El Manual de la iglesia es actualizado después de inadvertida omisión
El por entonces subsecretario Homer Trecartin lee el Manual de la iglesia en el Congreso de la Asociación General 2010 en Atlanta. Imagen de Robert East / ANN
24 de agosto de 2016 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Andrew McChesney, editor de noticias, Adventist Review
La Iglesia Adventista del Séptimo Día ha actualizado el Manual de la iglesia después de hallar que parte de una enmienda votada en el Congreso de la Asociación General del año pasado fue excluida de manera inadvertida.
“Se nos ha hecho notar que ha habido una omisión en la página 127 (en el original en inglés) del actual Manual de la iglesia. Se ha hecho la corrección correspondiente, y se ha dado a conocer una declaración al respecto”, dijo el miércoles Hensley M. Moorooven, secretario asociado de la Asociación General de la Iglesia Adventista, en un correo electrónico a los empleados de la Asociación General.
La iglesia expresó en una declaración en el sitio web Adventist.org que la sección de la página 127 ahora dice: “Quien puede dirigir la Santa Cena—La Santa Cena o Servicio de Comunión tiene que ser conducido por un pastor ordenado/comisionado o un anciano ordenado. Los diáconos y las diaconisas no están autorizados a dirigir el rito”.
Las palabras en cursiva fueron votadas en julio de 2015 por los delegados al Congreso de la Asociación General en San Antonio, Texas, Estados Unidos, pero de manera inadvertida fueron omitidas en la última edición del Manual de la iglesia, expresó la declaración.
El Manual de la iglesia solo puede ser revisado durante el Congreso de la Asociación General, que es llevado a cabo cada cinco años. Muchas de las modificaciones en la última edición fueron ediciones menores.
El Manual de la iglesia, publicado por primera vez en 1932, se remonta a una declaración de 1875 de Elena G. White, una de las fundadoras de la denominación, quien expresó: “La iglesia de Cristo está en constante peligro. Satanás está tratando de destruir al pueblo de Dios, y no es suficiente la mente de un hombre, el juicio de un hombre, para confiar en él. Cristo quisiera unir a sus seguidores como iglesia, observando el orden, teniendo normas y disciplina, y estando todos sujetos unos a otros, estimando a los demás como mejores que uno mismo” (Testimonios para la iglesia, t. 3, p. 489).
Una sección sobre el Manual de la iglesia en Adventist.org destaca que Dios es un Dios de orden, y dice que el Manual de la iglesia busca lograr el orden “por medio de principios y reglamentos que orienten a la iglesia en sus operaciones internas y en el cumplimiento de su misión al mundo”.
Traducción de Marcos Paseggi