Imagen de Andrew McChesney

Una cumbre de liderazgo organizada por la Iglesia Adventista del Séptimo Día enfatizó que la unidad es necesaria para terminar la misión de la iglesia de esparcir el evangelio, y apoyó abrumadoramente la unidad que describe Jesús en Juan 17.

La unidad es un tema clave entre los líderes de la iglesia, dado que la Asociación General, el órgano administrativo de la iglesia mundial, contiende con varias unidades que no guardan conformidad con los reglamentos votados. La Comisión de Supervisión de la Unidad de la Asociación General, que está analizando el tema, presentará un documento sobre los próximos pasos posibles a los casi trescientos líderes de la iglesia en el encuentro de la Junta Directiva en el Concilio Anual en octubre de 2018.

Ted N.C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista, expresó en la apertura de la XI Cumbre de Liderazgo Global en Lisboa, Portugal, que “la unidad real […] proviene de una sumisión sentida a Dios y a nuestros hermanos en la fe, mientras trabajamos juntos siendo enseñados por la Santa Palabra, el espíritu de profecía, y el Espíritu Santo”.

“La unidad resultante sobrepasa por lejos cualquier convicción de naturaleza privada una vez que las cuestiones hayan sido revisadas con detenimiento por la iglesia mundial y se hayan tomado las decisiones correspondientes”, dijo Wilson en su mensaje. “Sobrepasa por lejos cualquier ‘derecho’ legal que puedan ser ejercidos. Las obligaciones morales y espirituales a Dios, a su iglesia y a su misión en unión sobrepasan por lejos cualquier opinión legal o independiente de un miembro o una organización dentro del cuerpo general de la iglesia”.

Wilson abrió la Biblia en Juan 17:20-23, y leyó la oración de Jesús pidiendo la unidad de la iglesia: “Pero no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, Padre, en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado”.

“Cuando cualquier organización, como parte del cuerpo de Cristo, su iglesia, exige su propio camino contrario a la voluntad de todo el cuerpo, esa organización obstinada e independiente está trabajando contra los deseos de Dios de una iglesia unida en la misión sobre la base de Juan 17”, dijo Wilson.

Énfasis en Juan 17

Orador tras orador citó Juan 17 en la cumbre de dos días a la que asistieron 49 líderes de la iglesia, lo que incluyó a presidentes, secretarios y tesoreros de las divisiones, además de algunos rectores y profesores de universidades, entre otros.

Mark Finley, que es evangelista y asistente del presidente de la iglesia mundial, describió la oración de Jesús como el fundamento teológico para la unidad en la Iglesia Adventista.

“Toda unidad tiene que estar basada en un fundamento teológico”, dijo en una presentación titulada “Desarrollo histórico de la unidad espiritual en la Iglesia Adventista del Séptimo Día”.

Finley destacó que Elena G. White, una de las fundadoras de la Iglesia Adventista, mencionó más de 700 veces a Juan 17 en sus escritos. En uno de esos pasajes, él leyó: “La familia de Dios sobre la tierra tiene muchas lecciones que aprender para responder a la oración de Cristo, la última oración con sus discípulos antes de su humillación. El capítulo 17 de Juan, que contiene esa oración, abarca más que cualquier otro capítulo del Nuevo Testamento” (Carta 92, 1906).

Abner De Los Santos, uno de los vicepresidentes generales de la Iglesia Adventista mundial, enfatizó que la unidad de Juan 17 es fundamental para cumplir la orden de Cristo de proclamar el evangelio al mundo.

“Es solo en nuestra unidad que el mundo puede ver el poder del evangelio”, dijo en una presentación titulada: “La importancia de la unidad de la iglesia según lo ejemplificaron Cristo y sus discípulos”.

Buscar a Cristo

Otros oradores en la cumbre del 6 de febrero, titulada “La necesidad espiritual de la unidad de la iglesia y la autoridad bíblica para cumplir con la misión de Dios”, incluyeron a Ella Simmons y Thomas Lemon, vicepresidentes generales de la Iglesia Adventista mundial, y Duane McKey, asistente del presidente de la iglesia mundial y presidente de Radio Mundial Adventista. Karnik Doukmetzian, asesor legal general de la Asociación General y la División Norteamericana, ofreció una perspectiva legal.

Los miembros de la iglesia que anhelan la unidad deberían buscar a Cristo con todo el corazón, dijeron los líderes de la iglesia.

“La unidad no es lo que fabrica una iglesia o una organización”, dijo Larry Evans, asistente del presidente de la iglesia mundial para los ministerios de necesidades especiales. “Es un producto secundario de los que experimentan personalmente al Dios de la Biblia”.

Cerca del final del día, G. Alexander Bryant, secretario ejecutivo de la División Norteamericana, felicitó a los oradores por mostrar que la Iglesia Adventista está enfocada de lleno en Cristo.

“Deseo que los jóvenes de la División Norteamericana puedan escuchar lo que estamos diciendo hoy sobre Cristo como el centro de la iglesia”, dijo durante una mesa redonda sobre la capacitación de los jóvenes para que lleguen a ser líderes. “Si Cristo no está en el centro, no tenemos nada”.

RECUADRO

Completar la misión

De las expresiones de bienvenida de Guillermo E. Biaggi, vicepresidente general de la Iglesia Adventista mundial y organizador de la cumbre:

Queremos considerar y reflexionar no solo en informes de varias divisiones mundiales e instituciones, sino también en presentaciones sobre el importante tema de la unidad y la autoridad de la iglesia, y la manera en que pueden tener un impacto sobre la compleción de la misión de la iglesia.

Elena G. White reflexiona: “¡Oh, cómo se regocijaría Satanás si lograse tener éxito en sus esfuerzos para penetrar entre este pueblo y desorganizar la obra en un tiempo en que la organización esmerada es esencial y constituirá el mayor poder para evitar los movimientos espurios, y refutar los asertos que no son apoyados por la Palabra de Dios! Necesitamos sostener en forma pareja las riendas, a fin de que no se quebrante el sistema de organización y orden que fue edificado por una labor sobria y cuidadosa” (“Testimonios para la iglesia”, t. 9, p. 206).

Necesitamos la ayuda de Dios, por medio de la presencia del Espíritu Santo, para llegar a ser líderes visionarios y comprometidos que completen la misión de alcanzar a los 7600 millones de habitantes de nuestro mundo con el mensaje de esperanza.

Traducción de Marcos Paseggi

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