El doctor D. Orlando Smith, el jefe de gobierno de las Islas Vírgenes Británicas (izquierda) y el gobernadora Augustus Jaspert (derecho), descubren una placa, durante la ceremonia de conmemoración del primer aniversario llevado a cabo el Tórtola el 6 de septiembre de 2018, después de que el Huracán Irma causó extensos daños el 6 de septiembre de 2017. Cortesía del Servicio de Gobierno de las Islas Vírgenes Británicas

27 de septiembre de 2018 | Tórtola, Islas Vírgenes Británicas | Royston Philbert/DIA

Para marcar el primer aniversario de las perseverancia de los residentes tras el paso del Huracán Irma, las Islas Vírgenes Británicas (BVI) organizaron una ceremonia nacional de conmemoración un año después en Tórtola. Unidos como supervivientes del huracán, los más de ochocientos residentes, políticos de alto perfil, destacados ejecutivos de negocios y líderes espirituales reflejaron en los esfuerzos de reconstrucción de la nación en el Complejo de Administración del Gobierno, el pasado 6 de septiembre de 2018.

El huracán de Categoría 5 azotó las Islas Vírgenes Británicas durante las horas diurnas del 6 de septiembre de 2017, causando una destrucción generalizada y cobrándose cuatro vidas. El huracán dejó daños extensos a las propiedades y la infraestructura del territorio, y causó niveles significativos de despoblación, informaron los funcionarios.

El gobernador de las Islas Vírgenes Británicas Augustus Jaspert habla durante la ceremonia de conmemoración del pasado 6 de septiembre. Fotografía por cortesía del Servicio del Gobierno de las Islas Vírgenes Británicas

“Al reconocer y celebrar cuán lejos hemos llegado, hoy también es un día para rejuvenecernos y continuar nuestra recuperación”, dijo el gobernadora Augustus Jaspert durante la ceremonia de acción de gracias, reflexión y restauración.

El gobernador advirtió a los residentes de que no sean complacientes ante los continuados esfuerzos de restauración. A pesar de haber logrado mucho desde que los huracanes asolaron el territorio, el proyecto de reconstrucción está lejos de haber terminado. “Aún hay mucho por hacer”, dijo Jaspert.

“Trabajamos duro para alcanzar soluciones temporarias para que las casas, las empresas y los servicios volvieran a funcionar. Esas soluciones fueron fundamentales y dignas de elogio, y nos permitieron funcionar otra vez. Sin embargo, necesitamos cuidarnos de la complacencia, no tenemos que permitir que las soluciones temporarias se vuelvan permanentes”, enfatizó Jaspert. “No tenemos que acostumbrarnos a este estado”.

Varios oradores celebraron el progreso que el territorio ha tenido en el último año, y representantes de diversas comunidades religiosas destacaron la misericordia y la bondad de Dios en la vida de los residentes.

Los residentes observan una placa conmemorativa para reconstruir la isla de Tórtola. Fotografía por cortesía del Servicio de Gobierno de las Islas Vírgenes Británicas

En representación de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Tórtola, el pastor Howard Simon compartió expressions de esperanza e invitó a los congregados a que realicen un inventario personal: “Es para eso que estamos aquí”, dijo Simon. “Nos da la oportunidad de reflexionar hasta dónde nos ha traído Dios y contemplar lo que vendrá. No podemos vivir en el pasado sino en la esperanza de la venida de Cristo”. Al desarrollar su mensaje sobre la base de los leprosos bíblicos en Lucas 17:11-19, Simon dijo que Irma hizo que las Islas Vírgenes Británicas queden feas y leprosas.

“Nuestras laderas tenían un aspecto como si hubieran sido quemadas con fuego, y nuestras playas, edificios y hogares fueron quebrantados, azotados o arrastrados por el viento”, dijo Simon. Aunque Irma fue una tormenta muy terrible y muchos podrían declarer que fue peor que la lepra, dijo Simon, hay algo que está más allá de la lepra y de Irma.

El pastor Simon elevó la atención de ese panorama de heridas y dolor: “El huracán Irma nos robó todo, pero viene el día en que Jesús regresará por sus hijos, cuando ya no habrá más huracanes, ni más enfermedad ni más pecado, porque las primeras cosas habrán pasado”.

El pastor Howard Simon de Tórtola comparte un mensaje bíblico de aliento durante la ceremonia. Fotografía por cortesía del Servicio de Gobierno de las Islas Vírgenes Británicas

El pastor Simon recordó a los asistentes que la Iglesia Adventista de las Islas Vírgenes Británicas, por medio de sus Servicios Comunitarios y la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) estuvo entre las primeras en responder después del paso del huracán.

La iglesia brindó asistencia inmediata en forma de platos de comida y donaciones de alimentos y artículos personales. ADRA ofreció apoyo extendido al sistema educativo de las Islas Vírgenes Británicas al brindarles consejería por duelo, limpieza de escuelas, el traslado de baños portátiles para instituciones educativas, además de proveer de generadores a algunas escuelas que no tenían electricidad, y también paquetes de comida a 500 familias.

Los líderes de la iglesia informaron que las iglesias adventistas de Road Town y Carrot Bay fueron destruidas por el huracán, y ambas aún necesitan ser reconstruidas. La iglesia adventista Belle View aún necesita reparaciones en el techo, mientras la escuela primaria y secundaria adventista de Tórtola comenzó hace poco el año escolar con 341 estudiantes, el número más alto hasta la fecha.

Los miembros de iglesia y los residentes oran, durante la ceremonia de conmemoración. Fotografía por cortesía del Servicio del Gobierno de las Islas Vírgenes Británicas

La Iglesia Adventista de las Islas Vírgenes Británicas, que comprende a Tórtola, Virgen Gorda y Anegada, cuenta con dos mil miembros de iglesia en ocho congregaciones. Las islas forman parte de la Asociación Norteña del Caribe de la Iglesia Adventista, que también administra la Escuela Adventista de las Islas Vírgenes Británicas, una institución acreditada con una división primaria y otra secundaria.

Traducción Marcos Paseggi

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