Hagerstown, Maryland, United States - 15 mar 2017
14 de marzo de 2017 | Hagerstown, Maryland, Estados Unidos | Marcos Paseggi, corresponsal principal, Adventist Review
Una docente y administradora educativa adventista fue nombrada hace poco “Educadora Ambiental del Año” por una organización que apoya los esfuerzos de recuperación y la educación ambiental en el estado de Maryland, Estados Unidos.
Ophelia Barizo, que es profesora de ciencias y actualmente vicerrectora de promoción y del programa STEM en el Colegio Adventista de Highland View (HVA), una escuela secundaria adventista de Hagerstown, Maryland, Estados Unidos, recibió el honor que le otorgó la organización Chesapeake Bay Trust, una entidad sin fines de lucro que ha financiado la educación ambiental en HVA desde 1999.
“La nominación me tomó totalmente por sorpresa”, dijo Barizo en una declaración publicada por varios medios regionales de la iglesia hace unas semanas. Barizo también es la Coordinadora de Educación STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemática) en la Asociación de Chesapeake, la región eclesiástica que opera HVA.
El premio incluye 2500 dólares para proyectos ambientales en HVA, lo que se suma a una larga lista que proyectos ambientes llevados a cabo en el campus de esa institución cristiana coeducacional. “Los estudiantes y yo hemos participado en varios proyectos de conservación a lo largo de los años”, dijo Barizo en una entrevista con la Adventist Review . “La Chesapeake Bay Trust ha provisto los fondos para incrementar el número de árboles y plantas nativas en el campus, junto con otros proyectos de restauración y conservación, así como excursiones de estudio en la Bahía de Chesapeake y su cuenca”.
El título de “Educadora Ambiental del Año” viene a sumarse a una larga lista de logros profesionales de Barizo. En sus más de dos décadas en HVA, ha sido responsable de conseguir más de 800 mil dólares para proyectos de parte de donantes públicos y privados. Compañías importantes han financiado diversos proyectos que buscan proteger la flora de la Cuenta de Chesapeake, una región que incluye parte de seis estados orientales de los Estados Unidos y Washington D.C., además de otros proyectos innovadores para las clases. La Fundación Toyota USA, por ejemplo, financió un proyecto estudiantil dirigido por Barizo que buscó crear una base de datos de los hongos silvestres y macrohongos de los bosques del Condado de Washington, en Maryland. En 2011, el proyecto “Toyota Tapestry” fue incluido en libro de texto de ciencias de Pearson titulado Tu mundo, tu turno .
Barizo también ha sido Becaria Educadora Distinguida Albert Einstein del Directorado de Ingeniería de la Fundación Estadounidense de Ciencias (NSF) en Washington D.C. El programa ofrece a profesores seleccionados de STEM una oportunidad de cumplir funciones en el ámbito nacional de creación y discusión de políticas públicas, e incluyó trabajar en estrecha conexión con distinguidos docentes y profesionales de ciencias de los Estados Unidos y del mundo.
“[Barizo] es un tremendo valor para HVA y todas nuestras instituciones educativas en la Asociación de Chesapeake”, dijo Mark Walker, supervisor interino de instituciones educativas de la Asociación de Chesapeake. “Apreciamos sus muchas contribuciones, especialmente en el área de promoción de STEM”.
Kim Brown, que fue secretaria de admisión y vicerrectora de HVA, además de colega de Barizo durante doce años, se muestra de acuerdo. “Ophelia siempre ha tenido un amor sincero por la educación cristiana, y ha seguido brindando a sus estudiantes oportunidades maravillosas de integrar experiencias prácticas de aprendizaje de STEM como parte del currículo diario”.
Todo el corpus de los proyectos de investigación y premios de Barizo, sin embargo, no opacan el hecho de que ella es, en primer lugar y por sobre todo, una docente cristiana. A lo largo de los años, ha llevado a sus estudiantes a muchas excursiones de estudio en canoa, botes de trabajo científico, y embarcaciones de vela para llevar a cabo pruebas al agua e identificar a la vida salvaje. En estas y otras experiencias de aprendizaje similares, reconoce ella, ha hallado muchas oportunidades para integrar la fe con la enseñanza-aprendizaje.
“Trato de establecer conexiones según se presenten las oportunidades, y se presentan muchas”, dijo Barizo, que explicó que estudiar el medio ambiente le ayuda a enseñar a sus estudiantes sobre la mayordomía y la conservación. “Trato de dejar la impresión en mis estudiantes de que lo académico es importante, pero que nada es más importante que una relación con Dios”, dijo. “Espero que al enseñar a mis estudiantes, pueda animarlos a fortalecer esa relación con el Maestros de los maestros, el Creador del universo”.
Samantha Young colaboró con esta noticia.