10 de agosto de 2016 | Berrien Springs, Míchigan, Estados Unidos | Danni Francis, Universidad Andrews, y Andrew McChesney, Adventist Review
Por primera vez, un adventista ha recibido el “Premio Nobel de la Ceguera” por su trabajo de codificación del Braille en lenguas bíblicas de la antigüedad, lo que permite que los alumnos ciegos estudien los textos originales por su cuenta.
Ray McAllister, docente adjunto ciego de la Universidad Andrews y masajista profesional, junto con su organización Eruditos Semíticos, recibieron el prestigioso Premio Doctor Jacob Bolotin por la Federación Nacional de los Ciegos en julio pasado.
El premio, que recibe el mayor premio posible de 20 mil dólares, reconoce a individuos y organizaciones que han hecho contribuciones significativas para integrar a los ciegos a la sociedad.
“Es mi oración que este premio me brinde el reconocimiento que necesito para negociar con los estudios de todo el mundo para que así pueda tener acceso a los textos que necesito”, dijo McAllister.
La Federación Nacional de los Ciegos felicitó a Eruditos Semíticos por el logro.
“Un premio en efectivo de 20 mil dólares fue entregado a Eruditos Semíticos, un grupo de tres académicos ciegos que crearon un código Braille para leer los idiomas bíblicos de la antigüedad, para que los documentos fuente de los textos religiosos puedan ser estudiados de manera independiente por los ciegos en su contexto original, un logro que antes era imposible”, expresó en una declaración.
La organización Eruditos Semíticos está compuesta por McAllister; Sarah Blake LaRose, una transcriptora y profesora de hebreo y exalumna de la Universidad de Anderson en Anderson, Indiana, Estados Unidos; y Matthew Yeater, presidente de la filial de Michiana, Indiana, Estados Unidos de la Federación Nacional de los Ciegos.
El premio, conocido en muchos círculos como “el Premio Nobel de los Ciegos”, lleva el nombre de Jacob Bolotin, un médico ciego muy trabajador y fuerte defensor de los ciegos que trabajó como médico en Chicago desde 1912 hasta su muerte en 1924 a los 36 años.
Cómo comenzó el proyecto
Ser el primer adventista que recibió el premio no es el primer logro de McAllister. En 2010, se convirtió en el primer ciego en obtener un doctorado en Antiguo Testamento, que obtuvo en el Seminario Adventista de la Universidad Andrews. Actualmente trabaja como profesor adjunto de la Escuela de Educación a Distancia y Sociedades Internacionales de la universidad en Berrien Springs, Míchigan, Estados Unidos.
Para el proyecto de Braille, McAllister usó inicialmente una computadora para convertir su propia versión de los símbolos griegos y hebreos en letras en Braille y mostrarlas en una pantalla de Braille, un dispositivo con algo similar a pines magnéticos que saltan con la forma de palabras en Braille.
McAllister dijo, sin embargo, que se dio cuenta de que necesitaba algo que pareciera más como el Braille en griego y hebreo, solo con símbolos extras. Así fue que desarrolló una codificación de esos símbolos que aún no estaban establecidos en Braille.
El hebreo, por ejemplo, tiene acentos que ayudan a que el lector sepa cuándo hacer una pausa mientras lee, y que pueden ser usados para informar a los lectores cómo entonar litúrgicamente el texto. Esos símbolos, sin embargo, no habían sido registrados gráficamente en Braille en hebreo.
“Como los cantos litúrgicos es algo que los ciegos pueden disfrutar, sentí la necesidad de preparar Biblias en Braille en hebreo con todos estos símbolos”, dijo McAllister. “Una vez que desarrollé esos símbolos, necesitaba pasar por la revisión de pares”.
LaRose y Yeater se unen al equipo
En 2007, LaRose desarrolló una tabla en Braille para el griego y el hebreo bíblico, con todas las marcas técnicas. Bajo la orientación de LaRose, McAllister completó un sistema que podía ser usado para preparar el texto para los ciegos. Usando este sistema y la función “Buscar y reemplazar” de Word de Microsoft, junto con la Biblia Hebrea de Aleppo, McAllister tradujo el texto en Braille.
“Convertí toda la Biblia Hebrea, con acentos y todo, al Braille, y sí, he practica los cantos litúrgicos a partir del hebreo con fluidez”, dijo McAllister. “También he convertido muchos otros documentos hebreos, inscripciones semíticas, y muchos documentos en griego al Braille”.
En 2014, McAllister comenzó a trabajar en sociedad con Duxbury Systems, una compañía que produce programas informáticos para convertir documentos de diversos idiomas al Braille. Con la ayuda de Duxbury, McAllister comenzó a trabajar con Yeater, que había estado trabajando con la compañía para establecer un sistema para convertir documentos en las lenguas bíblicas que contienen muchos idiomas, incluido el inglés, en Braille.
Por medio de su trabajo con varias otras personas, Duxbury ahora puede convertir muchos textos antiguos sin usar la función “Buscar y remplazar”.
“Es definidamente más fácil usar Duxbury para llevar a cabo la mayoría de la traducción al Braille”, dijo McAllister.
Al mirar hacia el future, McAllister dijo que esperaba convertir muchos textos más al Braille.
“Mis sueños para el futuro de este proyecto son simples: Deseo tener más textos en más idiomas antiguos en el formato Braille”, dijo. “Más allá de eso, no tengo idea de cómo Dios me guiará. Solo sé que él me ha guiado hasta este momento, y lo que venga será aún más una aventura”.
Traducción de Marcos Paseggi