19 de septiembre de 2016 | Riga, Letonia | Andrew McChesney, editor de noticias, Adventist Review
Valdis Zelčs, un joven letón de la Generación Y, se sintió desalentado después de que los extraños mostraran poco interés en sus invitaciones callejeras para asistir a exposiciones de salud y otros eventos adventistas de evangelización. Así fue que comenzó a orar por una alternativa a la tarea de golpear a las puertas de los apartamentos y parar a las personas en la calle, en este país donde menos del cinco por ciento de sus dos millones de habitantes asiste periódicamente a la iglesia.
Zelčs cree haber hallado la respuesta: una tienda de alimentos saludables llamada Dabas Stacija (Estación Naturaleza) en Riga, la capital de Letonia, de la que él es administrador y uno de los dueños. En 2014 renunció a su trabajo de ingeniero para dedicarse tiempo completo al “evangelismo empresario”, como lo denomina.
“La tienda es importante porque ofrece alimentos saludables”, dijo Zelčs después de recorrer con visitas el lugar céntrico lleno de carne vegetal, queso y helado vegano, además de bolsas de lentejas, porotos frijoles y maíz palomero orgánicos.
“Pero lo que más importante es que la tienda me permite conectarse con otras personas para hablarles y llegar a conocerlos, así como Cristo se mezclaba con la gente como alguien que deseaba hacerles bien”, dijo. “Más tarde, puedo ganar la confianza de ellos e invitarlos a estudios bíblicos o alguna otra cosa”.
Con estas palabras, Zelčs hizo referencia a una declaración escrita por Elena G. White, una de las fundadoras de la Iglesia Adventista, que en esta época está siendo muy enfatizada por los líderes de la iglesia mundial: “Sólo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la gente. El Salvador trataba con los hombres como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía a sus necesidades y se ganaba su confianza. Entonces les decía: ‘Seguidme’”.
El pasaje del libro El ministerio de curación página 102 es la declaración de misión de la tienda, y Zelčs, un desgarbado muchacho de 27 años de sonrisa amigable, la repitió varias veces durante una entrevista de noventa minutos. Se la ha aprendido de memoria, junto con otras citas de Elena G. White y pasajes de la Biblia. Zelčs mostró con entusiasmo un teléfono celular con una pantalla rajada para que el periodista que lo entrevistó vea una aplicación móvil llamada Scripture Typer, que él usa cada mañana para memorizar pasajes durante los treinta minutos de viaje en tranvía hasta la tienda. Ya demasiado cansado para hacerlo en el viaje de regreso por las noches, escucha un libro de audio del libro El Deseado de todas las gentes, de Elena G. White.
Cultivar la confianza de la gente
La tienda Dabas Stacija, que se inauguró en abril de 2015, ya está dando ganancias y llenando un nicho en Riga con su amplia selección de productos vegetarianos y granos, nueces y semillas a comparativamente bajo costo, dijo Zelčs. Todas las ganancias están siendo reinvertidas en la tienda. La mayoría de los clientes tiene menos de 30 años, y alrededor del 80 por ciento no es adventista.
“Estamos preparando el terreno. Estamos cultivando la confianza de la gente”, dijo Zelčs.
La tienda, sin embargo, ha mostrado algunos resultados alentadores, dijo. Hace poco, una clienta anciana le confió a Zelčs que se sentía triste después de perder a varios parientes. Mientras hablaban, descubrieron que ambos habían nacido en el mismo pueblo, a unos 200 kilómetros de Riga. Mientras el diálogo se tornaba más amigable, Zelčs le brindó información sobre los beneficios para la salud de una dieta vegetariana. Entonces le dijo que la tienda era propiedad de un grupo de cristianos.
“Se alegró mucho y dijo: ‘Llegué triste, pero ahora me voy muy alegre’”, dijo Zelčs. Otro cliente ha comenzado a enviar a su hija al Club de Conquistadores de una iglesia adventista.
Zelčs dijo que los clientes están notando algo diferente en esa tienda. Expresan sorpresa de que el personal de la tienda siempre se muestre amable, aun con los clientes maleducados. Se preguntan por qué el personal sonríe y se ayuda mutuamente sin ningún dejo de rivalidad o discusiones.
“La testificación no es tanto lo que uno dice sino lo que uno es”, dijo Zelčs. “La gente nota que tenemos tanta paz y alegría, y comienza a decirse, ‘Quizá ellos sepan algo que nosotros no conocemos’”.
La tienda Dabas Stacija es una de cientos de “centros de influencia” urbanos que tiene la Iglesia Adventista, donde los miembros de iglesia usan sus encuentros diarios para compartir el evangelio en las ciudades más populosas, como parte de una iniciativa de la Iglesia Adventista mundial llamada “Misión a las ciudades”. Entre los proyectos de esa naturaleza se encuentra una librería en Belgrado, la capital de Serbia, y un café en Oriente Medio. A diferencia de esos dos emprendimientos, sin embargo, la tienda de alimentos de Riga no representa una inversión directa de la iglesia.
Un largo camino hasta la tienda
Zelčs, cuyos padres se unieron a la Iglesia Adventista cuando tenía 8 años, comenzó a buscar a Dios en su propia vida cuando aún era adolescente después de asistir a campamentos de jóvenes cristianos, incluidos camporís de Conquistadores.
“Vi gente de mi edad que tenía una relación con Cristo”, dijo. “Vi cómo la ley de Dios es la mejor manera de vivir”.
Después de completar sus estudios universitarios, Zelčs trabajó para una compañía de ingeniería que diseñaba y construía equipos de aire acondicionado para centros de datos. Por las noches, invitaba a extraños a asistir a eventos de evangelización. Pero se desanimó.
“No existía una relación”, dijo. “La gente en realidad no confiaba en mí, porque no me conocía”.
En 2013, mientras oraba con sinceridad por el tema, encontró un seminario adventista grabado sobre evangelismo empresario. El orador decía que un emprendimiento sustentable —como por ejemplo una peluquería, una tienda, un restaurante, una escuela o un taller mecánico— era una manera ideal de evangelizar y podía mostrar al mundo que los adventistas son sanos y felices, que están en unión y en paz. Como emprendimiento, el evangelismo no sería financiado por medio de donaciones sino por sus propias operaciones.
A Zelčs le gustó lo que escuchó.
“Esa es la manera de alcanzar las grandes ciudades”, dijo.
A pesar de ello, era joven y tenía poca experiencia. Fue así que decidió continuar con su trabajo de ingeniero durante diez años más y juntarse con unos amigos para fundar una compañía de construcción que se dedicara a renovar iglesias.
Después de un año, Zelčs sintió que no podía esperar más. No quería gastar todas sus energías en el trabajo y llegar a su casa exhausto, cuando bien podía usar esa misma vitalidad para compartir a Cristo. Quería ser testigo del milagro de ver la transformación de los corazones de las personas gracias a la justicia de Cristo.
“La idea que me venía una y otra vez a la cabeza era: ‘Si quieres ver los milagros de Dios, necesitas ponerte en un lugar donde Dios pueda hacer milagros’”, dijo Zelčs.
Aguardando los primeros frutos
Zelčs comenzó a buscar oportunidades y buscó el consejo de varias personas. El director de salud de la Iglesia Adventista en Letonia le dijo que había estado orando por una tienda de alimentos saludables en Riga. Zelčs creyó que ese era un objetivo possible. Abandonó la idea de una compañía de construcción a cambio de “una tienda sumamente pequeña que vendiera tofu”.
“Oré: ‘Dios, haré lo que pueda. Tú puedes hacer milagros’”, dijo.
Zelčs y el director de salud terminaron financiando la mayoría de los costos iniciales de 20 mil euros (unos 22.350 dólares) de sus propios bolsillos, convirtiéndose así en los principales dueños. Los otros contribuyentes fueron unos pocos miembros de iglesia y los tres vendedores de la tienda. La tienda paga 930 euros (unos 1040 dólares) de alquiler mensual más los servicios para esa tienda de 50 metros cuadrados y 45 metros cuadrados de depósito. Su principal proveedor es Country Life, un vendedor adventista al por mayor que tiene nueve tiendas de alimentos saludables y dos restaurants en la República Checa. Zelčs dijo que Country Life ofrece bajos precios y atractivos términos de pago.
“Dios realmente ha bendecido la tienda”, dijo.
Zelčs dijo que aún apoya todas las formas de evangelismo, y ve meritorio golpear a la puerta de los extraños. Él aguarda con entusiasmo, sin embargo, el día en que pueda invitar a sus clientes a exposiciones de salud y otros eventos de evangelización. Y cree que pronto se hará realidad.
“Cuando las personas ven que uno desea hacerles bien, se muestran abiertas”, dijo. “Comparten sus vidas, y entonces se puede llevar a cabo un evangelismo real. Solo ese es el método de Cristo”.
Traducción de Marcos Paseggi