.
Unos trescientos jóvenes participaron en sesenta eventos diferentes en Bélgica, lo que incluyó la oferta de abrazos gratuitos a los transeúntes y la entrega de flores y frutas a cambio de cigarrillos. Un grupo de jóvenes belgas envió una fotografía grupal al estudio del Canal Hope con la declaración: “Queremos ser el sermón todos los días”.
En Finlandia, un grupo de jóvenes vestidos como mendigos se sentaron en una manta en la calle. Sin embargo, en lugar de pedir dinero, ofrecieron dinero: 1 euro a cada transeúnte que compartiera con ellos su historia personal.
En Montpellier (Francia), jóvenes vistieron un grupo de árboles con pantalones y zapatos. Cuando los transeúntes les preguntaron qué estaban haciendo, ellos aprovecharon para hablar de la necesidad de cuidar la creación de Dios y compartieron información sobre el Día Mundial de la Juventud. Una transeúnte, periodista de una estación de radio, invite a los jóvenes a su programa para que hablaran de sus convicciones.
“Es maravilloso ver la creatividad de los jóvenes”, dijo Cangy.
Traducción de Marcos Paseggi