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El abogado adventista Jon Daggett habla en la conferencia LEAD en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos, el 6 de octubre de 2016. Imagen de Brent Hardinge/ANN /caption]

7 de octubre de 2016 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Andrew McChesney, editor de noticias, Adventist Review

La contratación de docentes adventistas para que trabajen en las instituciones educativas adventistas no solo puede ayudar a llevar adelante la misión de la iglesia, sino que también se está volviendo un imperativo legal para minimizar las demandas legales, dijo un abogado.

Las instituciones educativas adventistas pueden protegerse de los litigios relacionados con la homosexualidad y otras cuestiones sociales controvertidas si contratan docentes adventistas comprometidos y se aseguran de que las posturas de los empleados están en línea con la misión de la iglesia, dijo Jon Daggett, un abogado adventista de la compañía legal Hiroshima Daggett, que ha representado a la iglesia en las cortes de California.

“No les estoy diciendo que salgan y encuentren a esas personas y las echen”, dijo Daggett en un encuentro de educadores adventistas en la sede central de la Iglesia Adventista mundial en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos.

“Lo que les estoy diciendo es que tenemos que ser muy cuidadosos en las contrataciones. Necesitamos ser muy cuidadosos en la supervisión. Y si nuestras instituciones tienen individuos que acaso no están plenamente alineados con la declaración de misión de la institución educativa, entonces la escuela necesita participar del proceso de tratar esas cuestiones con esos individuos”.

Daggett, quien también trabaja como asesor legal general del Colegio Unión del Pacífico en California, habló ante los líderes adventistas se reunieron para una Conferencia LEAD dedicada a la educación del 5 al 7 de octubre. Los oradores durante la conferencia enfatizaron que la educación adventista fue clave para el cumplimiento de la misión de la iglesia de compartir el evangelio. Lisa Beardsley-Hardy, directora de educación de la Iglesia Adventista mundial, y otros hablaron con preocupación sobre la disminución continuada de docentes adventistas que son empleados en las 8200 instituciones educativas adventistas en el mundo. Los no adventistas suman en el presente alrededor del 29 por ciento de los más de cien mil docentes empleados por la iglesia.

“¿Cómo vamos a lograr nuestro propósito si los docentes son de otra religión o de ninguna?”, preguntó Beardsley-Hardy el miércoles a los asistentes a la conferencia.

En su encuentro con los educadores adventistas, Daggett dijo que un reciente proyecto de ley en California que habría puesto fin a las subvenciones estatales para las instituciones educativas que trataran de manera diferente a las personas sobre la base de su identidad sexual era un ejemplo importante de los desafíos legales que las instituciones adventistas enfrentarán en los próximos meses. La legislación, el Proyecto de Ley del Senado 1146, fue modificado finalmente para quitar todo lenguaje que habría afectado seriamente a las instituciones educativas adventistas, pero Daggett dijo que esperaba un borrador de proyecto de ley con palabras más duras para el año próximo o algo así.

“Algunas de nuestras instituciones, dependiendo de dónde se encuentren, tendrán que luchar para sobrevivir en los próximos dos años”, dijo.

Las instituciones educativas adventistas también podrían pasar momentos difíciles debido a las asociaciones seculares de acreditación cuya visión no está alineada con la de una institución adventista, dijo.

“Creo que vamos a tener más y más problemas con los organismos seculares de acreditación, en especial con las leyes de identidad sexual”, dijo Daggett.

Para evitar estas dificultades legales, las instituciones educativas adventistas deberían asegurarse de que sus estatutos, manuales de los fideicomisarios, y contratos para empleados y estudiantes, que expresen con claridad su identidad distintiva y misión adventistas, dijo.

“Es importante que nuestras instituciones educativas tengan en claro quiénes son y qué son y qué es lo que hacen, porque las cortes analizan en último término esas cuestiones”, dijo Daggett.

El abogado también expresó que la iglesia a menudo puede usar la libertad religiosa como defensa, pero que en casi todos los casos la corte analizará los documentos entre la institución y sus empleados, padres y estudiantes como un contrato. Al hacerlo, las cortes tienen que analizar los estatutos, los manuales y otros documentos de gobierno o reglamentarios de la institución.

“Van a preguntarse: ‘¿Qué están representando a los estudiantes? ¿Qué están presentando a los empleados sobre lo que son y lo que esperan de ellos?’”, dijo. “En último término, si una corte analiza la situación, lo analiza como una cuestión contractual. Todo tiene que expresar con claridad que somos adventistas del séptimo día”.

Daggett animó de manera especial a las instituciones educativas adventistas, para que sean diligentes a la hora de decidir a quién designan en sus juntas. Dijo que las instituciones educativas no deberían ceder a la tentación de designar miembros de junta sobre la base de su disponibilidad en lugar de su compromiso con la misión de la iglesia.

“Estar en una junta es un cargo fundamental”, dijo. “Necesitamos tener mucho cuidado con los miembros de la junta, cómo los buscamos, por qué proceso de escrutinio pasan, y cómo nos aseguramos de que estén de acuerdo con nuestra misión”.

Traducción de Marcos Paseggi

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