Al preguntársele qué consejo les daría a los dueños de negocios que contemplan la idea de observar el sábado, Mavis Burrell Spencer, de 66 años, dijo: “No tienen nada que perder. Solamente pueden ganar cuando le entregan todo al Señor”. Imagen por Andrew McChesney – Misión Adventista

12 de junio de 2017 | Jamaica |Por Andew McChesney, Misión Adventista

Mavis Burrell Spencer no estaba segura de qué debía hacer con su negocio familiar de sastrería de alta calidad, cuando su esposo falleció hace una década.

Su esposo había establecido tres prósperos negocios de sastrería en Jamaica, incluyendo la sucursal principal con 25 empleados, en un centro comercial en Kingston, la capital de la isla.

Mavis se dio cuenta de que se encontraba en una encrucijada y finalmente decidió administrar ella misma el negocio.

Pasaron diez años y Mavis se encontró de nuevo en una encrucijada. Deseaba ser bautizada dentro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día y el sábado era el día de mayor actividad comercial en su negocio. Entonces oró fervientemente acerca de qué es lo que debía hacer.

Mavis, quien había estado asistiendo intermitentemente a una iglesia que observaba el domingo, escuchó por primera vez acerca del sábado como séptimo día de reposo, a través de algunos amigos adventistas, pero no sabía que el cuarto mandamiento de “acordarte haz del día de reposo para santificarlo”, se aplicaba actualmente a todos los cristianos”.

Las cosas comenzaron a cambiar cuando un amigo de la familia la invitó a asistir una serie de estudios bíblicos semanales. El amigo, un propietario de negocios adventista, había orado a menudo con su esposo antes de que muriera y Mavis había rechazado sus invitaciones a asistir a la iglesia, alegando que estaba demasiado ocupada. Pero entonces, su amigo la invitó al grupo pequeño de estudio de la Biblia y le estuvo llamando cada semana para recordarle que viniera.
A Mavis le sorprendió el descubrimiento de cuán poco sabía acerca de la Biblia.

Los anuncios en uno de los comercios de Mavis Burrell Spencer alertaban a sus clientes al principio de este año, que durante los sábados se cerrarían las puertas del negocio. Cortesía de Mavis Burrell Spencer

“Todo comenzó a abrirse para mí en la Biblia”, dice Mavis. “Dije en una de las lecciones: ¡No sabía que todas estas cosas estaban en la Biblia!”

Además de la verdad acerca del sábado, ignoraba también que Jesús estaba por venir muy pronto para llevar con él a los redimidos. Le asombró sobremanera la descripción que hace la Biblia de la Tierra Nueva.

“Entre más se me explicaba, más y más deseaba escuchar”, dijo Mavis.

No Puedes Esconderte

Pero ella continuaba abriendo sus negocios de sastrería en sábado. Entonces, cierta noche, en su camino de regreso a casa después del estudio bíblico, sintió como si una voz le estuviera diciendo: “Puedes huir, pero no te puedes esconder”.

Mavis comenzó entonces a orar fervientemente acerca del sábado.

“No estaba aceptando totalmente todo lo que estaba aprendiendo”, dijo. “Creo que el Señor me estaba diciendo que yo estaba huyendo de él, pero que no me podía esconder, independientemente de lo que pasara”.

En diciembre de 2016, Mavis tomó su decisión. Colocó un anuncio en las puertas de sus tres negocios, con el mensaje siguiente: “A partir del 7 de enero, este establecimiento “Sastrería Spencer” estará cerrado los sábados. Sin embargo, abrirá sus puertas los domingos”.
Mavis recibió el bautismo el 7 de enero.

Siendo que el sábado había sido el día de la semana de mayor negocio, varios de sus clientes se quejaron airadamente.

“¿Cómo puedes hacer esto?”, dijo uno.

“El sábado es el día más productivo, ¿por qué estás entonces cerrando en sábado?”, le dijo otro.

Mavis les contestó pacientemente: “Mi Padre celestial me dice que son suyos 1,000 hatos de ganado en las colinas, así que no es nada para él darme a mí 10 de ellos”.

Se Elevan las Ventas

Aun cuando sus establecimientos se cerraron en sábado, comenzaron a prosperar. Los clientes empezaron a aplaudir su decisión de abrirlas en domingo. Las grandes multitudes en el centro comercial en donde su sastrería está situada, hacían difícil el encontrar estacionamiento durante el sábado, pero el domingo, el centro estaba menos concurrido.

“Mis ventas se están elevando”, dijo Mavis. “A muchas de las personas que generalmente venían durante la semana, o el sábado, les parece ahora más conveniente venir en domingo. Ya no tienen que batallar para encontrar estacionamiento”.

Pero todavía más importante que el dinero, dice Mavis, es la realidad de haber encontrado una nueva familia al pertenecer a la iglesia. Mavis recordará por mucho tiempo la cálida recepción que recibió cuando asistió por primera vez a la iglesia en sábado.

“Era como si se hubiera abierto una puerta”, dijo. “Todos se apresuraron a acercarse a mí. No puedo creer que la gente sea tan amante y bondadosa. Nunca había sido tan feliz en toda mi vida”.

En la actualidad, Mavis, de 66 años de edad, ora con sus empleados antes de abrir el establecimiento cada mañana. Le pide a Dios que bendiga a los clientes y que le dé al personal fuerzas y amor los unos por los otros. Dice que sus empleados acostumbraban discutir y competir, pero que ahora un ambiente de calma y unidad está permeando su negocio.

Ha invitado también a sus empleados a asistir al grupo pequeño de estudio de la Biblia y uno de ellos se está preparando para el bautismo.

Cuando se le preguntó qué consejo podía dar a los propietarios de negocios que estaban pensando en observar el sábado, dijo lo siguiente: “No tienes nada que perder. Solamente puedes ganar cuando le entregas todo al Señor”.

Su versículo favorito es Filipenses 4:13, que dice: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (RVR1995).

“Pon tus ojos en Jesús, porque él es la Fuente de la vida”, dijo. “Sin él, no tienes nada. Con él, puedes hacer cualquier cosa”.

Traducción – Gloria A Castrejón

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