28 de julio de 2016 | Maracaibo, Venezuela | Yosainy Oyaga/DIA
La Iglesia Adventista de la región Venezolana Occidental reunió a casi mil líderes, ministros y laicos en la ciudad de Maracaibo el fin de semana pasado buscando inspirar a las congregaciones para que profundicen su relación con Dios, se involucren en la vida de la iglesia y las inspiren a ponerse en contacto con sus comunidades en momentos de grandes desafíos.
El encuentro fue el tercero de este tipo en la región, que buscó motivar a los feligreses para que busquen un reavivamiento espiritual por medio del estudio diario de la Biblia y la oración, en lo que la Iglesia Adventista de Interamérica ha denominado la iniciativa de evangelismo “Señor, Transfórmame”.
Los líderes de la iglesia local reflexionaron en la iniciativa y en lo que significa en el contexto de la vida en Venezuela. “Esta iniciativa ‘Señor, Transfórmame’ es un llamado al Señor de parte de su pueblo para que, mediante la influencia del Espíritu Santo, Dios pueda transformar nuestra mente, hábitos y conducta”, dijo el pastor Julio Palacio, presidente de la Iglesia Adventista en la región Venezolana Occidental.
“Necesitamos llevar esperanza mientras confiamos en que el Señor nos bendecirá en medio de las crisis”, dijo Palacio. Una crisis debería ser una razón de inspiración y no una de desánimo para la Iglesia Adventista, explicó. “La iglesia tiene que continuar avanzando en medio de las dificultades”.
Ese impulso que llama a avanzar no se ha detenido en la región Venezolana Occidental, produciendo un crecimiento explosivo durante los últimos meses y año, destacó el pastor Orlando Ramírez, secretario ejecutivo de la Iglesia Adventista en la región. “Se han establecido unas 128 iglesias, y hemos logrado organizar cuatro nuevos campos locales, de manera que estamos esperando que esta iniciativa de ‘Señor, transfórmame’ vea un mayor crecimiento y una mayor consolidación en la feligresía”. La clave, dijo Ramírez, es que con la iniciativa “estamos llenando todos los aspectos de la vida personal de los miembros de iglesia para una participación total en la iglesia”.
La participación es lo que puede marcar una diferencia, dijeron los líderes de la iglesia.
Se han implementado actividades de la iglesia para que los miembros puedan prestar servicios en muchos proyectos, lo que incluye ofrecer sus capacidades y tiempo como voluntarios para completar la construcción de varios templos, participar en orquestas y grupos musicales, y compartir esperanza por medio de muchos servicios públicos como chequeos de salud, exposiciones de salud, limpieza de las ciudades y mucho más.
Una iglesia adventista particular en la ciudad de Mérida ha desarrollado una estrategia particular que han denominado la “Bolsita de Amor”. Los feligreses donan alimentos de lo que logran comprar durante la semana y los colocan en bolsas que distribuyen a las familias necesitadas de la iglesia y sus comunidades.
Cada sábado, la iglesia distribuye cincuenta bolsas de comida entre los discapacitados, los que no tienen hogar y las personas que pasan por rehabilitación. Hasta el momento, se han dado más de cuatrocientas bolsas de comida desde que se inició la iniciativa hace dos meses.
“Esta es una iniciativa que todas las iglesias deberían asumir, dado que la situación actual es una realidad para todos nosotros”, dijo Silvia Medina, miembro de la iglesia adventista de Mérida. “Como líderes, deberíamos colocar nuestros ojos en proyectos sociales que pueden beneficiar a las comunidades”, añadió.
Ver el sacrificio y el compromiso de ayudar a otros en la comunidad es el énfasis que el pastor Melchor Ferreyra, director de ministerios personales de la Iglesia Adventista en Interamérica, ha visto en Venezuela.
Ferreyra admira la manera en que la iniciativa “Señor, transfórmame” está siendo adoptada con actividades especiales que enfatizan la transformación de la vida personal del miembro, la transformación en la iglesia y en la comunidad. Una manera clave de lograr esto es por medio de los más de tres mil grupos pequeños, que con coordinados bajo cientos de iglesias organizadas en toda la región Venezolana Oriental.
“La iglesia está jugando un papel importante en la comunidad y el compromiso de los ministros y los laicos es fundamental para dar esperanza a tantos que necesitan la salvación”, dijo Ferreyra.
Compartir esperanza en la región Venezolana Occidental es lo que hará una diferencia en el éxito de la iniciativa “Señor, transfórmame”, dijo el pastor Balvin Braham, asistente del presidente de la División Interamericana y responsable de la iniciativa de evangelización.
“Fue maravilloso ver la participación de todos los pastores, líderes de departamentos y directivos de las uniones y asociaciones locales a la hora de abrazar y adoptar la iniciativa”, dijo Braham. “‘Señor, Transfórmame’ se ocupa de cada aspecto del ser humano y brinda esperanza, seguridad y la posibilidad del servicio”.
Los líderes de la iglesia local seguirán visitando la región Venezolana Oriental para motivar a los miembros para que sean transformados, sirvan y se conecten con sus comunidades.
La Unión Venezolana Occidental, antes conocida como la Unión de Venezuela y las Antillas, tiene más de 152 miembros que se reúnen a adorar a Dios en 841 iglesias y grupos. La unión es una de las dos grandes regiones eclesiásticas de Venezuela. La Unión Venezolana Oriental, por su parte, abarca a Caracas y la región oriental del país.
Traducción de Marcos Paseggi