Bangladesh - 12 jun 2017
12 de junio de 2017 | Bangladés |
Ante la creciente preocupación del gobierno por el uso del tabaco, la Iglesia Adventista de Bangladés respondió con una marcha de salud el 31 de mayo, una jornada designada como el Día Mundial Sin Tabaco, como parte de los esfuerzos continuados de salud comunitaria.
Informes del gobierno en Bangladés indican que más del cuarenta por ciento de sus residentes usan productos de tabaco, y la cifra está creciendo. De manera alarmante, el Informe sobre Tabaco sin Humo y Salud Pública: Una perspectiva global dado a conocer en 2014 por el Centro de Control de Enfermedades, destacó que Bangladés y la India cuentan con el ochenta por ciento de los fumadores de tabaco sin humo. Mohammad Nassim, ministro de Salud y Bienestar Familiar de Bangladés, hizo un llamado hace poco para iniciar un movimiento social que permita combatir el creciente problema.
Los líderes adventistas notaron un uso prevaleciente de tabaco en la zona que rodea a la sede de la Iglesia Adventista en la ciudad capital de Daca, en particular entre los que tiran de los transportes ricksaw y que a menudo viven por debajo de la línea de pobreza y cuentan con un acceso limitado a programas de salud y atención médica. Para ellos, las medidas de prevención de salud representan un enfoque práctico que los adventistas pueden ofrecer.
La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales de Bangladés (ADRA Bangladés), la iglesia adventista de Daca, y el Departamento de Salud de la Unión Misión de Bangladés de la Iglesia Adventista (BAUM) patrocinaron conjuntamente la marcha de salud para compartir lo que pueden ofrecer con la comunidad.
La marcha comenzó alrededor de las 9.00 en la sede regional de la Iglesia Adventista, e incluyó un recorrido de dos kilómetros por las atestadas calles de la ciudad. La animada procesión contó con tamborileros tradicionales y con adventistas que hicieron las veces de mensajes vivientes en contra del tabaco. Vestidos con vivos chalecos coloridos de Servicios Comunitarios Adventistas, portaron estandartes y sombrillas con eslóganes a favor de dejar de fumar, y vistieron gorros amarillos con la frase “Deje de fumar” en inglés y bengalí.
A pesar del calor abrasador y la humedad, más de cien empleados y miembros de iglesia de la Unión Misión de Bangladés, ADRA Bangladés, el Preseminario y la Escuela Adventista de Daca (DAPS), la Clínica Odontológica Adventista (ADC), y la iglesia adventista de Daca participaron de la marcha.
Líderes adventistas tales como Myun Ju Lee, presidente de la Iglesia Adventista en Bangladés, Sweetie Ritchil, tesorero de la Iglesia Adventista en Bangladés, y otros directores departamentales, además de cuatro presidentes de misiones locales, estuvieron entre los que distribuyeron cerca de 1200 folletos durante la marcha.
Lee, que es presidente de unión y tiene un cronograma ministerial apretado, se mostró muy deliberado respecto de su participación en la marcha. “He visto muchos conductores de ricksaws que fuman mientras esperan a sus pasajeros. Hoy tuve la oportunidad de ser parte de un grupo que compartió con ellos los peligros del tabaco, y los animó a que dejen de usarlo”, dijo. “Cuando aceptaron los folletos sobre cómo dejar de fumar, me sentí feliz de ser parte de una actividad que puede tener un efecto no solo en un hombre sino en una familia y quizá en una comunidad”.
Al reflexionar sobre su experiencia al fin de la marcha, Lee dijo: “Quiero seguir involucrado en esta clase de actividades. ¿No tiene que ser un líder un ejemplo en cada tipo de ministerio? Me gustaría animar a todos los líderes para que trabajen juntos con nuestros colegas”.
Además de las publicaciones, el grupo distribuyó sus gorros entre los conductores de ricksaws, y colocó autoadhesivos que decían “Diga no al cigarrillo, disfrute de longevidad” en ricksaws, autobuses y postes de luz.
Los adventistas de Daca dijeron que están planificando seguir buscando maneras de llevar su mensaje de elecciones positivas de salud sobre la base de los principios bíblicos a tantos habitantes de las ciudades como sea posible.
Traducción de Marcos Paseggi