Ted Wilson reúne a los presidentes de las divisiones y administradores de la organización ASI para una oración de consagración el pasado 6 de agosto. Imágenes de Mylon Medley/ANN

7 de agosto de 2016 | Phoenix, Arizona, Estados Unidos | Andrew McChesney, editor de noticias, Adventist Review

Casi todos los presidentes de la Iglesia Adventista mundial asistieron a la convención anual de la organización ASI por primera vez en momentos en que la Iglesia Adventista ha incrementado sus esfuerzos para animar a cada miembro de iglesia para que comparta el evangelio, como parte del programa “Todos los Miembros Involucrados” (conocido también como “Participación Total de los Miembros”).

Doce de los trece presidentes de las divisiones y Rick McEdward, presidente de la Iglesia Adventista en Oriente Medio y el Norte de África, volaron hasta el estado de Arizona, Estados Unidos, para participar de la reunión anual de laicos que incluyen a empresarios, profesionales y los ministerios de apoyo.

Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista, dijo que invitó a los líderes de la Iglesia Adventista mundial para que se acerquen a Phoenix entre el 3 al 6 de agosto para obtener una mejor comprensión de ASI y para ver a los miembros laicos en acción evangélica.

“Han quedado muy bien impresionados y regresarán con un gran aprecio por la variedad de actividades misioneras de parte de los laicos”, dijo Wilson a la Adventist Review.

“Regresarán con un renovado celo por los esfuerzos combinados de los laicos y los obreros de la iglesia en ‘Todos los Miembros Involucrados’. Regresarán con un enfoque unificado para terminar la obra de Dios en sus territorios por medio del poder del Espíritu Santo”.

Steve Dickman, el actual presidente de ASI, dijo que estaba entusiasmado al ver que la iglesia está preparada para trabajar codo a codo con los laicos para completar su misión de esparcir el evangelio al mundo.

John Bradshaw, orador y director de “Escrito está”, tuvo a su cargo el sermón del culto de adoración sabático.

“Los laicos son el elemento central del ministerio que necesita ser utilizado plenamente, y la iglesia está comenzando a ver eso”, dijo Dickman en una entrevista. “Alabo a Dios por ello. ASI y la iglesia ahora están tratando de poner esto de relieve de una manera concertada y positive”.

Dickman dijo que los creyentes adventistas han luchado en el pasado en algunos lugares del mundo, porque el ministerio de los laicos no era aceptado por un pastor, anciano u otro líder de la iglesia local.

“Esto será un aliciente para los laicos que quieran hacer algo a favor del bien”, dijo al referirse al impacto de la convención. “Estamos demostrando que realmente queremos un estrecho trabajo en sociedad. Estamos hablando de trabajar juntos de manera más efectiva y de llevar la carga de la obra desde el punto de vista de los laicos”.

Una experiencia reveladora

Muchos de los presidentes de las divisiones mundiales, que asistieron a una convención de ASI por primera vez, se reunieron con los líderes de ASI y las organizaciones asociadas para entender mejor de qué manera los ministerios de apoyo bien establecidos, como por ejemplo los Ministerios ASAP, están trabajando conjuntamente con la Iglesia Adventista para capacitar a los creyentes locales para que sean misioneros entre sus propia gente en el ASIA, o de qué manera miembros de ASI están financiando la publicación de libros de Elena G. White en árabe, persa y turco para la Unión de Oriente Medio y Norte de África de la iglesia.

La experiencia resultó reveladora para algunos de ellos.

“Fue sumamente informativa; hubo mucha interacción”, dijo Ezras Lakra, presidente de la División Sudasiática, cuyo territorio abarca a Bhután, India y Nepal. “Me siento muy bien de haber estado aquí con los laicos, a quienes de otra manera no habría conocido”.

Lakra, uno de los que asistió a una convención de ASI por primera vez, dijo que ya estaba en conversaciones con otros directivos de la división para ver cómo establecer una filial de ASI en la División Sudasiática.

“Cuando regrese, comenzaremos con ello”, dijo.

Saw Samuel, presidente de la División de Asia Pacífico Sur, con sede en las Filipinas, y otro de los que asistió a la convención de ASI por primera vez, dijo que en su división ya están operando seis filiales de ASI, pero que el trabajo que están haciendo llevará a cabo ajustes y mejoras sobre la base de lo que observó en Phoenix.

“En nuestra región tenemos laicos que salen en busca de fondos, pero aquí la gente viene para contribuir”, dijo. “Por ello, tenemos que hacer algunos ajustes. He aprendido muchísimo sobre cómo hacer que la tarea sea más efectiva y participativa. Alabo a Dios por esta oportunidad”.

Desde la izquierda: Glenn Townend, de la División del Pacífico Sur; Ezras Lakra y Saw Samuel en la sesión de preguntas y respuestas.

El único presidente que no pudo asistir, Israel Leito, de la División Interamericana, se perdió el evento debido a una asamblea en su territorio, y fue representado por uno de los vicepresidentes de la división.

Los demás presidentes participaron en una sesión televisada de preguntas y respuestas en el auditorio principal de la convención el sábado por la tarde. Después de ello, Wilson reunió a los líderes en el escenario y pidió a los administradores de ASI que colocaran sus manos sobre ellos para una oración de consagración.

Los presidentes de las divisiones y McEdward también se unieron a decenas de asistentes de ASI en un seminario de Todos los Miembros Involucrados (TMI) presentado por Wilson y el director de TMI en la Iglesia Adventista, Duane McKey, el viernes por la tarde. Wilson y McKey explicaron de qué manera la participación total de los miembros de iglesia en Ruanda había resultado en algo sin precedentes: 100.777 personas fueron bautizadas en ese país africano hace pocos meses. También en el seminario, las jóvenes Heidi Carpenter y Ranela Kaligithi, del ministerio Pescadores de Hombres 101, de la División Norteamericana, analizaron de qué manera se podría implementar el programa TMI en Norteamérica.

Un cheque de 100 mil dólares

TMI estuvo presente durante los cuatro días que duró el evento. Un grupo de 120 personas con el deseo de compartir a Jesús en su lugar allí donde viven y trabajan se reunió el 3 y el 4 de agosto al margen de la convención para la primera conferencia de jóvenes emprendedores adventistas denominada Fruition Lab.

En total, unos dos mil asistentes registrados asistieron a la convención, una cifra similar a la del año pasado, dijeron los organizadores. El orador y director del ministerio “Escrito está” en inglés, John Bradshaw, tuvo a su cargo el sermón del culto divino del sábado que, al igual que el resto del evento, fue transmitido por el canal de televisión 3ABN.

El objetivo de ASI era recolectar 1,6 millones de dólares en ofrendas ese sábado para 38 proyectos diferentes, que incluyen la construcción de “Iglesias de un día” para los nuevos miembros de Ruanda y el envío por correo de Biblias de Estudio Andrews a reclusos penitenciarios de los Estados Unidos. Después del sermón del sábado, sin embargo, los líderes de ASI anunciaron que se habían recolectado 1,8 millones de dólares, lo que provocó el aplauso de la audiencia.

Dickman dijo en la entrevista que entre 15 y 20 personas dieron más de 10 mil dólares.

Una de las mayores contribuciones fue de un cheque de 100 mil dólares, que recolectó Lisa Beardsley-Hardy, directora del departamento de educación de la Asociación General.

Beardsley-Hardy, que también asistió a la convención por primera vez, se ofreció de voluntaria para ir recolectando cheques adicionales durante el llamado de las ofrendas, lo que significa que siguió a los ujieres por el pasillo para permitir que las personas que aún no habían logrado colocar sus sobres en los alfolíes la primera vez aún pudieran colocar sus contribuciones. Una anciana le pidió a Beardsley-Hardy que la acompañara fuera del auditorio principal y esperara a una distancia prudencial mientras ella hacía unos cálculos en una calculadora. La mujer, que asistía a la convención por primera vez, finalmente llamó a Beardsley-Hardy y colocó un sobre en el alfolí. Más tarde, Beardsley-Hardy descubrió que contenía un cheque por 100 mil dólares.

“Era mi único sobre”, dijo Beardsley-Hardy con una sonrisa.

Traducción de Marcos Paseggi

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