Arthur Stele, vicepresidente de la Iglesia Adventista, presenta la “Declaración sobre transexualidad” durante el Concilio Anual 2017 en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos. Imagen de Brent Hardinge/ANN

Publicado el 12 de abril de 2017 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos |

Los miembros de la Junta Ejecutiva de la Iglesia Adventista del Séptimo Día votaron aceptar una declaración sobre transexualidad el pasado 11 de abril. El documento fue votado en el primer día del Concilio Anual, uno de los dos encuentros administrativos principales de la iglesia mundial.

Aunque la declaración reconoce “la limitación de nuestros conocimientos en instancias específicas”, el documento de 1400 palabras busca definir en primer lugar los términos claves usados comúnmente para referirse al tema, para entonces efectuar una revisión de los principios bíblicos relacionados con la sexualidad y lo que denomina “el fenómeno de la transexualidad”. La sección de principios bíblicos está basada en la creencia de que “las Escrituras brindan principios de orientación y consejo a los transexuales y a la iglesia, que trascienden las convenciones humanas y la cultura”. Finalmente, incluye algunos consejos para los líderes y miembros de iglesia que interactúan con visitas o partidarios transexuales en sus congregaciones.

Definición y proceso

La declaración, que cita la última edición del Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales, recuerda que la transexualidad, antes diagnosticada clínicamente como “trastorno de la identidad de género”, y ahora denominada “disforia de género”, puede entenderse como un término general para describir la variedad de maneras en las que los individuos interpretan y expresan su identidad de género de manera diferente de los que determinan su género sobre la base del sexo biológico. “La disforia de género se manifiesta de una diversidad de maneras, lo que incluye fuertes deseos de ser tratado como el otro género o de liberarse de las características de su sexo, o una firme convicción de que se tienen sentimientos y reacciones típicas del otro sexo”, expresa la declaración.

La declaración explica que “debido a tendencias contemporáneas de rechazar el género binario bíblico (hombre y mujer) y remplazarlo con un creciente espectro de tipos de género, ciertas elecciones motivadas por la condición transexual han llegado a ser consideradas como normales y aceptadas en la cultura contemporánea”. Estas tendencias, expresa el documento, presenta problemas para los que creen en la Biblia, dado que “el deseo de cambiar o vivir como alguien del otro sexo puede resultar en elecciones de estilo de vida inapropiadas según la Biblia”.

“No es un tema fácil”, admitió Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista, al explicar la razón de ser de la declaración, “y no teníamos nada por escrito sobre este tema en particular”. Wilson explicó que el foco de la declaración estuvo en el marco bíblico como fundamento para hacer frente al tema, no en casos particulares. Entonces, dijo, “las diversas regiones pueden usar ese marco bíblico para darle una aplicación más regional”.

Wilson también compartió que se hicieron muchos esfuerzos para incluir tantos expertos en el campo como fuera posible. Sus palabras fueron repetidas por Artur Stele, uno de los vicepresidentes de la Iglesia Adventista y presidente de la comisión que supervisó el proceso de preparar el documento. “Muchos grupos y comisiones han estado participando a la hora de ofrecer orientación y consejo”, dijo Stele. Según él, el Instituto de Investigaciones Bíblicas (BRI), un colaborador importante con el documento, “buscó el asesoramiento, el consejo y los aportes de teólogos, especialistas médicos y psicólogos tanto de dentro como de fuera de la iglesia”. “El principal objetivo [de la comisión] fue brindar un enfoque bíblico y basado en Cristo”, expresó.

Una breve reseña histórica

Brasil de Souza, director del BRI, repasó el comienzo del proceso, que fue lanzado de manera no oficial, dijo él, cuando el exdirector del BRI Ángel Manuel Rodríguez publicó un artículo en el boletín del BRI con el título “Cirugía de cambio de sexo: Una opinión” allá por abril de 2008.

Para 2013, el BRI estaba recibiendo solicitudes de parte del campo mundial de brindar asesoramiento en situaciones específicas, tales como el casamiento entre transexuales y una petición de cambio de nombre en un certificado de bautismo. Situaciones como esas, dijo de Souza, marcaron el comienzo de un largo proceso que aún no ha terminado.

La presentación de la declaración, que se pensó incluir originalmente en la agenda del Concilio Anual 2016 en octubre pasado, fue pospuesta hasta el Concilio de Primavera 2017 para permitir consultas y escrutinio adicionales. La versión compartida con los miembros de la Junta Ejecutiva es la vigésimo primera, y acaso no sea la última, dijeron los líderes.

Principios bíblicos generales

La declaración se basa en la convicción de que, aunque la Biblia no habla específicamente de la transexualidad, pueden derivarse algunos principios de ella que arrojen luz sobre el análisis del tema, en especial los que se desprenden de la historia de la creación. Por ello, nos recuerda que “Dios creó al ser humano como dos personas que se identifican respectivamente como hombre y mujer en términos de género”, y de que “la Biblia vincula inextricablemente el género con el sexo biológico”, “sin [hacer] distinciones entre los dos”. “Por ello”, expresa, “la identidad sexual no puede ser independiente del cuerpo propio”.

La declaración también recuerda que, como resultado del pecado, “nuestras emociones, sentimientos y percepciones no son indicadores plenamente confiables de los diseños, ideales y la verdad de Dios”. Por esta razón, expresa la declaración, “aunque la disforia de género no es intrínsecamente pecaminosa, puede resultar en elecciones pecaminosas”, otro indicador, expresa el documento, de que “a nivel personal, los seres humanos son parte del gran conflicto”.

Implicaciones para la vida de la iglesia

Dentro de la vida de la iglesia local, el documento expresa que “mientras los transexuales se comprometan a ordenar sus vidas de acuerdo con las enseñanzas bíblicas sobre la sexualidad y el matrimonio, pueden ser miembros de la Iglesia Adventista”. Asimismo, “la iglesia advierte en firmes términos a los transexuales sobre las cirugías de reasignación de sexo y el matrimonio, si es que han sido sometidos a esos procedimientos”.

Al enfatizar principios bíblicos adicionales sobre el amor y la compasión, la declaración recuerda que “la Biblia ordena a los seguidores de Cristo que tienen que amar a todos” y tratarlos “con dignidad y respeto”. También expresa que “las acciones que buscan ridiculizar, abusar o intimidar a los transexuales son incompatibles con el mandamiento bíblico” de amarnos unos a otros. Asimismo, hace un llamado a la iglesia para que sea “un refugio y un lugar de esperanza, cuidado y comprensión para todos los que se sienten perplejos, están sufriendo, luchando y están solos”.

Al igual que con cualquier otro pecado, el documento recuerda que “los pecados sexuales cometidos por los heterosexuales, transexuales u otros pueden ser perdonados, y las vidas pueden verse transformadas mediante la fe en Jesucristo”.

Por último, expresa que los que experimentan una incongruencia entre su sexo biológico y la identidad de género “son invitados a reflexionar en el plan original de Dios de pureza y fidelidad sexual”. El documento culmina declarando que “junto con todos los creyentes, se invita a los transexuales a que esperen en Dios, y se les ofrece la plenitud de la compasión, la paz y la gracia divinas, en anticipo del pronto regreso de Cristo, cuando todos los verdaderos seguidores de Cristo serán restaurados plenamente al ideal divino”.

Reacciones de los integrantes de la junta

La mayoría de los integrantes de la junta que hablaron sobre la moción expresaron que, sin bien sienten que la declaración sobre transexualidad no es la palabra final sobre el tema sino parte de un proceso continuado, valoran que la iglesia haya decidido hacer frente al tema. “Apreciamos muchísimo sus esfuerzos”, dijo Andrea Luxton, rectora de la Universidad Andrews, entre otros. “Gracias por preparar este documento”.

“Sé que no está necesariamente complete”, concordó Neil Nedley, un miembro laico de la Junta Ejecutiva. “El proceso por cierto continuará”.

Mientras tanto, Allan Handysides, exdirector del departamento de Ministerios de Salud de la iglesia mundial, hizo un llamado apasionado para que se evite ver esta condición como tan solo un “fenómeno”. “Estamos hablando de personas”, dijo. “Los transexuales son seres humanos”.

Handysides enfatizó que a veces, los miembros de iglesia se muestran distantes de la realidad que presenta esta cuestión. Sobre la base de su extensa experiencia como médico, Handysides personalizó las implicaciones de la declaración. “¿Han tenido alguna vez que decirles a los padres que no están seguros de qué sexo es el recién nacido?”, preguntó. “¿Han tenido alguna vez un niño que se acerca a ustedes y les dice que no está seguro de que sea varón? ¿O que ama a otros varones? ¿Pueden imaginarse lo que se siente?”, dijo.

Handysides concluyó sus comentarios recordando a su audiencia de que los creyentes siempre deberían tener como prioridad al ser humano detrás del fenómeno. “Tenemos que hacer nuestros mejores esfuerzos para poner en primer lugar a la persona”, expresó.

Wilson se hizo eco de varios comentarios de los miembros. “Aunque esta declaración por cierto puede ser mejorada, nuestro objetivo no es alejar a las personas de Jesús”, dijo. “Queremos que todos, no importa por qué estén pasando, se sientan bienvenidos al pie de la cruz”.

Después de la discusión en el recinto, la Junta Ejecutiva votó la declaración con la salvedad de que la redacción del actual documento podría sufrir ligeras modificaciones, para reflejar varios comentarios y sugerencias de los integrantes de la Junta Ejecutiva.

“Este tema es como un blanco móvil”, comentó Peter Landless, que también es médico y actual director de Ministerios de Salud de la Asociación General, “con explicaciones, comprensiones e ideas cambiantes, que varían día a día en la ciencia y la prensa popular”.

Landless dijo que necesitamos recordar en todo momento que estamos tratando con personas, en toda situación. “Cristo es nuestro ejemplo, y él nos ha mostrado como relacionarnos y conservar esa preciosa misión de las personas al frente de nuestro pensamiento y acciones”, expresó. “Todo lo que hacemos y decimos necesita estar empapado en el amor y la compasión de Cristo en todo ámbito”.

Para leer el texto completo en inglés de la “Declaración sobre transexualidad”, ingrese aquí.

Traducción de Marcos Paseggi

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