Los líderes de la División Norteamericana cortan la cinta de la nueva sede de la Iglesia Adventista en el territorio en Columbia, Maryland, Estados Unidos, el 26 de octubre de 2017. Imagen de Pieter Damsteegt

Las nubes de la mañana dieron paso al sol el 26 de octubre de 2017, cuando la Iglesia Adventista de Norteamérica dio la bienvenida a las visitas a la gran celebración de apertura y ceremonia de corte de cintas de su nueva sede en Columbia, Maryland, Estados Unidos.

“Este es nuestro hogar […]; estamos felices de que estén aquí”, dijo Daniel R. Jackson, actual presidente de la División Norteamericana. Jackson describió el propósito de la sede, diciendo: “Este edificio no es símbolo del progreso humano, de la inventiva humana. Está aquí para servir a los propósitos del Dios Todopoderoso”.

Annika Anderson, asistente de Gordon Pifher, vicepresidente de Ministerios de Medios de la División Norteamericana, canta el Himno Nacional de los Estados Unidos, durante la ceremonia de corte de cintas el 26 de octubre de 2017, en la nueva sede de la División Norteamericana. Imagen de Pieter Damsteegt

Más de seiscientas personas se dieron cita para el evento, que duró dos horas y media. Entre los asistentes estuvieron funcionarios del gobierno del condado y del estado, así como empleados de la División Norteamericana, la Junta Directiva de la División Norteamericana, compuesta por líderes de toda Norteamérica, capellanes militares, músicos, exadministradores del territorio, directivos de Adventist Healthcare, y otros invitados de honor. Un grupo más pequeño asistió a un banquete vespertino que también formó parte de la celebración de apertura.

La ceremonia de corte de Cintas se llevó a cabo en la entrada principal de la sede. Incluyó una oración de parte del expresidente del territorio Don C. Schneider, reconocimientos, una presentación de la bandera del estado de parte de John Wobensmith, Secretario de Estado de Maryland, y el izamiento de las banderas con el Conjunto de Redoblantes de la Asociación de Allegheny Oriental, y los portadores del Club de Conquistadores de la iglesia adventista de Beltsville. Una vez que los directivos de la División Norteamericana, funcionarios e invitados selectos cortaron las cintas con tijeras conmemorativas, la multitud ingresó por el vestíbulo al principal auditorio del edificio y a otro salón adyacente.

Una cálida bienvenida

Jackson dio la bievenida a la congregación al programa de dedicación. Entre los puntos destacados hubo declaraciones de Dave Weigley, presidente de la Unión Asociación de Columbia (la región de la Iglesia Adventista en el Atlántico medio); la invocación a cargo de G. Thomas Evans, tesorero de la División Norteamericana; un segmento de reconocimiento especial a cargo de G. Alexander Bryant, secretario ejecutivo del territorio; y un mensaje de dedicación a cargo de Jackson.

El coro del Colegio de Takoma y un conjunto musical del Colegio Adventista de Spencerville tuvieron a su cargo partes musicales durante la dedicación. El pastor adventista y cantante profesional Wintley Phipps, quien ha cantado para varios presidentes de los Estados Unidos y numerosos dignatarios a lo largo de su carrera, entonó el cántico “Sublime gracia”. Se vieron tres presentaciones en video, entre ellas, un saludo y oración de parte de Ted N.C. Wilson, presidente de la Asociación General (la Iglesia Adventista mundial), una perspectiva histórica con la línea del tiempo de la División Norteamericana, y una perspectiva en imágenes del proceso de renovación del edificio.

Antes de que Artur Stele, uno de los vicepresidentes generales de la Asociación General, ofreciera la oración de dedicación, los funcionarios de la División Norteamericana lideraron a la congregación en una letanía de pasajes de las Escrituras seleccionados por Shirley Burton, exdirectora de comunicaciones del territorio.

“Dedicamos este edificio a la gloria de Dios el Padre, la honra de Jesucristo nuestro Salvador, y para alabanza del Espíritu Santo”, dijo Stele. Y concluyó con: “Señor, bendice todas las actividades que se hagan aquí, para glorificar tu nombre”.

Los directivos de la División Norteamericana y distinguidos invitados cortan la cinta ceremonial en la Gran Celebración Inaugural de la Sede de la División Norteamericana. Imagen de Pieter Damsteegt

Entre los invitados de honor estuvieron Charles E. Bradford, expresidente de la División Norteamericana; Schneider; George H. Crumley, extesorero del territorio; Juan R. Prestol-Puesán, extesorero de la División Norteamericana y actual tesorero de la Asociación General; Scott McClure, hijo de Alfred C. McClure, expresidente de la División Norteamericana que falleció en 2006; y Bonita Rodríguez, hija de Barbara y Robert L. Dale, exsecretario del territorio.

Conexión con la comunidad

Mientras el sol desaparecía en el cielo, el banquete complementario contó con la bienvenida a cargo del abogado Orlan Johnson, director de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la División Norteamericana; palabras de John Sarbanes, Diputado de Maryland, y de Kevin B. Kamenetz, Ejecutivo del Condado de Baltimore; y un mensaje leído por un representante de Sheila Jackson Lee, una legisladora de Texas, que es adventista.

Durante la velada, Sarbanes contó de sus intercambios con las entidades adventistas. “Cuando trabajaba de abogado, representé a varios organizaciones [adventistas] de salud [del país]”, dijo Sarbanes, cuyo distrito incluye tanto la sede central de la Iglesia Adventista en Silver Spring (Maryland, Estados Unidos), y la nueva sede de la División Norteamericana.

“La Iglesia Adventista del Séptimo Día marca una gran impresión en las personas, como resultado del alcance con el que se conecta con las comunidades donde reside”, dijo Sarbanes. “Esto no será la excepción. Ustedes ya pueden ver que hay un sentido de conexión con la comunidad del Condado Howard. Es una gran combinación, porque Columbia es un lugar muy diverso, muchas perspectivas diferentes, muchas personas maravillosas, y creo que eso refleja asimismo qué es la Iglesia Adventista”.

Kamenetz, que dijo estar complacido por la representación adventista en Maryland por medio del sistema de salud y los empleados de la División Norteamericana, se hizo eco de los comentarios de Sarbanes. “La iglesia está ayudando a que las personas crezcan, y mejorando sus vidas. ¿Quién no los quiere tener como vecinos?”, expresó. “Es muy bueno tenerlos aquí”.

Traducción de Marcos Paseggi

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