San Salvador, El Salvador - 19 oct 2017
18 de octubre de 2017 | San Salvador, El Salvador | Fabricio Rivera/ DIA
Cientos de estudiantes de las escuelas adventistas de El Salvador participaron de una masiva marcha en la ciudad capital de San Salvador el mes pasado. La marcha, que la iglesia lleva a cabo cada año, puso de relieve los valores espirituales.
Miembros de iglesia y estudiantes sostuvieron carteles y pancartas, a la vez que animaron a los transeúntes para que pongan fin a todo tipo de violencia, ya sea verbal o física, y combatan el mal con el amor que Jesús enseña en la Biblia. Muchos más distribuyeron impresos y libros de evangelización. La marcha culminó en la Plaza de las Américas, conocida como el Monumento al Salvador del Mundo, donde se llevó a cabo un festival de música.
“Hoy hemos dado un paso adelante para compartir el evangelio de Cristo, y animado a otros para que defiendan los valores entre los ciudadanos del país”, dijo el pastor Abel Pacheco, presidente de la Iglesia Adventista en El Salvador. “Necesitamos mantener en alto el respeto, el amor, la fidelidad, la honestidad y otros valores en la sociedad”.
Frederico Anliker, representante de la Municipalidad de San Salvador, felicitó a la iglesia por su contribución positiva en el país. “Los desafío para que sigan organizando más actividades similares para preservar a la sociedad de costumbres que degradan y perjudican la coexistencia de los salvadoreños”, dijo Anliker.
Los estudiantes de las bandas que marcharon de las 23 instituciones educativas que participaron, dedicaron la tarde a ejecutar obras musicales.
“Uno de nuestros principales objetivos en este festival de bandas es exaltar a Jesús y los valores espirituales como un fundamento de la educación adventista”, dijo Secia de Aguillón, directora de educación de la Iglesia Adventista en El Salvador. “Al mismo tiempo, queríamos destacar nuestras instituciones”.
Hace muchos años, el evento anual era una competencia entre bandas de los diferentes departamentos municipales del país, dijo Aguillón. Más tarde fue cambiado a una festival de bandas para eliminar el espíritu competitivo y promover la unidad del Sistema Educativo Adventista.
La actividad anual se ha convertido en un evento de todo un día que también brinda la oportunidad de que los estudiantes compartan mensajes positivos de paz, salud, amor a Dios, y que demuestren habilidades en equipo por medio de actuaciones gimnásticas y otras actividades, añadió Aguillón.
“Muchos padres acompañan a sus hijos para que participen del evento que se convierte en una fiesta espiritual en la cual damos honra y gloria a Dios por cómo nos ha cuidado durante el año”, dijo Aguillón.
Para Sergio García y un grupo de otros 15 estudiantes de la Escuela Adventista Playas Negras, ubicada en una comunidad rural en el distrito municipal de Conchagua en la región oriental del país, la anticipación del día los mantiene despiertos la noche anterior. Salieron de sus casas a las 2.00 para cubrir los 450 kilómetros de rutas irregulares y sinuosas para ser parte de la marcha y el festival de bandas del día.
“Es como un sueño hecho realidad para este grupo de estudiantes”, dijo Oliver López, director de comunicación de la Asociación Oriental de El Salvador. Para los estudiantes, los maestros y los padres, esto representa una oportunidad de ser parte del festival de bandas año tras año, añadió. “Esto representa una inversión, porque muchos padres necesitan hacer sacrificios extras para comprar instrumentos musicales y pagar a profesores de música, para que sus hijos puedan participar”.
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Traducción de Marcos Paseggi