4 de agosto de 2017 | Houston, Texas, Estados Unidos | Marcos Paseggi, corresponsal sénior, Adventist Review
Más de 1,700 miembros laicos adventistas del séptimo día se reunieron en la ciudad de Houston, Texas, en los Estados Unidos, para celebrar la Convención ASI (Servicios e Industrias de Miembros Laicos Adventistas) del presente 2017. Este evento anual de dicha organización, que cumple 70 años este año, se lleva a cabo en el Centro de Convenciones George R. Brown, en el centro de la ciudad de Houston. Ha reunido a muchos de sus históricos simpatizantes ahora en sus años dorados, así como a una pujante generación de menos de 35 años, de consagrados aspirantes a empresarios adventistas, y a muchos más entre estos dos grupos de edades.
Procedentes mayormente de los Estados Unidos, pero también de lugares tan lejanos como Sudáfrica, Mongolia y Australia, estos miembros de iglesia, quienes trabajan en diferentes ministerios y negocios, han venido para compartir su experiencia y pericia, promover sus productos, proyectos y ministerios, y para establecer intercambios con otros profesionales en su ramo de negocios.
En la reunión de apertura, varios de los presentadores de seminarios describieron en unas cuantas palabras lo que tenían planificado exponer e invitaron a los presentes a asistir a los tales. Imagen por Marcos Paseggi, Adventist Review
Pero, independientemente de su edad, de su país de procedencia o de su ocupación, todos ellos tenían un objetivo común —el de utilizar sus negocios y ministerios para dar a conocer las buenas nuevas acerca de Jesús con sus clientes y sus compañeros de profesión.
“Independientemente de lo que hagamos, nuestro blanco es uno solo —dar a conocer a Cristo en nuestro lugar de trabajo”, dijo el presidente de ASI, Steve Dickman, en un desayuno especial para quienes asistían por primera vez, llevado a cabo el 3 de agosto. “Esa es la razón de nuestra existencia”.
El presidente Dickman tiene la convicción de que la convención anual ASI es una ocasión relevante para descubrir el llamado de Dios y para encontrar formas de responder a ese llamado.
“Este es un poderoso lugar para conectarse y descubrir en dónde la persona puede ayudar”, dijo el presidente Dickman. “Y también para que la persona pueda encontrar qué es lo que puede hacer que no se ha hecho todavía”.
Asistentes por vez primera
Entre aquellos que asistían por primera vez y que podían distinguirse a través de una etiqueta especial añadida a su carné de identificación, se encontraban empresarios jóvenes y también benefactores más experimentados, lo cual ha demostrado ser un factor muy provechoso para todos.
“Vine para saber más acerca de oportunidades y viajes misioneros”, dijo Cindy Brawand, una higienista dental de mediana edad procedente de Portland Oregón, quien asistía por primera vez, la cual regresó a proseguir estudios en la universidad y es ahora una enfermera registrada. “Ahora que ya tengo mi título, estoy lista para ir a donde quiera que el Señor me dirija”.
Eben de Jager, un evangelizador y empresario de Sudáfrica, quien estaba sentado a la misma mesa que la enfermera Brawand, dijo que este evento es esencial para fortalecer el negocio de su equipo dedicado al entrenamiento en evangelización y transmisión gratuita por televisión. “Nuestro objetivo es explorar posibilidades de colaboración y financiación”, dijo, “al continuar la promoción de nuestros programas, los cuales pueden ser vistos en la mayor parte de África, Europa y el Oriente Medio”.
Colleen Ordelheide y Tara Petersen, de Kuda Vana Partnership, un ministerio con base en Denver y dedicado a financiar proyectos en favor de niños vulnerables en Zimbabue, se gozan en hacer nuevos amigos durante el desayuno especial para asistentes por primera vez, celebrado el 3 de agosto. Imagen por Marcos Paseggi, Adventist Review
Tara Petersen, directora de Desarrollo del Kuda Vana Partnership, un ministerio con base en Denver, que financia un hogar para niños y otros proyectos para niños vulnerables en Zimbabue, dijo que habían venido a Houston con el deseo de explorar posibilidades y aumentar el grupo de apoyo financiero de su ministerio.
“Puedo observar que hay una gran medida de competencia, pero es porque cada uno necesita ayuda”, continuó diciendo Tara Petersen. “Y las necesidades siguen aumentando en forma tal que es a veces difícil darles abasto”, añadió.
Empresarios Jóvenes
Los empresarios jóvenes asistieron también a un desayuno especial ofrecido para ellos el 4 de agosto por los dirigentes ASI.
“ASI se interesa mucho en tener contacto con la generación joven”, dijo el presidente. Valoramos altamente las ideas que ustedes traen a la mesa”.
El presidente Dickman animó a cada persona joven de negocios a establecer contacto y a permanecer abiertos a la discusión acerca de lo que han aprendido hasta ahora, así como acerca de algunos grandes desafíos que están enfrentando sus negocios. “Uno nunca sabe si una palabra pronunciada por alguien puede ser precisamente aquello que se necesitaba para el avance”, les dijo.
Algunos de esos jóvenes empresarios tendrán la oportunidad de lanzar sus proyectos como parte del Fruition Lab, un evento concurrente patrocinado por ASI, que fomenta esta clase de intercambio creativo entre innovadores de experiencia y principiantes en los negocios.
El objetivo del Fruition Lab es “provocar creatividad, ideas, acciones y nuevas relaciones o asociaciones de negocios”, dijeron los organizadores. “Creemos que todos fuimos creados para crear y creemos también en la ventaja de hacerse de amigos, no solamente contactos”.
El mensaje del servicio de adoración, el 5 de agosto, estará a cargo del orador y director de Voice of Prophecy (La voz de la profecía), Shawn Boonstra. Durante la tarde, un “emocionante” programa” hará recordar los comienzos de ASI y mostrará la forma como su misión y visión se ha extendido por todo el globo terráqueo. Esa noche se dará por concluida la convención con un programa vespertino de clausura.
“En este, nuestro 70th aniversario, deja que Dios le hable a tu corazón”, les dijo el presidente Dickman a los asistentes. “Descubre cuál es tu llamado y, con la ayuda de Dios, conságrate a ello”.