Guías Mayores de las iglesias adventistas de Ciudad de México llevan agua y artículos para distribuirlos entre los rescatistas y voluntarios que trabajan entre los escombros de los edificios colapsados, después de que un sismo de 7,1 grados castigó a México el 19 de septiembre de 2017. Días antes, el 7 de septiembre, se sintió un sismo de 8,2 en la megaciudad que también afectó los estados de Oaxaca y Chiapas. Imagen de la Asociación Metropolitana

21 de septiembre de 2017 | Ciudad de México, México | Libna Stevens/DIA

Horas después de que un poderoso sismo de 7,1 grados azotó a la Ciudad de México el martes 19 de septiembre, derribando decenas de edificios y casas y provocando la muerte de cientos de personas, los adventistas entraron en acción para colaborar con los esfuerzos de recuperación.

Edificio dañado a sesenta metros de la sede de la Misión Azteca de la Iglesia Adventista en Ciudad de México. Imagen de la Misión Azteca

Los principales líderes dijeron que hasta el momento no se ha informado de pérdida de vidas entre los miembros de iglesia. El sismo tuvo lugar en el día del 32° aniversario de un poderoso sismo que azotó a Ciudad de México en 1985 y provocó la muerte de más de 10 mil personas.

Ciudad de México

Las iglesias y escuelas locales de Ciudad de México abrieron sus puertas para recolectar alimentos y medicamentos que serán distribuidos entre las víctimas del sismo, dijo Jorge García, director de comunicación de la Iglesia Adventista en la región Mexicana Central.

“Se pudo ver a los Guías Mayores y miembros de iglesia voluntarios que mostraron el amor de Dios a los necesitados en las calles, junto a hospitales, escuelas y edificios”, dijo García.

Banni Fuentes, de 19 años y líder de jóvenes en la región metropolitana, conectó con decenas de adventistas y líderes de jóvenes de la ciudad después del sismo para ser parte de los voluntarios.

“Hubo muchos jóvenes que prepararon alimentos y los llevaron a los rescatistas y voluntarios”, dijo Fuentes. “Hubo muchos que también prepararon y distribuyeron alimentos a cientos de personas que se abrieron paso hasta los refugios de la ciudad”.

La comunicación ha sido esporádica, dado que el cuarenta por ciento de la ciudad ha quedado sin energía eléctrica, añadió.

Decenas de administradores de la iglesia, directores de departamento, pastores y miembros de las iglesias locales también se sumaron para ayudar en las operaciones de búsqueda y rescate en la ciudad, dijeron los líderes.

Voluntarios Guías Mayores con palas aguardan para ayudar a los rescatistas el 19 de septiembre, horas después de que muchos edificios colapsaron en Ciudad de México. Imagen por cortesía de Banni Fuentes

El pastor José Dzul, presidente de la Iglesia Adventista en la región Mexicana Central se reunió el miércoles con los líderes de la iglesia en la ciudad para planificar una respuesta inmediata.

“Estamos tan complacidos de que nuestros líderes y miembros de diversas iglesias entraron en acción después del sismo para recolectar alimentos y artículos para los afectados”, dijo Dzul.

Cientos se movilizaron para armar dispensarios de alimentos y puestos de distribución de medicamentos en las diversas iglesias y escuelas donde la gente puede donar para beneficiar a las víctimas del sismo.

“Queremos continuar apoyando sus esfuerzos de brindar alimento a las víctimas, para sus familias, a los voluntarios y obreros diseminados en la ciudad, mientras trabajan en operaciones de rescate”, dijo Dzul.

El pastor Carlos Cesar González y algunos ancianos de iglesia de la iglesia adventista de Tacubaya en la zona metropolitana salieron horas después para ver si podían ayudar con las operaciones de rescate cercanas, dijo Dzul. Se quedaron a acarrear escombros de un edificio que se derrumbó hasta el amanecer del día siguiente.

Voluntarios de la iglesia de Narvarte, Ciudad de México, seleccionan medicamentos y artículos donados que están siendo recolectados para los afectados por el sismo. Imagen de la Asociación Metropolitana

“Un anciano me dijo cuán encantado estaba de que estuvieron allí para ayudar a rescatar a tres personas de los escombros durante la noche”, dijo Dzul.

El desafío más grande que enfrenta la iglesia ahora, dijo Dzul, es que “la infraestructura de la iglesia ha quedado muy afectada”, dijo. “Nuestros escuelas e iglesia tienen daños estructurales, algunas más que otras, pero aún necesitamos llevar a cabo evaluaciones completas de daños”, explicó Dzul.

“Será muy difícil obtener los recursos para que esas instalaciones puedan funcionar otra vez”, añadió.

Las casas, las tiendas y las propiedades de muchos miembros se vieron dañadas o destruidas. En los próximos días, los líderes de la Iglesia Adventista en la región Mexicana Central visitarán las iglesias, escuelas y casas de los miembros para animarlos y seguir ayudándolos.

“Todo lo que está sucediendo en nuestro país y en el mundo nos dice que Jesús viene pronto”, dijo Dzul.

Grupo de Guías Mayores y jóvenes adventistas preparan comidas para compartir con los afectados por el terremoto. Imagen de la Asociación Metropolitana de Ciudad de México

La iglesia planea trabajar con la sede de ADRA México en proyectos de ayuda para techar casas en comunidades necesitadas de la ciudad.

Estado mexicano de Morelos

“Desde que azotó el primer sismo hace dos semanas, nos hemos enfocados en repartir alimentos a las víctimas del sismo”, dijo el pastor Moisés Reyna, presidente de la Iglesia Adventista en la Unión Interoceánica Mexicana. El terremoto de 8,2 grados sacudió los estados de Oaxaca y Chiapas el 7 de septiembre.

“Parece que los terremotos gustan de nosotros”, dijo Reyna. “No hemos planeado demasiado para el futuro porque estamos dedicados a la respuesta inicial a los miembros de iglesia y el público en general”.

El epicentro del terremoto del martes fue allí mismo en el estado de Morelos, donde los edificios se derrumbaron y muchas personas perdieron sus hogares. “Varias familias de la iglesia perdieron sus hogares y ahora están viviendo con familiares, amigos o vecinos”, dijo Reyna. “Estamos siguiendo de cerca a las familias de la iglesia, y supliendo sus necesidades espirituales y físicas que necesitan en esta instancia”. Aún está pendiente una evaluación adicional del estado de los hogares de los miembros.

En Jojutla, la región más afectada de Morelos, la iglesia armó puestos donde se están brindando platos de comida todos los días, además de canastos de alimentos y botellas de agua para las familias más afectadas.

“Unos 500 Guías Mayores y miembros de iglesia participan de los esfuerzos de ayudar a las personas en sus hogares, y colaborar para limpiar los escombros que dejó el terremoto”, explicó Reyna.

Hay cuatro iglesias dañadas por el sismo y también tres escuelas afectadas, informó Reyna. Las escuelas no volverán a abrir sus puertas hasta que funcionarios del gobierno evalúen los daños y se pueda comenzar la reconstrucción, explicó Reyna.

Voluntarios de ADRA seleccionan artículos asistenciales parar ayudar a los afectados por los terremotos recientes que castigaron a México este mes. Imagen de la Conferencia Metropolitana

“Solo sabemos que, en medio de la crisis, Podemos confiar en que Dios nos ayudará”, dijo Reyna. “Dios tiene a su pueblo listo para este momento, porque él nos da sabiduría para avanzar”.

Ayuda de ADRA

ADRA México y decenas de miembros de iglesia voluntarios han estado trabajando sin parar para empacar alimentos y artículos para familias afectadas de Chiapas y Oaxaca afectadas por el terremoto del 7 de septiembre, y por más familias afectadas por el sismo de esta semana.

“Acabamos de enviar un gran camión con cuatro toneladas de alimentos y artículos de ayuda a Oaxaca”, dijo César Hernández, director de ADRA México. También se han empacado artículos para las familias de Ciudad de México. La sede de ADRA México, que se encuentra en Ciudad de México, comenzó a hacer una estimación de los daños horas después del terremoto.

El plan de respuesta inicial beneficiará a unas 1500 familias, o aproximadamente 7500 personas, afectadas en Ciudad de México y los estados mexicanos de Morelos y Pueblo, informó Hernández.

“Nuestro principal plan es seleccionar grupos de familias cuyas causas fueron destruidas o dañadas por el sismo, que no tienen condiciones económicas para hacer frente a la situación y tienen necesidad de apoyo externo para sobrevivir a situaciones de emergencia”, explicó Hernández. “Estamos trabajando con las autoridades locales para enfocarnos en las familias con niños, los ancianos y los que sufren discapacidades”.

César Hernández, director de ADRA México (al centro), posa con un grupo de voluntarios en Ciudad de México, el 21 de septiembre de 2017. Imagen de ADRA México

Cada familia recibirá alimentos para siete días, que incluyen harina de maíz, arroz, fideos, avena, porotos frijoles, lentejas y aceite de cocina, entre otros artículos, según Hernández.

“Además, se distribuirán chapas para techar a 514 familias, y unos 600 minihornos eléctricos, dado que la gente no puede usar sus hornos de gas porque los conductos de gas han sido dañados”, añadió.

Las zonas que serán objeto de la respuesta inicial incluyen comunidades de Benito Juárez y Cuauhtemoc en Ciudad de México; las comunidades de Jojutla, Tlatenchi e Izúcar de Matamoros en Morelos; y comunidades de Puebla, México.

“Esto es lo que en ADRA denominamos una megacatástrofe, cuando más de 50 mil personas se ven afectadas”, dijo Hernández. “Seguiremos brindando ayuda durante las próximas semanas, y evaluando cuáles son las necesidades adicionales después de este poderoso sismo”.

Para donar directamente a ADRA Interamérica, contáctese con adra@interamerica.org

Para mantenerse actualizado sobre los esfuerzos de asistencia en México, visite Página de Facebook de ADRA Mexico

Traducción de Marcos Paseggi

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