El motociclista adventista Marcel Matto (derecho), habla con otros motociclistas en un evento en Argentina en septiembre pasado. Universidad Adventista del Plata

19 de octubre de 2016 | Crespo, Argentina | Marcos Paseggi/Adventist Review

El hombre de cabellos largos y rostro curtido, que llevaba un chaleco y botas de motociclista apareció sin avisar para el culto del sábado en una iglesia adventista recién dedicada en Crespo, en la región central de Argentina.

La iglesia de Crespo Norte, la segunda iglesia adventista en un pueblo de 18 mil habitantes, acababa de transformarse en una congregación plena después de haber comenzado como un centro de influencia que ofrecía charlas de salud y clases de cocina vegetariana a la comunidad. A pesar de sus comienzos poco convencionales, ver a un experimentado motociclista como Carlos Román era algo fuera de lo común para esa congregación más bien convencional.

Cuando Román regresó a la semana siguiente, Marcel Matto, un miembro de iglesia apasionado por las motocicletas decidió conversar con él.

Matto se enteró que Román había terminado en la iglesia de Crespo Norte después de leer el mandamiento del sábado en la Biblia y de salir a buscar una iglesia que adorara a Dios en ese día. Al mismo tiempo, Román tenía el sueño de usar su devoción por las motocicletas para compartir su nueva fe.

Carlos Román es abrazado por un motociclista adventista inmediatamente después de su bautismo en agosto de 2016. (AMM Libertador San Martín)

Ese encuentro informal entre dos motociclistas sería el primero de muchos que involucraron a Román en la misión adventista aun antes de que fuera bautizado en la Iglesia Adventista del Séptimo Día en agosto pasado. Esas interacciones iniciales, sin embargo, no podrían haber dado buenos resultados de no ser porque Matto, que es carpintero de profesión, había decidido un tiempo antes unir sus esfuerzos a los de otros amigos adventistas apasionados por las motocicletas para crear una delegación local del Adventist Motorcycle Ministry (Ministerio Adventista de Motociclistas), un ministerio de apoyo de la Iglesia Adventista que busca satisfacer las necesidades espirituales de los motociclistas y de otros grupos a menudo ignorados de la sociedad.

De un motociclista a otro
El Adventist Motorcycle Ministry fue establecido en 2008 por un grupo de pastores y laicos en la iglesia adventista de Fort Myers, en el estado de Florida, Estados Unidos, bajo el lema: “Cada excursión es una misión”.

Ocho años después, el floreciente ministerio se ha expandido a otras delegaciones en quince estados de los Estados Unidos y más de una decena de países en cinco continentes, según su sitio web, adventistmotorcycleministry.org. El ministerio se esfuerza por seguir en los pasos de Cristo al satisfacer las necesidades de las personas allí donde se encuentran, atendiendo de manera especial a los motociclistas en sus eventos y encuentros.

Desde el comienzo, “se acordó que [el Adventist Motorcycle Ministry] sería un ministerio y no un club”, dice la sección del sitio web que relata la historia de la organización.

Los miembros se comprometen no solo a andar juntos en motocicleta sino también llegar a ser parte de “un ministerio que busca crear conciencia sobre la Iglesia Adventista del Séptimo Día y ganar almas para el reino de los cielos”, expresa el sitio web. “Nuestra misión es compartir las buenas nuevas mientras andamos en motocicleta con una misión definida”.

En Argentina, Matto es el líder de la primera delegación local denominada Adventist Motorcycle Ministry L. S. Martín, que recibe su nombre de Libertador San Martín, un pueblo de 6 mil habitantes a unos 20 kilómetros al oeste de Crespo, y donde se encuentran dos destacadas instituciones adventistas, la Universidad Adventista del Plata y el Sanatorio Adventista del Plata.

“Somos apasionados por las motocicletas”, dijo Matto, quien junto con su esposa transfirieron su membresía a Crespo Norte cuando la congregación era tan solo un proyecto de establecimiento de una iglesia. “Por sobre todas las cosas, sentimos pasión por ayudar a las personas y llevarlas a Jesús”.

Un grupo de motociclistas practican ejercicios de estiramiento y relajación con una estudiante de kinesiología de la Universidad Adventista del Plata, en un evento para motociclistas en septiembre de 2016. (Universidad Adventista del Plata)

Listos para servir
Aun antes de la investidura oficial de la delegación local en agosto pasado, sus miembros ya eran bien conocidos en la región por estar presentes donde las personas más los necesitaban. Los motociclistas siempre están buscando oportunidades de ayudar a otros, distribuyendo alimentos y otros artículos en vecindarios de escasos recursos, regalando prendas de vestir y juguetes en orfanatos, o visitando a los enfermos o recluidos para ofrecerles palabras de aliento y una oración.
Unas semanas antes, el 12 de agosto, el ministerio de motociclistas fue lanzado oficialmente con una ceremonia de investidura en la iglesia de la Universidad, en el campus de la Universidad Adventista del Plata. Los miembros locales recibieron chalecos de cuero que ostentan en un lugar destacado el nombre del ministerio y el logotipo de la Iglesia Adventista. Se ofreció entonces una oración de dedicación.

“Siempre estamos buscando oportunidades de servir”, dijo Matto. “Estamos listos para trabajar con cualquiera, ya sea la policía local, el sanatorio adventista o cualquier otra organización que comparta nuestro entusiasmo y objetivos”.

Aun así, es comprensible que este ministerio sobre ruedas siente una predilección especial por reunirse y testificar a otros motociclistas. Sus miembros asisten a eventos y encuentros regionales para conversar y orar, compartir publicaciones cristianas, y ofrecer a otros motociclistas consejos de salud y para vivir mejor. A comienzos de septiembre, los motociclistas adventistas asistieron a un encuentro de otros 5 mil motociclistas en un parque de Diamante, un pueblo a unos 20 kilómetros al oeste de Libertador. Con la ayuda de los estudiantes de kinesiología de la universidad adventista, los motociclistas levantaron una tienda donde se ofrecieron consejos para una postura corporal correcta, ejercicios de estiramiento y masajes de relajación a decenas de motociclistas que habían pasado días viajando hasta el lugar del evento.

Alan Orellano, estudiante de tercer año de kinesiología, dijo que ante la perspectiva de trabajar con los motociclistas, en un primer momento se sintieron un tanto aprensivos.

“Éramos conscientes de que estábamos ingresando a un ámbito que no nos era común”, dijo Orellano. “Nos preguntábamos cómo reaccionarían los motociclistas y las visitas al encuentro”.

Sus temores, sin embargo, se esfumaron después de que los estudiantes y los motociclistas adventistas llevaron a cabo sesiones especiales de oración fuera de la tienda, pidiendo a Dios que les abriera las puertas para cumplir la misión.

“Los motociclistas mostraron un gran aprecio por los consejos de salud que recibieron y ante nuestro deseo de ayudarlos”, dijo Orellano. “Por sobre todas las cosas, fue una excelente oportunidad de testificar del mensaje que de corazón hemos abrazado”.

Un bautismo especial
Unas semanas antes, el 12 de agosto, el ministerio de motociclistas fue lanzado oficialmente con una ceremonia de investidura en la iglesia de la Universidad, en el campus de la Universidad Adventista del Plata. Los miembros locales recibieron chalecos de cuero que ostentan en un lugar destacado el nombre del ministerio y el logotipo de la Iglesia Adventista. Se ofreció entonces una oración de dedicación.

Carlos Román (en la última fila, al medio), posa con algunos miembros y partidarios de la nueva delegación argentina de AMM, en la ceremonia de investidura de la agrupación, en agosto de 2016.  (AMM Libertador San Martín)

La ceremonia se vio coronada por el bautismo de Carlos Román, el motociclista que había llegado a la iglesia adventista de Crespo Norte varios meses atrás. Román se convirtió así en el primer resultado directo de los esfuerzos misioneros del grupo.

“Tenemos grandes planes para el futuro”, dijo Román. “Queremos aumentar nuestra presencia en eventos regionales, al tiempo que también recorremos las iglesias adventistas de la zona para dar a conocer más nuestro ministerio”.

Y aunque acaso no todos los pasos futuros del ministerio estén claros en esta instancia, el grupo no tiene duda alguna de la fuerza que los motiva.

“Lo que queremos es usar los medios que tenemos para compartir este mensaje de esperanza”, dijo Román.

Traducción de Marcos Paseggi

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