20 de octubre de 2016 | Nassau, Bahamas | Libna Stevens/DIA
Alimentos, agua, estufas portátiles, mantas y toldos son algunos de los artículos que los líderes adventistas y la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales ha estado distribuyendo a los cientos de personas afectadas por el Huracán Matthew hace un par de semanas. El huracán derribó las líneas eléctricas, los árboles y trajo una inundación que afectó a cientos de hogares y varias iglesias de la región Norte de Bahamas.
Los administradores de la iglesia volaron a la Isla de Gran Bahama, una de las más afectadas, para distribuir agua, generadores y motosierras.
Norte de Bahamas. El doctor Leonard Johnson, presidente de la iglesia en la Unión del Caribe Atlántico, que abarca a las Bahamas, las Islas Caimán y Turcos y Caicos, voló en una pequeña aeronave el 13 de octubre, no solo para distribuir agua sino para ofrecer aliento a los miembros de iglesia durante los trastornos causados por el huracán.
Los líderes recorrieron las diferentes iglesias de Freeport, el colegio y la sede de la Asociación Norte de Bahamas.
“Fue importante enfatizar a nuestros miembros que los líderes de la iglesia y el líder de ADRA se interesa y está preocupado por ellos”, dijo Johnson. El líder llevó agua para los miembros de la iglesia adventista de Freeport y la de Shiloh, donde celebró el trabajo de los miembros de iglesia bajo el departamento de ministerios de la mujer que alimentó a más de trescientas personas todos los días durante casi una semana, horas después de que el huracán derribó las líneas eléctricas y causó daños en las viviendas. Casi el sesenta por ciento de la isla aún se encuentra sin energía eléctrica.
“Muchos de los miembros habían sufrido daños en sus viviendas, pero sin embargo estaban preocupados por otros”, dijo Johnson. “Me sentí tan emocionado y conmovido, sin saber qué decir cómo mostraron el amor de Cristo a otras personas gracias a su dedicación para alcanzar a los demás”.
Los líderes de la iglesia adventista Shiloh se prepararon días antes de que azotara el huracán para ayudar a los de las comunidades cercanas como ya lo habían hecho después de otras tormentas.
Según Johnson, seis iglesias adventistas de Freeport sufrieron daños, aunque no han suspendido sus actividades regulares, con excepción de la iglesia adventista Westend, en el extremo oeste de la Gran Bahamas, que sufrió importantes daños estructurales, incluido daños en la parte interior de la iglesia.
Leonardo Rahming, director de ADRA en la región del Caribe Atlántico, dijo que se han distribuido artículos en ambos campos eclesiásticos, en la región norte y sur de Bahamas, con el propósito de ayudar con las necesidades inmediatas de los afectados. “Los voluntarios de ADRA han estado en el lugar, siendo fundamentales a la hora de brindar asistencia inmediata a las familias vulnerables con paquetes de alimentos, toldos, mantas, estufas portátiles y otros artículos”, dijo Rahming.
Las compañías de seguro están estimando que costará más de 400 millones de dólares el proceso de recuperación de los daños causados por el Huracán Matthew tan solo en las Bahamas, expresó Rahming. “Se nos hizo difícil tratar de satisfacer las necesidades de los afectados la semana pasada”, dijo. Hay un número de aviones de carga y barcos que viajan a las Bahamas desde los Estados Unidos, y no resulta difícil conseguir los artículos, dijo Rahming, pero aún existe la necesidad urgente de conseguir materiales para techos, colchonetas, artículos de limpieza, artículos para bebé, prendas de vestir, agua, repelente de mosquitos, linternas y artículos similares. Rahming se encuentra actualmente en Miami, adquiriendo artículos para enviar a Bahamas que puedan asistir a la distribución que lleva a cabo ADRA.
Sur de Bahamas. El sábado 15 de octubre, los líderes de la iglesia volaron a Andros Norte en el Sur de Bahamas para llevar agua, artículos enlatados y prendas de vestir para decenas de miembros de iglesia de la iglesia adventista de Lowe Sound. La iglesia sufrió daños mínimos por la inundación, pero el culto del sábado contó con muchos testimonios de la protección y la bondad de Dios en medio de la tormenta.
El huracán produjo una devastación significativa en el pueblo de Lowe Sound, dijo Johnson.
“Ver cómo se movieron los edificios de donde solían estar firmes fue algo impresionante”, dijo Johnson. “La gente sufrió una suerte de tsunami cuando llegó el huracán trayendo olas de cuatro metros a la isla. Los miembros tuvieron que huir para ponerse a salvo y muchos fueron rescatados de sus altillos debido a que estaban en zonas bajas”.
La iglesia distribuyó artículos a setenta miembros y visitas que asistieron ese día a la iglesia. Los líderes de la iglesia de la Asociación Sur de Bahamas han estado visitando la isla de Andros Norte cuatro veces desde el paso del huracán para llevar artículos y ofrecer ayuda y apoyo espiritual. ADRA ha provisto generadores, motosierras y materiales a ambas asociaciones para colaborar con los esfuerzos de recuperación, dijo Rahming. La isla espera recuperar la electricidad antes de fines de noviembre, contó.
La próxima semana, los servicios de Adventist Risk Management (la compañía de seguros de la Iglesia Adventista) evaluará los daños a las iglesias e instituciones educativas adventistas. Los dos colegios secundarios que operan en las Bahamas volvieron a clases esta semana, dijo el doctor Johnson. Ahora está llegando ayuda del gobierno y de otras organizaciones para todos los afectados. “Ambos territorios eclesiásticos de las Bahamas están recolectando alimentos enlatados y prendas de vestir de parte de las iglesias y los miembros de las Islas Caimán y de Turcos y Caicos, que también han enviado fondos”, dijo Johnson. ADRA Interamérica también ha enviado fondos para ayudar a los afectados por el huracán.
Si desea más información sobre la Iglesia Adventista del Séptimo Día en la Unión del Caribe Atlántico, visite atcunion.org
Traducción de Marcos Paseggi