David Little, profesor jubilado de la Universidad Harvard, y experimentado defensor de la libertad religiosa, dijo que hay una fuerte conexión entre la libertad religiosa y la paz. Imagen de Mylon Medley, Red de Noticias Adventistas

23 de agosto de 2017 | Ft. Lauderdale, Florida, Estados Unidos | Marcos Paseggi, Adventist Review

“La religión vierte 1,2 billones —1.200.000.000.000— por año a la economía estadounidense”, dijo Brian J. Grim, científico social y director de Recursos Religiosos Internacionales del Pew Forum. “Eso supera en un cincuenta por ciento a las seis compañías petroleras más grandes de los Estados Unidos”. El asombroso dato que compartió Grim fue parte de su presentación que consistió en un informe actualizado sobre el estado de la libertad religiosa en el mundo, en el primer día del VIII Congreso de la Asociación Internacional de Libertad Religiosa (IRLA) en Fort Lauderdale, Florida, Estados Unidos, el 22 de agosto.

La presentación de Grim se produjo tras la apertura oficial del evento, que reunió a unos seiscientos defensores de la libertad religiosa, funcionarios de gobierno, y líderes de la iglesia en 65 países. Durante el evento de tres días de duración, escucharán seminarios que estimulan el pensamiento, disfrutarán de sesiones en grupos y consecutivas en cuatro idiomas diferentes, y establecerán conexiones con defensores de la libertad religiosa de intereses similares.

“La libertad religiosa [es] un principio de la dignidad humana”, explicó Ganoune Diop, secretario general de la IRLA y director de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista. “La IRLA está comprometida con la tarea […] de hacer de este mundo un mejor lugar para millones, [un lugar en el que] la gente pueda experimentar la libertad de conciencia, la libertad de creencias, y la libertad de expresión”.

Al enumerar brevemente algunos de los logros de la organización durante los últimos cinco años, Diop recordó a los asistentes que la IRLA ha estado participando en el discurso y los debates públicos, involucrándose en foros internacionales sobre la libertad religiosa y la fe, llevando a cabo reuniones de expertos de las principales universidades, y ayudando a que las personas entiendan mejor qué significa la libertad religiosa.

John R. Nay, presidente de la IRLA, inaugura oficialmente el VIII Congreso Mundial de la organización en Ft. Lauderdale, Florida, Estados Unidos, el 22 de agosto. Imagen de Mylon Medley, Red de Noticias Adventistas

“Cada año, involucramos al mundo académico para ayudarle a desarrollar una cultura religiosa de libertad religiosa, una cultura de derechos humanos”, dijo Diop al referirse a esa organización no gubernamental, no sectaria y sin fines de lucro registrada desde 1893, y que actualmente tiene asociaciones en 80 países y corresponsales en 172 naciones del mundo.

La situación actual

Grim, por otro lado, inició su presentación de imágenes sobre el estado actual de la libertad religiosa en el mundo, al compartir que el 40 por ciento de los países del planeta sufren importantes restricciones a la libertad religiosa o a la libertad de creencias. Dado que muchas de ellas son naciones populosas, sin embargo, esto suma 5900 millones de personas, dijo Grim, según un Estudio de Investigación de Pew de 198 países y territorios.

“Eso significa que, en comparación con 2007, para 2015, había 1100 millones más de personas que sufrían restricciones de su libertad religiosa”, expresó.

Grim explicó que las restricciones suelen provenir de dos fuentes: de los gobiernos, por un lado, y de la sociedad, o lo que los expertos denominan “hostilidades sociales”. Ambos suelen estar conectados, dijo.

Por ejemplo, algunos estados de la India han sancionado leyes para impedir que alguien mate a las vacas, que son consideradas animales sagrados, dijo Grim. “Aunque esta es una restricción por parte del gobierno, a menudo lleva a hostilidades sociales, dado que algunas personas están listas para matar a todo aquel que decida criar vacas”.

Otros datos llamativos derivados del Estudio de Investigación de Pew muestran que el número de gobiernos que acosan o intimidan a sus ciudadanos por cuestiones religiosas ha pasado de 118 a 157 durante el mismo período, el uso de fuerza física por parte del gobierno de 61 a 106, y la interferencia del gobierno con los cultos de 112 a 146.

“En 54 países, el gobierno tenía regulaciones sobre los símbolos religiosos en 2015, en comparación con tan solo 21 en 2007”, dijo Grim.

En el área de restricciones sociales, Grim reveló que el 27 por ciento de los países sufre de elevadas restricciones sociales, lo que suma 4100 millones de personas, o el 54 por ciento de la población mundial. Los ataques a personas acusadas de ofender la fe mayoritaria de un determinado país pasaron de estar presentes en 48 países en 2007 a 89 países en 2015. Por otra parte, la implementación coercitiva de normas religiosas estuvo presente en 73 naciones (en comparación con 35 países ocho años antes), y las mujeres sufrieron acoso por su indumentaria religiosa en 49 países (a diferencia de tan solo 14 en 2007).

“Los países donde se documentó violencia de las masas por cuestiones religiosas pasó de 23 a 53, y el terror por motivos religiosos —como por ejemplo el que promueve ISIS— pasó de 60 a 78”, dijo Grim.

Algo que rescatar

Los asistentes al Congreso Mundial de la IRLA esta semana. Imagen de Mylon Medley, Red de Noticias Adventistas

A pesar de un panorama más bien desalentador del estado de la libertad religiosa en el mundo, Grim dijo que hay razones para sentir esperanza.

“Actualmente, el 83 por ciento de los países cuentan con iniciativas para reducir las restricciones religiosas, y el 56 por ciento poseen iniciativas interconfesionales”, dijo. “Asimismo, el 38 por ciento de los países cuentan con iniciativas para combatir la discriminación religiosa, y el 20 por ciento tienen iniciativas educacionales y de capacitación”.

Grim también destacó una decena de iniciativas de ciudadanos privados que, en diversas partes del mundo, contribuyen con ambientes sociales saludables donde puede progresar la libertad religiosa. Entre ellas, mencionó a Abdo Ibrahim El Tassi, un empresario libanés canadiense que patrocina y ofrece micropréstamos a refugiados musulmanes; Y. W. Junardy, un empresario y filántropo indonesio que patrocina bodas masivas para parejas de bajos recursos y múltiples religiones que no pueden sufragar los aranceles requeridos para acceder a un matrimonio legal; y H. Bruce McEver, una rara combinación de teólogo e inversor de capitales de Harvard que creó la Fundación para la Alfabetización Religiosa, una organización que ofrece seminarios que reúnen a líderes empresariales con pensadores religiosos, para promover la comprensión religiosa como una buena práctica empresarial a nivel global.

Parte del todo

La libertad religiosa no es un derecho aislado, sino que es parte de una red más amplia de derechos humanos, dijo Grim, que compartió de qué manera esta está en sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sustentable de las Naciones Unidas.

Por su parte David Little, profesor jubilado de la Escuela de Teología de Harvard, cuya presentación siguió a la Grim, se hizo eco de las palabras de Grim.

Al analizar las intersecciones entre la libertad religiosa y la paz, Little dijo que ambas están relacionadas estrechamente. “Hay evidencias empíricas sobre la fuerte conexión que existe entre ambas”, dijo. “Y la libertad religiosa florece cuando también se protegen otros derechos, [en especial] en el contexto de las democracias constitucionales”.

En este contexto de la libertad religiosa como camino hacia la paz, Little dijo que tenemos que redoblar nuestros esfuerzos para apoyar este derecho humano fundamental.

“La lección más importante [que podemos aprender] es la importancia de un compromiso con la libertad religiosa, porque la promoción de la paz mediante la garantía de libertad religiosa tiene poder en sí misma”, expresó.

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