El pastor Desmond James (izquierda), presidente de la Asociación Norteña del Caribe, posa junto a un grupo de voluntarios de ADRA en la isla de Anguila, después de distribuir canastos de alimentos a decenas de familias necesitadas el pasado 11 de octubre de 2017. Imagen por cortesía del periódico Anguillan

26 de octubre de 2017 | Santa Cruz, Islas Vírgenes | NCC

La Asociación Norteña del Caribe (NCC), por medio de su agencia humanitaria, la Agencia de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), hizo arreglos y distribuyó artículos a los habitantes de Anguila el 11 de octubre de 2017.

El pastor Desmond James, presidente de la NCC, y Wilmoth James, coordinador de ADRA, estuvieron a disposición para colaborar con la coordinación y distribución de más de quinientos canastos de alimentos a la comunidad de la isla.

El equipo de la asociación se sintió feliz de contar con la ayuda de Griffith Webster, que nació en Anguila y que viajó desde ADRA Canadá para ofrecer sus servicios como voluntario.

“Como iglesia, somos parte de una organización que se interesa en la gente, y ADRA es la entidad que usamos para responder en situaciones de catástrofe”, dijo el pastor James. “Hemos movilizado a la iglesia de Anguila, y varios voluntarios han venido para responder a la catástrofe”.

La asociación de la iglesia, que supervisa diez islas, todas las cuales han sido devastadas y afectadas por los huracanes Irma y María el mes pasado, los líderes se sintieron felices de visitar los territorios para evaluar los daños y ver cómo responder para ayudar a las necesidades de la gente, dijo James.

“Nuestra primera respuesta es hacia los que han perdido sus pertenencias y carecen de las necesidades básicas de subsistencia tales como alimento, agua y refugio, para ver de qué manera podemos ayudarlos”, dijo James. “Tenemos dos tipos de respuestas: la respuesta inicial es satisfacer sus necesidades inmediatas, para que se sientan cómodos y no pasen hambre; y la segunda será la recuperación, en la que les ayudaremos en el proceso de reconstrucción de sus hogares”.

Los administradores de la NCC también querían reunirse con los miembros y animarlos para recoger las piezas después del huracán.

“Hemos depositado más de 35 mil dólares en este emprendimiento, financiado por ADRA, que beneficiará a la comunidad en general”, dijo James. “Los voluntarios van a distribuir los artículos en la comunidad de Anguila a todos los que están pasando por necesidad”, añadió el presidente James.

“Es un placer ayudar a la comunidad de Anguila”, dijo Wilmoth James. “Los artículos de alimentos son un acto de amor para todas las personas, más allá de su denominación, credo o cultura”.

ADRA ha estado presente en otras partes de la asociación, como las islas de Tórtola, San Martín y las Islas Vírgenes de los Estados Unidos.

“También hemos dialogado con el Gobierno de Anguilla para ver si podemos desarrollar una filial de ADRA en Anguila, para que se pueda brindar una respuesta más rápida a los habitantes de la isla cuando azote una catástrofe”, dijo Wilmoth. Hasta el momento, el centro de distribución para la gran cantidad de alimentos y agua se encuentra en la Oficina Distrital de la Iglesia Adventista en Anguila, en el Complejo Mason.

Mientras ADRA continúa con su obra humanitaria en Anguila, la comunidad se ve bendecida porque la organización trabaja con los miembros para ser “las manos y los pies de Jesús”, dijo Wilmoth.

En la isla hay más de mil adventistas que se reúnen en tres iglesias y un grupo.

Traducción de Marcos Paseggi

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