23 de junio de 2016 | La Guajira, Colombia | Shirley Rueda/DIA
La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) de Colombia distribuyó hace poco 52 toneladas de ayuda humanitaria en La Guajira, una de las regiones más remotas en el noreste de Colombia. La Guajira es un estado árido azotado por una severa sequía que se ha cobrado la vida de cientos de niños y cabezas de ganado durante los últimos cinco años.
“La devastación producida por la sequía se sumó al cierre de la frontera entre Venezuela y Colombia, y esto ha influido grandemente en la tragedia que ha estado sufriendo esta zona por la falta de agua y alimentos; por ello, hemos trabajado para extender nuestra ayuda a las familias necesitadas de la región”, dijo Gabriel Villarreal, director de ADRA Colombia.
Se recibieron informes de que unos 29 niños han perdido la vida por causa de la desnutrición en los primeros cinco meses del año, lo que llevó a que ADRA y su grupo de voluntarios volviera a visitar la zona y llevara asistencia, explicó Villarreal. En septiembre de 2014, ADRA Colombia hizo su primera visita para ayudar a cientos de familias de La Guajira.
“Esta devastadora sequía que sufre La Guajira nos ha impulsado a la acción”, dijo Villarreal. “La mayor parte de La Guajira no ha recibido lluvias durante varios años, lo que ha afectado a muchas comunidades. Es algo que realmente nos preocupa; es increíble solo pensar que muchos de los niños de La Guajira jamás han visto llover”.
Unos 75 voluntarios de ADRA distribuyeron alimentos, prendas de vestir y calzado, además de ofrecer atención médica y medicamentos gratuitos, y de brindar cortes de cabello y actividades recreativas para miles familias indígenas esparcidas en esa región desértica del pasado 4 al 8 de junio de 2016, en una intervención humanitaria de cinco días de duración en las comunidades de Uribia, Jujurá, Alta Guajira, Kamushino y Puerto Nuevo.
Por su parte, funcionarios del ministerio de salud y de servicios sociales de la Municipalidad de Uribia se unieron a los esfuerzos de ADRA y agradecieron a la agencia y sus voluntarios por el impacto comunitario en la región.
“Nos sentimos muy agradecidos por el impacto de salud que ha traído ADRA”, dijo Nayla Sierra, que trabaja en el ministerio de salud de Uribia. “El distrito municipal de Uribia les agradece por la obra humanitaria que han estado brindando en los diversos lugares donde es difícil llegar”.
Jaineth Daza, de los servicios sociales de Uribia, dijo que ADRA es la que más lo ha impresionado por esa obra tan grande que llevaron a cabo en la asistencia médica, humanitaria y de distribución de alimentos en Uribia. “En verdad, ADRA ha sido una gran bendición hoy, y esperamos más proyectos que beneficien a esta comunidad”, dijo Daza.
El proyecto en sí ha sido histórico para la iglesia y ADRA, dijo Villarreal, porque involucró la participación de los 17 territorios de la Iglesia Adventista en el país. Cada asociación y misión recolectó fondos y artículos no perecederos para beneficiar a los necesitados de La Guajira.
Villarreal dijo que el proyecto demandó varias reuniones previas con las autoridades locales de La Guajira para identificar las necesidades de las comunidad, además de reuniones de seguimiento con los líderes y los voluntarios de la iglesia, para coordinar, transportar y finalmente distribuir los artículos recolectados.
Se beneficia a 2600 familias
“El objetivo inicial fue brindar asistencia a 2400 familias de La Guajira, lo que representa unas 12 mil personas, pero se terminó beneficiando a 2600 familias compuestas por un total de 13.020 personas que fueron alcanzadas por el proyecto”, dijo Villarreal.
Muchos dejaron sus hogares antes del alba para hacer la fila para recibir atención médica y artículos de ADRA, dijeron los organizadores.
Lucía Fuentes, que es parte de una familia compuesta por 15 personas, estuvo entre las integrantes de las 773 agradecidas familias que recibieron asistencia de parte de ADRA el primer día en la comunidad de Jujurá. “Esto significa tanto para nosotros; gracias por ayudarnos”, dijo Fuentes. Ella y su familia también recibieron chequeos médicos y cortes de cabello gratuitos. Los niños participaron en juegos y actividades recreativas organizadas por un grupo de voluntarios.
Los voluntarios de ADRA
Sin los voluntarios, el proyecto no podría haberse hecho posible, dijo Villarreal.
Cuando Jenny Bonilla, una psicóloga de Bogotá, vio en la escuela de su hija el aviso que invitaba a que voluntarios se sumaran al proyecto de ADRA en La Guajira, sintió que quería ser parte del proyecto, pero no estaba segura si podía participar en el grupo de voluntarios a pesar de no ser adventista. Se dirigió entonces a la sede de ADRA en Bogotá, completó una solicitud y, en cuestión de días, compró su pasaje para ser parte de la intervención de ADRA en La Guajira. Entonces se enfermó y pasó cuatro días en terapia intensiva, pero dijo que Dios la sanó. “El Señor quería que estuviera aquí para ayudar y aprender cuán bendecidos somos muchos de nosotros”, dijo Bonilla.
Angélica de Jesús viajó desde Hawái, donde cumple funciones para el Ejército de los Estados Unidos, para ser parte del proyecto en La Guajira. “Durante un tiempo había estado buscando oportunidades de servir, y cuando descubrí gracias a un amigo de Colombia este proyecto de ADRA, hice todo lo posible para venir”, dijo de Jesús. “El regalo más grande es ver las sonrisas en los rostros de las personas que estamos ayudando. Es realmente el mejor pago que pudimos recibir por lo que estamos haciendo aquí”, agregó.
No es común ver gente sonreír en Puerto Nuevo, contó Josefina Palmar Pushaina, una mujer indígena de la tribu wayú (o de los guajiros) que está embarazada de casi nueve meses y de mellizos. Josefina estaba acompañada por sus tres hijos, esposo y madre. “Aquí no hay felicidad”, dijo Pushaina. “Lo que tenemos aquí es necesidad de ayuda. Estamos agradecidos a ADRA Colombia por la ayuda, pero necesitamos más: necesitamos agua, alimento y trabajo”, explicó Pushaina.
Josefina explicó que hace cinco años que no cae una sola gota de lluvia. “En la tierra no se puede sembrar nada, y no hay trabajo en ningún lado”.
Pushaina sueña con un mejor futuro para sus hijos.
Los planes para La Guajira
ADRA no ve esto tan solo como la segunda visita de un esfuerzo humanitario, dijo Villarreal.
“Nos sentimos felices de ofrecer esta ayuda en tiempo de emergencia, pero también queremos que estas comunidades regresen a la vida normal, como cuando no había sequía, para ayudarlos también a mejorar sus vidas”, añadió Villarreal. El plan es hacer que La Guajira sea el punto de partida de muchos proyectos de desarrollo, explicó Villarreal.
“La idea es transformar esos proyectos de ayuda humanitaria en proyectos de rehabilitación y más tarde en proyectos de desarrollo”, dijo Villarreal. Al tope de la lista de proyectos que quiere dirigir ADRA en La Guajira se encuentran proyectos de suministro de agua y de servicios sanitarios básicos. Entonces también esperan que le sigan la recuperación nutricional de los niños y proyectos de desarrollo comunitario para artesanas y para los hombres con capacidad de trabajar.
ADRA Colombia distribuyó alimentos no perecederos a 13020 personas de La Guajira, brindó 956 consultas médicas, 54 procedimientos odontológicos y 3966 medicamentos gratuitos, además de entretener a 640 niños con actividades recreativas y distribuir 1000 prendas de vestir y calzados a 1900 niños.
Si desea más información sobre ADRA Colombia, visite adracolombia.org
Traducción de Marcos Paseggi