Cientos de personas recibieron sus certificados durante la ceremonia especial de graduación llevada a cabo en la iglesia adventista Central de San Salvador, El Salvador, el pasado 17 de enero de 2017. Más de quinientas personas completaron el programa de alfabetización patrocinado por la División Norteamericana, la División Interamericana, y el Ministerio de Educación de El Salvador. Imagen de El Salvador. Imagen de Fabricio Rivera/DIA

31 de enero de 2017 | San Salvador, El Salvador | Fabricio Rivera/DIA

La Iglesia Adventista de El Salvador celebró hace poco su programa de alfabetización que ya cumplió una década al graduar más de quinientas personas que ahora saben leer y escribir. Los estudiantes, en su mayor parte adultos, mostraron grandes sonrisas mientras sostenían sus certificados, durante un programa especial llevado a cabo en la iglesia adventista Central de Sal Salvador el pasado 17 de enero de 2017.

Una de las estudiantes es felicitada por Bill Knott, editor de la Adventist Review, y por otros líderes de la iglesia, durante la ceremonia de graduación del pasado 17 de enero. Imagen de Dan Weber/NAD

“Hoy es un día histórico para la Iglesia Adventista del Séptimo Día, porque muchos sueños se han cumplido en relación con la alfabetización adulta en nuestro país”, dijo el pastor Abel Pacheco, presidente de la Iglesia Adventista en El Salvador.

Pacheco agradeció a los principales líderes de la División Norteamericana y de la División Interamericana por brindar su apoyo en la lucha contra el analfabetismo en El Salvador.

Según Pacheco, se ha graduado a un promedio de 2500 personas por año por medio de los círculos literarios enseñados por docentes o coordinadores voluntarios de las iglesias y escuelas adventistas. Entre los estudiantes hay jóvenes, pero más del ochenta por ciento son adultos mayores, contó.

Los estudiantes hacen las tareas como parte de sus clases de alfabetización. Imagen de Dan Weber

Gracias a fondos de Hope for Humanity de la División Norteamericana y la sede de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales de Interamérica (ADRA Interamérica), la iniciativa de alfabetización ha estado funcionando durante más de una década. Este proyecto llevó a que el Ministerio de Educación de El Salvador decidiera incorporarse para fortalecer la campaña nacional contra el analfabetismo.

Angélica de Paniagua, directora de Educación Nacional para Adultos del Ministerio de Educación, felicitó y agradeció a la Iglesia Adventista y sus voluntarios por sus contribuciones para erradicar el analfabetismo en El Salvador.

Según estadísticas del Ministerio de Educación (MINED) de 2015, hay en el país un índice de analfabetismo de 10.83 por ciento entre los mayores de 14 años. Como El Salvador suma casi 6,3 millones de habitantes, eso significa que en el país hay más de 681 mil personas que no saben leer ni escribir.

El pastor Abel Pacheco, president de la Iglesia Adventista en El Salvador, ora durante la ceremonia de graduación. Imagen de Fabricio Rivera/DIA

El Ministerio de Educación brinda libros de textos y artículos escolares para la alfabetización, además de centros comunitarios, escuelas y coordinadores, mientras que la iglesia brinda lugares de reunión como las iglesias y escuelas, así como coordinadores varias veces a la semana, durante el programa de alfabetización, que tiene una duración de ocho meses.

Ser testigo del crecimiento de la iniciativa en El Salvador brindó mucha satisfacción a Maitland DiPinto, director de participación comunitaria de Servicios Comunitarios Adventistas, y coordinador de Socios en Misión, ambos de la División Norteamericana.

DiPinto supo hace mucho de la necesidad de alfabetización entre los miembros de iglesia de la División Interamericana y trabajó en sociedad con Wally Amundson, quien hace poco se jubiló después de ser director de ADRA Interamérica, para establecer programas de alfabetización en Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, y la República Dominicana. Se estima que del 20 al 25 de los miembros de iglesia no sabía leer ni escribir, dijo DiPinto.

Maitland DiPinto, director de participación comunitaria de Servicios Comunitarios Adventistas, y coordinador de Socios en Misión, ambos de la División Norteamericana, habla sobre la expansión de la iniciativa de alfabetización, mientras David Poloche, director de ADRA Interamérica, oficia de intérprete. Imagen de Fabricio Rivera/DIA

“Los adventistas del séptimo día somos personas que creen en la Palabra de Dios, y leerla es importante para nuestro crecimiento espiritual. Por ello, brindar herramientas para que los miembros puedan estudiar la Biblia, la lección de la Escuela Sabática, y poder cantar usando el himnario era parte de nuestro objetivo en nuestra iniciativa”, dijo DiPinto. A su vez, ellos pueden beneficiarse al conseguir mejores empleos, ayudar a sus hijos con las tareas escolares y compartir el evangelio en sus comunidades.

“Nuestros docentes o coordinadores llegan a ser mentores, porque están en contacto con las personas tres o cuatro veces por semana en círculos de alfabetización y, como resultado, muchos terminan uniéndose a la iglesia”, explicó DiPinto.

Los coordinadores son los héroes no reconocidos, dijo DiPinto. “Trabajan duro, y son tan fieles y están muy comprometidos con la tarea de enseñar a que otros aprendan a leer y escribir”.

El coordinador Rafael García enseña a dos de los estudiantes de su círculo de alfabetización en San Salvador. Imagen de Dan Weber/DIA

Hay unos 267 voluntarios capacitados, en su mayoría jóvenes de las iglesias adventistas, que colaboran como coordinadores en diversas partes del día, según Juan Pablo Ventura, director de ADRA El Salvador.

Rafael García Sánchez fue uno de los que habló durante la ceremonia de graduación. García asistió hace años a un círculo literario, y ha sido uno de los coordinadores de un círculo literario de ADRA.

García comenzó a colaborar como voluntario sin intenciones de unirse a la iglesia, pero mientras enseñaba a otros a leer y escribir, aprendió sobre la Iglesia Adventista. “Estaba buscando paz en medio de algunos problemas personales, y pronto me incorporé a un grupo de estudio de la Biblia, y más tarde fue bautizado”, dijo García, que es sociólogo y se siente feliz de enseñar con ADRA, porque siente que es parte del cambio que necesita el país.

Edith Ventura (izquierda) y Jorge Arnoldo Ventura sostienen sus certificados después de completer el sexto nivel del programa de alfabetización en El Salvador. Imagen de Dan Weber/NAD

Ser parte del cambio es lo que lo que entusiasma y ha comprometido a los líderes para continuar con la iniciativa de alfabetización.

Hasta el momento, la División Norteamericana ha donado miles de dólares por año para financiar el programa de alfabetización en El Salvador, realizando contribuciones iguales a las que brinda la División Interamericana y la Unión Salvadoreña de la Iglesia Adventista.

“Nos sentimos tan agradecidos de que este programa de alfabetización nos ha brindado un mayor impacto de evangelismo en nuestro país, dado que muchas personas están aprendiendo de Jesús”, dijo Pacheco. El presidente de la Iglesia Adventista en el territorio también anunció que su objetivo es que cada una de las 757 iglesias adventistas del país sea un centro de alfabetización.

DiPinto se siente feliz de continuar coordinando la iniciativa de alfabetización, porque dijo que la División Norteamericana está interesada en trabajar con otras divisiones de la iglesia mundial para promover la misión de la iglesia.

Durante el próximo Concilio de Primavera de la Iglesia Adventista mundial, los principales líderes de la División Norteamericana y de la División Interamericana firmarán un Memorando de Entendimiento para continuar formalmente el trabajo conjunto en apoyo del ministerio de alfabetización para los próximos cinco años.

Un estudiante lee su nueva Biblia después de completar el programa de alfabetización. Imagen de Fabricio Rivera/DIA

Bill Knott, editor general y ejecutivo de Adventist Review y de Adventist World Magazine asistió a la ceremonia de graduación y dijo que las revistas se acoplarán a la División Norteamericana para incrementar el apoyo a las iniciativas de alfabetización en diversos lugares del mundo.

En el próximo número de la revista Adventist World de Abril 2017 se presentará al programa de alfabetización de El Salvador como motivador para que los lectores de todo el mundo apoyen los esfuerzos de alfabetización de la iglesia, dijo Knott.

“Adventist World se ha comprometido para invitar a sus lectores a que reúnan 100 mil dólares para los esfuerzos de alfabetización durante 2017”, dijo Knott. “Nos hemos comprometido con una campaña continua de recolección de fondos durante tres años, por medio de nuestras ediciones impresas de un millón y medio de ejemplares por mes y nuestos sitios web, lo que permitirá que nuestros lectores contribuyan mediante sus tarjetas de crédito, PayPal o por envíos en el correo postal”.

Cada graduado del programa de alfabetización recibió de regalo una Biblia.

En El Salvador hay más de 198.700 adventistas, que se reúnen en 757 iglesias y 222 congregaciones.

Si desea saber más sobre la Iglesia Adventista en El Salvador y sus programas, visite unionelsalvador.org

 

Traducción de Marcos Paseggi

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