Lo que quedó del Templo Adventista de Horeb en Port Salut, en el sur de la península en Haití, el 22 de febrero de 2017. Setenta templos adventistas fueron destruidos o se dañaron cuando el Huracán Matthew devastó la región en octubre de 2016. Imagen por Libna Stevens/IAD

9 de marzo de 2017 | Port Salut, Haití | Libna Stevens – DIA

Cinco meses después de que el Huracán Matthew devastara la península sur de Haití, la Iglesia Adventista del Séptimo Día está todavía tratando de encarar la situación, ayudando a los miembros en la restauración de su propia vida y la reconstrucción de docenas de iglesias.

El Pastor Jean Mathieu Mitchel, secretario ejecutivo de la iglesia en el Sur de Haití, dice que miles de miembros de iglesia fueron afectados por el huracán. Imagen por Libna Stevens/IAD

El huracán provocó aludes de lodo, hizo que colapsaran puentes y carreteras, destruyó hogares y templos y desplazó a miles de personas.

Nueve miembros de iglesia perdieron la vida y aproximadamente 70 templos fueron destruidos, dijeron los ancianos locales de la zona sur de Haití. También recibieron daños cinco escuelas adventistas, y una escuela en Jérémie quedó totalmente destruida.

“Tenemos más de 3,000 miembros de iglesia que fueron afectados por el huracán que azotó sobre nosotros”, dijo el Pastor Jean Mathieu Mitchel, secretario ejecutivo de la Misión Sur de Haití. “Miles de nuestros miembros perdieron sus hogares y muchos están viviendo en asentamientos creados con carpas o tiendas de campaña”.

Las iglesias vecinas de las regiones central, norte y noroeste de Haití, han estado enviando ropa y alimentos para ayudar a sus hermanos en la fe en el sur, dijo.

La atención de las necesidades inmediatas de los miembros ha sido una prioridad, dijo el Pastor Mitchel. “El alimento y el techo son importantes, pero estamos esforzándonos también en ayudarlos a mantener su fe cimentada en Dios a través de esta experiencia”, añadió. “Este es un gran desafío y estamos pidiendo a Dios en oración que nos ayude”.

La oración y el ayuno se han duplicado entre los miembros. Cada último miércoles de cada mes, los miembros y los empleados de la iglesia dedican tiempo para ayunar y orar en favor de que Dios dirija la reconstrucción de su vida y la reconstrucción de las 70 casas de adoración que quedaron dañadas en la zona del sur de Haití, explicó el Pastor Mitchel.

Muchos en el sur de Haití están tratando de proporcionar albergue a su familia con aquello que puedan encontrar. Imagen por Libna Stevens/DIA

Parte del Templo Adventista Horeb, en la comunidad costera en Port Salut, exhibe las marcas dejadas por Matthew. El techo quedó totalmente destruido y una de las paredes laterales quedó unida a la pared de atrás. Este templo no es nada de lo que era antes, dijeron los dirigentes.

“Este es un bello lugar, con vista al océano y al cielo azul, pero es como si un terremoto hubiera venido y hubiera destruido todo”, dijo Joseph Jacob Charles, ex pastor del Templo Adventista Horeb, quien actualmente es el director financiero de la oficina de ADRA Haití en Port-au-Prince.

El director Charles estaba recordando aquellos tiempos en que pastoreaba a los 200 miembros de la Iglesia Adventista Horeb. Iba de paso, en su camino rumbo a la supervisión del programa ADRA Haití, a docenas de kilómetros de distancia, en Roche-à-Bateau, pero hizo un alto para visitar este lugar.

Los miembros se reúnen en el Templo Horeb muy temprano los sábados de mañana. Algunos toman asiento en bancas ubicadas afuera, o bajo los árboles, para cantar y adorar, tan temprano como las 6:00 de la mañana, dijo el director Charles.

La Iglesia Adventista Horeb no es más que uno solo de los 70 templos que todavía necesitan reconstruirse, dijo el Pastor Pierre Caporal, presidente de la iglesia en Haití, quien rutinariamente visita a los dirigentes y a los miembros en la zona sur.

Unas cuantas bancas colocadas afuera del Templo Adventista Horeb, en donde los miembros se reúnen para las clases de Escuela Sabática. Imagen por Libna Stevens/IAD

“La fe de nuestros miembros de iglesia es tan fuerte, que creen en buscar primeramente a Dios, antes que el alimento”, dijo el Pastor Caporal. Los miembros de una iglesia adventista se rehusaron a recibir alimentos de parte de una agencia gubernamental cercana, los sábados de mañana, explicó el Pastor Caporal.

“No podemos abandonar a Dios para ir a buscar comida, porque este es el día de Dios en el que le agradecemos por todas sus bondades”, es lo que el Pastor Caporal escuchó durante una de sus visitas a la región sur de Haití, que cuenta con casi 90,000 adventistas del séptimo día.

Dijo también que personalmente está trabajando con un equipo de ingenieros para diseñar templos más sencillos que habrán de construirse. El Pastor Caporal piensa tener lista muy pronto una propuesta formal para presentarla a los directivos de la División Interamericana. La División Interamericana proveyó fondos monetarios para ayudar a los afectados por el huracán, muy pronto después de que golpeara la isla.

El Pastor Caporal agradece todas las ayudas. Está agradecido con la Asociación Sur de Nueva Inglaterra, en la División Norteamericana, por contribuir con fondos monetarios para la reconstrucción del templo y la escuela adventista en Beaumont, en Grand’Anse.

Los miembros de iglesia de todo Haití donaron fondos financieros durante la ofrenda anual de gratitud recogida en el mes de diciembre, recordó el Pastor Caporal.

“Dios es fiel y, vemos que su pueblo ha sido atendido y protegido en Haití”, concluyó el Pastor Caporal.

Hay más de 447,600 adventistas del séptimo día adorando en 1,083 iglesias y congregaciones en Haití. La iglesia opera un hospital, una universidad, una estación de radio y docenas de escuelas primarias y secundarias.

Traducción – Gloria A. Castrejón

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