Ted N.C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista (derecha), se dirige a la convocación de jóvenes de la Sociedad Teológica Adventista cerca de Hanover, Alemania, el 21 de octubre, mientras Johannes Kolletzki interpreta su mensaje al alemán. [AYC: Congreso de Jóvenes de la ATS / Facebook]

24 de octubre de 2017 | Hanover, Alemania |

El presidente de la Iglesia Adventista mundial Ted N.C. Wilson instó a cientos de jóvenes alemanes para que hagan de su patria el principal campo misionero.

Wilson, que habló en la convocación de jóvenes de la Sociedad Teológica Adventista (ATS) cerca de Hanover, Alemania, agradeció a los adventistas alemanes por años de servicio misionero dedicado en el mundo. Destacó, sin embargo, que los 35 mil miembros de la Iglesia Adventista en Alemania enfrentan un gran desafío para alcanzar al altamente secularizado país que en la actualidad tiene casi 83 millones de habitantes.

“Dios los está llamando, en especial a los jóvenes, para que salgan al mundo, comenzando por Alemania”, dijo Wilson ante unas 1500 personas de todas las edades que se dieron cita en un auditorio para escuchar el sermón del sábado 21 de octubre.

Wilson volvió a enfatizar ese llamado durante una sesión del sábado por la tarde que estuvo dedicada a la obra misionera, y una vez más durante una sesión vespertina de preguntas y respuestas.

Unas 1500 personas escucharon el sermón del sábado durante el Congreso de Jóvenes de la ATS en Hanover, Alemania, el 21 de octubre. [Imagen de Sergej Schmulij]

“Espero ver una explosión de evangelismo en Alemania liderada por jóvenes centrados en Cristo, que crean en la Biblia y sigan el espíritu de profecía, y por otros que estén consagrados con la proclamación final de los mensajes de los tres ángeles, porque Cristo viene pronto”, dijo Wilson en una entrevista, resumiendo su respuesta a la convocación de jóvenes.

Otros oradores durante el evento reconocieron que la tarea de alcanzar a Alemania puede parecer enorme. El territorio de la ex Alemania Oriental cuenta con la concentración de ateos más grande del mundo, más que Corea del Norte, China y la ex Unión Soviética, dijo Rene Gehring, rector del Seminario de Bogenhofen, en la frontera austríaca-alemana. Más del sesenta por ciento de la población local se identifica como atea, mientras que menos del diez por ciento es cristiana, dijo.

Aun así, dijo Gehring, Dios puede llevar a cabo milagros con tan solo unos pocos fieles, así como lo hizo cuando Gedeón derrotó un gran ejército con solo trescientos soldados en Jueces 7.

“Todo lo que tuvieron que hacer fue estar en el lugar correcto, en el momento correcto y hacer sonar la trompeta”, dijo Gehring. “Dios se encargó de hacer el resto”.

Los oyentes se emocionaron cuando él les leyó un pasaje de Elena White, una de las fundadoras de la denominación, donde ella escribió: “Un solo miembro dedicado que ame a Jesús hará mayor bien que cien obreros medio convertidos, profanos y autosuficientes” (Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 107).

Gehring dijo que entre el 75 al 95 por ciento de los conversos se unen a la Iglesia Adventista por medio de las conexiones personales, e hizo un llamado a los jóvenes para que alcancen a sus familiares y amigos.

“El más grande misionero es cada uno de ustedes”, expresó. “Nadie más tiene las conexiones que cada uno tiene”.

Samuel Naumann, de 25 años, describe su gozo al distribuir impresos adventistas desde un puesto móvil [Andrew McChesney, Misión Adventista]

Otros oradores fueron el presidente de la Unión Asociación Norte de Alemania Johannes Naether, que supervisa la obra de la iglesia en el norte del país; el director asociado del Patrimonio White en la región Markus Kutzschbach; y Achim Noltze, quien fue presidente de la filial alemana de la Sociedad Teológica Adventista.

Los jóvenes asistentes salieron del evento de un día de duración con la determinación de hacer más en sus comunidades.

“Es verdad. Nadie puede alcanzar a mi familia y amigos como yo”, dijo Lena Engel, de 25 años, que durante un año fue maestra misionera en Guyana, en Sudamérica.

“Aunque este es a veces el lugar más difícil para testificar, estas son las personas que realmente pueden ver si mis creencias marcan una diferencia personal en mi vida”, dijo Engel, que enseña matemática y ciencias en la escuela secundaria de Bogenhofen.

Jan Haugg, de 30 años, que era ateo pero ahora está en segundo año de teología en Bogenhofen, se mostró entusiasmado por graduarse y regresar a su región de Alemania Oriental.

“Deseo compartir este mensaje del reino con los que crecieron siendo ateos como yo”, expresó.

Otros jóvenes se mostraron con nuevas energías para seguir adelante con sus esfuerzos. Samuel Naumann, un estudiante de 25 años en la Universidad de Leipzig, habló del gozo que sintió al distribuir ejemplares gratuitos del libro “El conflicto de los siglos” y de otros impresos desde un puesto móvil propiedad de su familia. Junto con su familia, suelen colocar el puesto en festivales alemanes y en el centro de las ciudades.

“Muchos cristianos llegan a nuestro puesto y nos dicen, ‘¡Es exactamente lo que pensamos! Creímos que éramos los últimos cristianos que creen en las simples palabras de la Biblia’”, contó al hablar en un puesto de libros que fue armado en la sala de exposiciones del evento.

La versión original de esta historia fue publicada en Misión Adventista .

Traducción de Marcos Paseggi

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