24 de octubre de 2016 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Mark A. Kellner, editor de contenidos en línea, Adventist Review
Durante años, las personas relacionadas con la Iglesia Adventista mundial, en especial las que tienen alguna relación con la salud, sabían que el doctor Richard Hart, que es especialista en medicina preventiva y líder de salud pública, era alguien cuyo consejo era importante y útil.
Ahora, sus colegas del ámbito de la salud mundial también lo están notando.
La publicación Becker’s Hospital Review, una revista mensual leída por un selecto grupo de líderes hospitalarios, nombró hace poco a Harta uno de los “110 Líderes Médicos Destacados” en 2016. Según la revista, es uno de esos ejecutivos que “ha demostrado un liderazgo destacado y pericia clínica a lo largo de su carrera, estando al frente de iniciativas para mejorar sus organizaciones individuales y la salud de las comunidades a las que sirven”.
Lowell Cooper, quien presidió la junta de la Universidad de Loma Linda hasta su jubilación en 2015 y quien ha conocido a Hart durante treinta años, dice que el reconocimiento le corresponde.
“El doctor Hart posee una excepcional amplitud de visión de la salud global, así como también para la comunidad global”, dijo Cooper, ex vicepresidente general de la Iglesia Adventista mundial. “El liderazgo de Hart dentro de la organización Salud Adventista Internacional ha brindado una oportunidad de vincular la generación del apoyo para los hospitales misioneros con crecientes oportunidades de servicio misionero internacional para los estudiantes de la Universidad de Loma Linda”, añadió. (Salud Adventista Internacional es una organización sin fines de lucro que se dedica a mejorar y administrar hospitales y clínicas misioneros).
En una declaración dada a conocer por Salud de la Universidad de Loma Linda, el representante del Congreso de los Estados Unidos Pete Aguilar (31° Distrito de California) expresó: “La devoción del doctor Richard Hart a su trabajo es obvia para todos los que lo han conocido. Él ha ayudado a las familias de toda la región en sus mayores horas de necesidad. Su visión ha brindado una inmensa oportunidad y esperanza a San Bernardino y nuestra región”.
Por su parte, Hart confesó sentirse un poco sorprendido por haber sido seleccionado. “No tenía idea de cómo se lleva a cabo siquiera el proceso de selección. Fue una total sorpresa”, expresó en una entrevista telefónica. En nombre de Salud de la Universidad de Loma Linda, creo que es un reconocimiento de que somos un actor nacional en el sistema general [de salud]”.
Después de más de un siglo de operar en la zona conocida como “Inland Empire” del sur de California, Salud de la Universidad de Loma Linda se ha hecho de una reputación global. Es el lugar renombrado donde, en 1984, el doctor Leonard Bailey, un cirujano de la Universidad de Loma Linda, llevó a cabo un controvertido transplante de corazón de un mono babuino a un niño que abrió el camino para salvar a miles de niños nacidos con defectos cardíacos. El Centro de Tratamiento de Terapia de Protones ha tratado a más de 18 mil pacientes con un método no invasivo en los últimos 25 años. Y dado que es una universidad, la escuela médica de la Universidad de Loma Linda ha enviado a miles de médicos, dentistas, enfermeras y otros especialistas a diversas partes del mundo para atender las necesidades humanas.
“En el presente abarcamos a seis hospitales, somos una universidad de ocho escuelas profesionales, y un grupo médico compuesto por 900 médicos”, explicó Hart. “Estamos estructurados de una manera en la que tenemos un presidente que se reporta a una junta. Es un todo integrado, lo que es un gran beneficio para nosotros desde el punto de vista organizacional”.
La integración no solo nos ahorra algunos costos generales, dijo, sino que también “facilita mucho la toma de decisiones” y mantiene la unión de los aspectos académicos y clínicos de la misión de Salud de la Universidad de Loma Linda. Sin esa unidad, el rápido ritmo de crecimiento de la salud haría “que fuera demasiado fácil que las dos partes se separaran”, dijo.
En el presente, la atención de Hart se ha volcado en el futuro, en especial en el proyecto Visión 2020, que implica una inversión de 1200 millones de dólares. Una declaración de la Universidad de Loma Linda afirma que es “el mayor emprendimiento en la historia de Salud de la Universidad de Loma Linda y de la Iglesia Adventista del Séptimo Día”.
La construcción de una nueva torre del Hospital de Niños y de un Hospital de Adultos en el campus de Loma Linda ya ha comenzado, proyectos que dicen ser los mayores esfuerzos de construcción en el estado de California. Asimismo, el proyecto Visión 2020 incluirá un “instituto y centro de investigación de plenitud”, así como becas y donaciones para futuros estudiantes.
Hart, quien obtuvo su título de médico en 1970 en la Escuela de Medicina de la Universidad de Loma Linda y una maestría en salud pública de la Escuela de Salud Pública, dijo que “también toma muy en serio” el papel de Salud de la Universidad de Loma Linda dentro del sistema global de salud adventista, habiendo concluido recién una conferencia anual para trescientos líderes de salud adventistas de todo el mundo antes de hablar con la Adventist Review. Hart, que destacó que hay ahora seis escuelas adventistas de medicina en operación en el presente y otras tres en los planes, dijo que partes de sus esfuerzos buscan “tratar de desarrollar la obra [médica] internacional de la Iglesia Adventista”.
Ante una gama tan amplia de responsabilidades, Hart aún ve pacientes un día a la semana. En su tiempo libre, Hart y su esposa se ocupan de una granja de unas tres hectáreas que incluye un huerto… y dos llamas. Al igual que en la medicina, el trabajo en una granja a menudo queda sin terminar, expresó.
“Siempre estoy atrasado, pero aun así, es lo que quiero”, dijo Hart.
Traducción de Marcos Paseggi