Maryland, United States - 11 oct 2017
10 de octubre de 2017 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Red de Noticias Adventistas
El gerente financiero y tesorero de la Asociación General anima a los miembros para que regresen a las contribuciones sistemáticas e incrementen su apoyo a los ministerios de mayordomía. “Desde la década de 1980, el énfasis en la mayordomía de alguna manera ha ido disminuyendo”, dijo Juan Prestol-Puesán, gerente financiero y tesorero de la Asociación General a los miembros de la Junta Directiva durante el Concilio Anual 2017. “No está de moda enseñar a contribuir. No es algo que atraiga. Es mucho más atractivo contribuir con proyectos”.
Este renovado énfasis en la mayordomía y las contribuciones sistemáticas comenzó en 2015, cuando la Junta Directiva de la Iglesia Adventista aprobó un plan para que la Asociación General cubra el salario, los beneficios y el viaje de un director de mayordomía en cada una de las trece regiones de la iglesia mundial, llamadas divisiones.
En septiembre de 2017, los directores de mayordomía se reunieron en la sede central de la Iglesia Adventista para un consejo consultivo sobre cómo ese énfasis ha tenido un impacto sobre sus regiones. Lo que surgió a partir de esos diálogos es que más allá del compromiso de los directores de mayordomía con el fortalecimiento de esa función de la iglesia, estos enfrentan numerosos obstáculos. Algunos necesitaban mayor orientación y apoyo de los directivos de sus respectivas divisiones; otros expresaron deseos de participar en actividades interdepartamentales. Algunos expresaron que debería enseñarse mayordomía en todos los niveles, desde la escuela primaria al seminario teológico, y muchos pidieron oraciones y apoyo, dado que reciben escasa colaboración de los pastores locales.
Prestol-Puesán celebró el fervor del grupo de mayordomía y los felicitó por su compromiso con las contribuciones sistemáticas. Apeló asimismo a los miembros de iglesia para que devuelvan fielmente los diezmos y las ofrendas. “La iglesia no depende de grandes contribuyentes para proyectos”, dijo. “Depende de las personas comunes que desde los bancos de sus iglesias contribuyen con fidelidad con sus diezmos y ofrendas. Ellos son los que están permitiendo que la iglesia sea viable. Así es nuestro sistema”.
Prestol-Puesán siguió diciendo que apoya las contribuciones a los proyectos, pero solo cuando las contribuciones sistemáticas se muestran sólidas.
Uno de los desafíos más grandes que ha enfrentado la iglesia en los últimos años es la fortaleza del dólar estadounidense respecto de otras monedas como el Euro o el real brasileño. Más de la mitad de los ingresos de la iglesia proviene de regiones fuera de los Estados Unidos. Prestol advirtió que, sin bien el dólar se ha debilitado en relación con algunas de esas monedas, eso puede cambiar rápidamente. “Solo se necesitan uno o dos eventos en el mundo para alterar inmediatamente ese equilibrio”, dijo Prestol. “Somos sensibles a ello; somos vulnerables como resultado de ello. Cuando eso sucede, esto afecta inmediatamente nuestras finanzas”.
El informe también destacó el presupuesto para 2018, que incluyó una reducción de ingresos de 3,4 por ciento para el año próximo (5.750.000 dólares), y que es compensado parcialmente por una reducción de 2,1 por ciento de las asignaciones (3.850.000 dólares).
Históricamente, se calcula el presupuesto sobre la base de los ingresos de dos años atrás. La iglesia ha continuado con esa práctica a la hora de preparar el presupuesto 2018, con unos pocos cambios. Este año, la tesorería ha calculado el monto en las monedas locales en lugar de hacerlo en dólares estadounidenses. Eso permite que la tesorería y los presupuestos de las divisiones sean consecuentes con la realidad. En 2016, hubo 53 sábados en lugar de 52, de manera que se redujo el presupuesto con el propósito de reflejar la disminución de diezmos (reducción del 1,9 por ciento) y, según se aprobó en 2012, la contribución de porcentaje de diezmos de la División Norteamericana será reducido un 0,25 por ciento, para quedar en 6,35 por ciento.
Al igual que el año pasado, el presupuesto actual 2018 es armado con la suposición de que la fortaleza actual del dólar es de naturaleza temporaria, y que se va a debilitar en los próximos 12 a 24 meses, como resultado del intercambio normal y de patrones cíclicos y económicos. Si eso no sucede, la iglesia se verá forzada a implementar cambios estructurales y sistemáticos en cada parte del presupuesto.
Varios eventos han tenido un impacto sobre el presupuesto 2018. A comienzos de septiembre de 2017, la División Norteamericana se trasladó a su propia sede. En los días siguientes, la Asociación General inició el proceso de renovación del espacio que ocupaban. Varios departamentos y entidades se estarán trasladando a diferentes áreas dentro del edificio de la Asociación General. Sin embargo, Prestol dejó en claro que para esas renovaciones no se usarán fondos de los diezmos y las ofrendas. El dinero proviene de un fondo aparte que ha sido ahorrado y guardado para ello.
Otro impacto del presupuesto 2018 es la venta de la propiedad de la Review and Herald en el estado de Maryland, Estados Unidos. En 2010, la Asociación General adquirió poco más de 19 hectáreas de tierras valuadas en 11 millones de dólares. En ese entonces, la transacción evitó que la Review and Herald cayera aún más en deudas. Sin embargo, después del cierre del edificio y el despido de la fuerza laboral, la propiedad fue puesta a la venta. Desafortunadamente, y como resultado de las condiciones del mercado, la recuperación de todo el monto pagado no es una expectativa realista, lo que resultará en una disminución del capital operativo a fines de 2017.
Un voto tomado durante el informe de Tesorería de este año implica dividir los fondos provenientes de ciertas ofrendas entre dos de las entidades de medios de la iglesia. Radio Mundial Adventista ha sido receptor por largo tiempo de ofrendas y contribuciones sistemáticas, mientras que ese no ha sido el caso para Hope Channel, la otra entidad de medios de la iglesia. Los miembros de la Junta Directiva votaron dividir en partes iguales los porcentajes destinados previamente a Radio Mundial Adventista (0,75 por ciento de las Ofrendas del Presupuesto Mundial usadas en la División Norteamericana y el 2,35 por ciento del Plan Combinado de Ofrendas que se usa en la mayoría de las demás divisiones). Ahora cada entidad recibirá 0,35 por ciento del primero, y 1,75 del segundo. Se dejó en claro que eso no afectará cualquier ofrenda que el donante marque claramente como destinada a una organización particular. La división de las asignaciones solo afecta las asignaciones del Presupuesto Mundial y de las Ofrendas Combinadas.
La expectativa al final del ejercicio es que el presupuesto de la iglesia termine el año balanceado. Sin embargo, eso significaría un incremento significativo en diezmos en Norteamérica, para compensar por el sábado 53 de 2016, y que los gastos se mantengan constantes en la sede central de la iglesia.
Prestol delineó la filosofía de gestión financiera de los tesoreros de la Asociación General de la siguiente manera: “Nos vemos como mayordomos de los recursos financieros que este nivel de la iglesia nos ha encomendado”, dijo. “Nos esforzaremos por mantener su capital operativo y niveles de liquidez, con el propósito de ser de ayuda a la misión mundial de la iglesia”.
Siguió diciendo Prestol: “Una Asociación General débil o descapitalizada no es de utilidad para la iglesia. Buscamos llegar al Congreso de la Asociación General en Indianápolis 2020 con una entidad que esté posicionada para cumplir la misión de la iglesia en el próximo término”.
En sus declaraciones de cierre, Ray Whalen, subtesorero de la Asociación General, aseguró a los miembros que Dios está guiando todo. “A pesar de los desafíos financieros que enfrentamos, me siento agradecido por los recursos financieros que el Señor nos ha brindado de antemano”, dijo. “Creo firmemente que el Señor nos dará cada centavo que sea necesario para cumplir las tareas de él nos da de esparcir las buenas nuevas de su pronto regreso”.
Traducción de Marcos Paseggi