El techo de esta casa fue reconstruido por voluntarios adventistas en Vista Gorda, en las Islas Vírgenes Británicas. Imagen por Sylvester Williams

2 de marzo de 2018 | St. Croix, Islas Vírgenes Americanas | Personal NCC – Personal DIA

Los adventistas del séptimo día en las Islas Vírgenes Británicas y en San Martín, han estado prestando voluntariamente su tiempo y talentos en numerosos proyectos de reconstrucción después de la devastadora época de huracanes del 2017. Las Islas Vírgenes Británicas incluyen en su territorio Virgen Gorda y Tórtola.

Docenas de voluntarios se ocuparon de reconstruir techos, paredes y de prestar ayuda a muchos que sufrieron daños por causa de los destructivos vientos de los huracanes Irma y María.

Miembros adventistas voluntarios reconstruyeron un techo en Vista Gorda. Imagen por Sylvester Williams

“La Iglesia Adventista del Séptimo Día cree que la predicación de las buenas nuevas de salvación debe estar acompañada de buenas obras, de manera que la comunidad pueda recibir el impacto de la iglesia”, dijo Henry Peters, director de servicio a la comunidad en la región Norte del Caribe. “Es cumplir la misión que todos hemos hecho nuestra”.
El director Peters dijo que la labor de voluntariado significa para la iglesia más que simplemente construir una casa. “Los miembros están formando relaciones significativas mientras trabajan mano a mano y han estado al mismo tiempo dando a conocer el amor de Jesús”. Dijo, además: “Es realmente toda una experiencia transformadora, tanto para los hermanos como para la comunidad”.

Los miembros voluntarios reconstruyeron todo el techo de una casa. Se necesitaron cinco semanas hasta dar por concluido ese trabajo, dijeron los dirigentes de la iglesia.

La comisión de construcción de la Iglesia Adventista de Virgen Gorda motivó a todos los miembros de la iglesia físicamente capacitados, a invertir tardes y fines de semana en los proyectos de reconstrucción de techos en la comunidad. Los materiales de construcción fueron provistos por un donador privado de la República Checa, con los cuales se beneficiaron residentes que no tienen seguro que cubra los costos de reparación.

Al enterarse de esta labor, el gobierno proveyó guantes, serruchos, cables de extensión y otras herramientas para ayudar en la reconstrucción.

“Estamos en el proceso de ayudar a los residentes a reconstruir sus casas”, dijo el pastor de distrito, Sylvester Williams. “Una vida tocada por Dios termina siempre imprimiendo su toque en los demás”. Se trata de hacer una impresión en la vida de otros, a través de una influencia positiva, compasión y solicitud”, dijo. “El amor es el camino mejor para guiar y mover a otros hacia Dios. Es un proyecto de la iglesia en servicio a la comunidad”, agregó.

Una casa en Vista Gorda que está siendo reconstruida por miembros de iglesia local. Imagen por Sylvester Williams

Además, la comunidad de creyentes en Tórtola está dispuesta similarmente para la labor de reconstrucción. A diferencia de su iglesia hermana en Virgen Gorda, que salió relativamente bien librada, las propiedades de la Iglesia Adventista en Tórtola sufrieron daños mayores. La Iglesia Adventista Carrot Bay fue azotada severamente por la furia de la tormenta, el primer piso de la Iglesia Adventista Road Town quedó totalmente destruido y su escuela de iglesia recibió también serios daños.

“Dios ha sido bueno con nosotros y estamos empeñados en seguir adelante”, dijo Nigel Henry, un anciano de iglesia de la isla de Tórtola. Dijo que los miembros de iglesia permanecen optimistas, a pesar del lento proceso de reconstrucción.

“Los miembros continúan fuertes y resilientes. Muchos de ellos han sido afectados y estamos tratando hasta donde nos es posible de apoyarlos y de estar a su lado”, dijo el Pastor Howard Simon, uno de los dos pastores en Tórtola.

En San Martín, los miembros de la Iglesia Adventista Philipsburg están también participando en la labor de reconstrucción. La iglesia tomó el voto de proporcionar US$ 30,000 para ayudar a sus miembros a recuperarse de los daños y ha hecho provisión en favor de la comunidad. “Es un esfuerzo encomiable tanto de la iglesia como de sus miembros”, dijo el Pastor Desmond James, presidente de la iglesia en el territorio Norte del Caribe. “Se trata de construir puentes hacia la comunidad”.

La comunidad de la Iglesia Adventista en las Islas Vírgenes Británicas adora en nueve congregaciones dirigidas por tres pastores. La iglesia supervisa la Escuela Adventista BVI, una institución educativa acreditada, con más 300 estudiantes del nivel primario y secundario. En San Martín, la comunidad de creyentes adora en nueve congregaciones y cuenta con una escuela primaria. Las instituciones de influencia en las Islas Vírgenes Británicas y en San Martín, son operadas por la Asociación Norte del Caribe de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Traducción – Gloria A Castrejón

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