La Sierra, California, United States - 14 nov 2017
Miembros del personal docente de Trabajo Social y uno de los pastores de la iglesia de la Universidad La Sierra compartieron hace poco una presentación en una conferencia nacional sobre maneras en las que las iglesias y los trabajadores sociales pueden unir fuerzas para suplir mejor las necesidades de las poblaciones más pobres.
Daphne Thomas, profesora asociada de Trabajo Social; Mari Straine, profesora asistente de Trabajo Social; y Steve Hememway, un exalumno de la universidad que es uno de los pastores de la iglesia de la Universidad La Sierra, tuvieron a su cargo un taller titulado “Salvar brechas: Los trabajadores sociales brindan soluciones en ámbitos religiosos”, en la convención de la Asociación Nacional de Trabajadores Sociales Cristianos. El evento se llevó a cabo del 2 al 5 de noviembre en Charlotte, Carolina del Norte, Estados Unidos.
El trío proveniente de la institución con sede en Riverside, California, habló de maneras en las que las iglesias y otras organizaciones religiosas pueden colaborar con los trabajadores sociales y estudiantes pasantes de trabajo social para ayudar a que los pobres se conecten de manera más fácil con las agencias correspondientes. También exploraron nuevos modelos de trabajo conjunto entre las congregaciones y las agencias locales y de gobierno.
“No solo puede ser difícil recorrer la amplia gama de servicios que brindan las organizaciones de la ciudad y del condado, sino que muchos líderes religiosos y que trabajan en las iglesias carecen del tiempo, las habilidades o la capacitación que les permita brindar ayuda adecuada y soluciones a largo plazo”, dijeron en la propuesta de la convención. “Esta presentación mostrará de qué manera las congregaciones locales pueden utilizar a los profesionales de trabajo social para ayudar, educar y servir mejor a los necesitados de la comunidad”.
Pasantía con la comunidad de la iglesia
Los conceptos del taller son producto de un programa de pasantías que comenzó hace tres años en la iglesia de la Universidad La Sierra y que está a cargo del departamento de trabajo social de la institución. Los pasantes, que trabajan con Hemenway y bajo la supervisión directa de Straine, comenzaron a trabajar con el programa de servicios a la comunidad de la iglesia para ayudar a las personas que necesitaban más ayuda que tan solo los alimentos y las prendas de vestir que les brindaba la iglesia. Los pasantes de trabajo social lograron evaluar a los individuos y las familias para entonces dirigir a las personas a las agencias locales adecuadas de servicios.
“Ha sido un gran éxito, y los pastores [de la iglesia La Sierra] informan que está funcionando muy bien, de hecho, tan bien que comenzaron a compartir esto con otras iglesias”, dijo Thomas.
Mientras tanto, en el otoño de 2016, Hememway fue fundamental a la hora de lanzar un grupo de tareas con la ciudad de Riverside, que está dedicado a relacionarse con las comunidades religiosas locales para ayudar a las poblaciones de extrema pobreza e indigentes. El grupo de tarea incluye representantes de los programas de trabajo social de las Universidades La Sierra, de Loma Linda y Bautista de California, además de varias agencias locales. Los estudiantes de cada una de las organizaciones están creando un mapa de activos que lleva un registro de las actividades actuales en iglesias de la región que ayudan a poblaciones en riesgo. El mapa ayudará a que el grupo de tareas se haga cargo de los huecos que pueda haber en los servicios.
En septiembre, la oficina de Rusty Bailey, alcalde de Riverside, llevó a cabo una cumbre de base religiosa con el objetivo de unir a los grupos religiosos para analizar la colaboración y responder a las necesidades de las comunidades más pobres e indigentes. A la cumbre asistieron 170 representantes de 70 organizaciones. “Colocar a pasantes de trabajo social en las iglesias de la zona es uno de los objetivos de ese grupo mayor”, dijo Thomas.
Juego de roles con la pobreza
Además de ello, desde 2015 y en varias ocasiones, los profesores de trabajo social de La Sierra, junto con Hemenway y otros miembros del personal docente de la universidad, han participado de manera activa en la comunidad del campus para comprender mejor la lucha diaria de los más pobres. Incorporaron en el campus una actividad de juego de roles denominada simulación de pobreza, y la edición más reciente se llevó a cabo el 23 de abril pasado. El evento resultó en una invitación para que Straine y Thomas lleven a cabo el ejercicio el pasado 14 de septiembre en la Región Metropolitana del Departamento de Servicios Sociales de Riverside. La convención de Carolina del Norte también ofreció una actividad preconferencia de simulación de pobreza similar para los asistentes al evento.
Las actividades de la simulación de pobreza, diseñadas para semejarse a un mes en la vida de un individuo en situación de pobreza, están encapsuladas en cuatro segmentos de 15 minutos cada uno, cada uno con sus desafíos y acciones que llevar a cabo. En todo ello, las “familias” de los participantes tienen que mantener activada la electricidad, mantener a los niños en la escuela, cuidar del hogar, pagar préstamos, hacer frente a recolectores de deudas y responder a otras circunstancias de la vida que se ven empeoradas por la pobreza.
“Todos pensamos que hay una tonelada de servicios disponibles”, dijo Hemenway. “Hallamos que no podemos siquiera encontrar los servicios necesarios en esa situación simulada. Y esto no es la vida real. No conozco ninguna otra herramienta que ayude a crear conciencia de esa lucha. Moldea nuevamente nuestra manera de entender a las personas que viven en situaciones de pobreza”.
Traducción de Marcos Paseggi