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6 de octubre de 2017 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Marcos Paseggi, corresponsal principal, Adventist Review

El Concilio Anual 2017—un encuentro administrativo anual de la Iglesia Adventista de unos 450 miembros de la Junta Directiva procedentes de todo el mundo—se dio cita en la sede central de los 21 millones de fieles en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos, el 5 de octubre. El encuentro de cada otoño boreal, donde se comparten informes de departamentos, y se votan documentos, planes y reglamentos, se inauguró con la Conferencia de Educación y Desarrollo para el Liderazgo (LEAD), un evento anual que busca informar, capacitar y empoderar a los líderes sobre un tema específico. La edición 2017 se enfocó en los gozos y desafíos de la misión global, en especial en momentos en que la iglesia avanza con decisión para compartir el mensaje de Dios con grupos de personas aún no alcanzados.

“Nuestro objetivo es reavivar la visión original de nuestra iglesia para la misión”, dijo Gary Krause, director de la Secretaría de Misión Adventista. “En cierto sentido, no es nada nuevo, porque la misión es fundamental para nuestro movimiento”.

Doug Venn, director del Centro Urbano de Misión Global, hace su presentación en la Conferencia LEAD del Concilio Anual. Imagen de la Red de Noticias Adventistas

Krause explicó que el desafío es cómo adaptar las verdades eternas de la Biblia a la gran diversidad de grupos de personas que existen en el mundo.

“Nuestro objetivo es compartir las buenas nuevas de una manera que resulta significativa y atractiva para las personas que son muy diferentes de nosotros”, expresó.

Centros de Misión Global

Parte del día estuvo dedicado a compartir las contribuciones de los Centros de Misión Global con los objetivos de Misión Adventista. Los centros fueron creados por la iglesia mundial para “ayudar a que los adventistas aprendan de qué manera construir puentes de comprensión y amistad con las personas de las principales religiones y filosofías del mundo”, según el sitio web del centro.

Hay seis centros, que hacen lo mejor que pueden para hallar caminos de entendimiento con las poblaciones urbanas, las personas de las religiones del este asiático (por ejemplo, los budistas), las religiones del sur asiático (por ejemplo, los hindúes y los sijs), las relaciones entre adventistas y judíos, las relaciones entre adventistas y musulmanes, y las personas seculares. Cada uno compartió una presentación sobre sus objetivos, planes y recursos.

Las grandes religiones del mundo

Cada grupo religioso principal necesita un enfoque único, dijeron los directores de los centros misioneros, uno que incluya no solo la religión sino también la cultura y la cosmovisión. Por ejemplo, en el hinduismo, “cuando alguien se cambia de religión, eso puede perturbar grandemente a una familia”, escribió Clifmond Shammerudeen al presentar el Centro para las Religiones Sudasiáticas. El centro está trabajando para tender puentes con la mentalidad hindú, y ayudar a las personas interesadas en conectar a los hindúes con capacitación y recursos.

Petras Bahadur, director del Centro Global de Relaciones Adventista-Musulmanas
dijo que aprender cómo interactuar con los musulmanes es un objetivo continuo. Ante el aumento de las poblaciones en Occidente, el centro brinda consejo, capacitación y recursos a los adventistas para facilitar esas interacciones. También aconseja a los miembros sobre cómo construir relaciones de amistad con respeto y hacer esfuerzos sinceros para encontrarse con los musulmanes allí donde se encuentran.

Petras Bahadur, director del Centro Global de Relaciones Adventista-Musulmanas, durante su presentación en la Conferencia LEAD del Concilio Anual. Imagen de la Red de Noticias Adventistas

En el caso de los budistas, es fundamental comprender su cosmovisión, dijo Gregory Whitsett, director del Centro para las Religiones de Asia Oriental “Los budistas no creen en un dios suprema o una naturaleza humana correcta”, dijo. “Por el contrario, la religión es un sistema que contribuye a la superación personal”, algo que puede dificultar la aceptación de las doctrinas cristianas. Es posible progresar cuando comprendemos la mentalidad budista, dijo Whitsett.

Por otro lado, la interacción con las personas de religión judía requiere de un enfoque diferente, dijo Richard Elofer, director del Centro de Amistad Judío-Adventista “Los judíos fueron los primeros llamados a ser pueblo de Dios, y muchos poseen un profundo conocimiento de las Escrituras”, dijo. Elofer enfatizó que la aproximación al diálogo espiritual con las personas de fe judía tiene “que reconocer sus contribuciones y ponerlos en contacto con el Mesías que han estado esperando por tanto tiempo”.

Ganoune Diop, director de Asuntos Públicos y Libertad religiosa de la Iglesia Adventista mundial, se mostró de acuerdo.

“Como cristianos, tenemos una deuda histórica, teológica y profética con el pueblo judío”, dijo. “Es nuestro deber brindar restauración y reconciliación entre la iglesia e Israel”.

A los seculares y posmodernos

La creciente población secular y posmoderna tiene sus propios desafíos.

“Después de los cristianos y los musulmanes, el grupo ‘religioso’ más grande del mundo es precisamente los 1200 millones de personas no religiosas”, informó Kleber Gonçalves, director del Centro de Estudios Seculares y Posmodernos “Es uno de los desafíos más grandes, cómo comunicar con personas que simplemente no están interesadas en la religión. Y es un desafío no solo en Occidente, sino en todas partes”.

Al igual que con otras grandes religiones, en el contexto de las personas seculares o que no asistan a ninguna iglesia, es clave crear pautas para conectarse con las personas seculares y posmodernas.

“Necesitamos hallar maneras de conectar, cultivar relaciones, desarrollar la confianza”, expresó.

Otro desafío, dijo Gonçalves, es cómo involucrar a los jóvenes. “Hemos aprendido que las relaciones humanas son fundamentales”, enfatizó. “Por ello, antes de invitar a otra persona a la iglesia, invítela a su casa”.

Gonçalves dijo que la iglesia necesita “jóvenes que se conecten con otros, que traten de aprender y hablar el lenguaje de esa ciudad”. Y los jóvenes con la motivación correcta son sumamente entusiastas, destacó Gonçalves. “En nuestros eventos para jóvenes que no asisten a la iglesia, una y otra vez, escuchamos que hay visitas que vienen por primera vez y dicen: ‘No tengo idea por qué estoy en este lugar, pero vine porque están mis amigos’”.

Para alcanzar las grandes ciudades

Las grandes concentraciones urbanas, donde vive actualmente más de la mitad de la población, presentan un grupo específico de desafíos para el evangelio, dijo Doug Venn, director del Centro Urbano de Misión Global.

“Hay 89.167 habitantes urbanos por cada congregación urbana adventista”, informó. El objetivo del centro, dijo, es hallar maneras de alcanzar a ese segmento creciente de la población mundial, que se espera llegará al 70 por ciento para 2050.

Venn se reúne periódicamente con líderes de la iglesia de regiones donde se encuentran las ciudades más grandes del mundo para analizar los desafíos, las oportunidades y las estrategias.

Ganoune Diop, director de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista mundial (izquierda) y Richard Elofer, director del Centro de Amistad Judío-Adventista, analizan las relaciones entre judíos y adventistas. Imagen de la Red de Noticias Adventistas

“Les pregunto: ‘¿Qué método está funcionando? ¿Cuáles son las posibilidades en la región donde viven? ¿Qué ideas tienen? ¿Qué les gustaría intentar?’” El objetivo es crear oportunidades a medida de compartir el amor de Dios con los urbanitas, muchos de los cuales están buscando un significado y algo mejor en la vida.

El centro está involucrado en varias iniciativas para recuperar los centros urbanos para Cristo. La iniciativa I Want This City, (Dame esta ciudad), por ejemplo, es una serie de TV en 13 partes que sigue a Venn durante nueve meses en Bangkok, Tailandia, una de las ciudades menos alcanzadas el mundo. Aunque perturbador, el programa trató de analizar con franqueza algunos de los desafíos más grandes de la misión contemporánea en centros urbanos. Otro sitio, Misión a las ciudades, comparte voces desde la vanguardia misma de la misión urbana, además de noticias y recursos para los que son llamados a servir en ese marco.

“No importa cuál sea la capacidad y el llamado de cada uno, úsenlos para la misión”, dijo Venn a los miembros de la Junta Directiva. “Tenemos que movilizar a cada miembro para la misión de Dios”.
Equilibrio entre centros de avanzada y urbanos

La Conferencia LEAD concluyó el viernes por la mañana con presentaciones adicionales y un panel de discusión.

Entre las presentaciones finales, David Trim, director de la Secretaría de Archivos, Estadísticas e Investigación compartió perspectivas sobre los escritos de Elena White relacionados con la misión a las ciudades.
Trim enfatizó que White, una de las fundadoras de la Iglesia Adventista, sintió una enorme responsabilidad por las ciudades, indicando aun después de los 80 años que, si Dios le daba las fuerzas, iría a trabajar a las ciudades. White, quien también se pronunció a favor de los centros de vanguardia, centros misioneros en zonas rurales. Trim compartió, sin embargo, que en su forma ideal, White imaginó esos centros de vanguardia en las proximidades de las grandes ciudades, como un lugar donde los miembros que participaran de la gran misión a las ciudades pudieran regenerarse y descansar.

Homer Trecartin, director general de los Centros de Misión Global, clarificó también este punto. “Si pensamos terminar esta tarea, no podemos pensar en tan solo centros de vanguardia”, dijo. “Necesitamos adventistas dedicados que vivan en las ciudades”, mientras hallamos al mismo tiempo maneras de que se recuperen en un ámbito rural, concluyó Trecartin.

Trecartin expresó una nota de esperanza al final de sus declaraciones. “He pedido a algunas personas que asuman proyectos en las ciudades y han respondido”, dijo Trecartin.

Ted N.C. Wilson, el presidente de la Iglesia Adventista, ofreció algunas declaraciones en el cierre. Después de citar varias ocasiones en las que ha vivido y trabajado en grandes ciudades como Moscú y la ciudad de Nueva York, recordó enfáticamente a los asistentes que “la gente de la ciudad nos está llamando”.

Wilson se refirió al “movimiento poderoso” del que habló Elena White, lo que sucede cuando la misión a las ciudades se torna una realidad. “Aún no hemos visto ese ‘poderoso movimiento’, dijo Wilson, quien desafió a los líderes mundiales, los miembros de la junta y todos los miembros de la Iglesia Adventista para que sean parte de su implementación. “Hagamos algo, para que ese poderoso movimiento pueda comenzar”.

Las sesiones de la Junta Directiva continuarán hasta el 11 de octubre. Se puede seguir las alternativas de estas en vivo aquí.

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