Un estadio con capacidad para 30 mil personas lleno de líderes de la iglesia, funcionarios de gobierno, defensores de la libertad religiosa y miembros de la Iglesia Adventista fue la sede elegida para celebrar la libertad religiosa en Ruanda y el continente africano el 15 de septiembre de 2018. El festival “Libertad religiosa para todos”, que se llevó a cabo en el Estadio Nacional Amahoro en Kigali, la capital del país, coronó las actividades del III Congreso y Festival Africanos de Libertad Religiosa, que había comenzado dos días antes.
Al festival, llevado a cabo el sábado por la mañana, asistieron mayormente miembros de la Iglesia Adventista de Ruanda, pero también delegados de libertad religiosa de cerca de treinta países, representantes de organizaciones de los derechos humanos, funcionarios de gobierno, investigadores y empresarios africanus. Entre los invitados especiales estuvieron la Ministra de la Presidencia de Ruanda Judith Uwizeye, el Ministro de Justicia de Ruanda Johnston Busingye, y el Presidente de la Corte Suprema de Kenia Davida Maraga, que es adventista.
El evento, que duró cinco horas, incluyó un Desfile de Libertad Religiosa de Clubes de Conquistadores y diversos ministerios de la Iglesia Adventista; un concierto musical con decenas de grupos musicales y una banda de bronces, discursos sobre la libertad religiosa y oraciones de acción de gracias.
“Hemos venido a agradecer a Dios porque él eligió crearnos con libertad de conciencia”, dijo Joel Okindoh, secretario general de la Asociación Internacional de Libertad Religiosa (IRLA) para la región de África Centro Oriental, en sus palabras de bienvenida. “Pero también hemos venido comprender mejor por qué Dios creó con libertad a los seres humanos”.
Un aire de celebración
Blasious Ruguri, presidente de la División de África Centro Oriental, enfatizó en sus comentarios el enfoque proactivo del festival. “Esta es una celebración, un momento para estar feliz y con aire de festejo”, dijo.
Ruguri explicó los aspectos singulares de la celebración de Kigali. “Este evento nos ha congregado como hijos de África para analizar este importante principio de la libertad religiosa”, dijo. En ese sentido, añadió, no podría llevarse a cabo en un país mejor.
“[Ruanda] nos ha dado una experiencia sumamente práctica de la importancia de la libertad religiosa”, dijo Ruguri. “Fuimos testigos de lo que puede suceder cuando no existe la tolerancia”.
En su mensaje principal, el secretario general de la IRLA, Ganoune Diop, enfatizó la importancia regional de Ruanda en lo que respecta a la defensa y el apoyo de las libertades religiosas. “Ruanda actúa en forma deliberada a la hora de promover este derecho humano [de la libertad religiosa]”, dijo. “Y Ruanda ha llegado a ser un modelo de respeto por el bien común”.
No es una unión de iglesias
Diop explicó que el festival fue una celebración por otra razón. Es un momento para agradecer a las personas de diferentes confesiones, dijo.
“No damos por sentada la libertad religiosa”, dijo Diop. “La historia nos muestra lo peligroso de caer en ello”.
Al repasar de manera sucinta la larga historia de desencuentros y guerras religiosos, Diop dijo que el respeto y la paz entre las iglesias es algo digno de celebrar.
Al mismo tiempo, Diop dejó en claro que la libertad religiosa no lleva a una unión de iglesias, una situación que suele denominarse ecumenismo. “La libertad religiosa no implica una erradicación de las diferencias o la adaptación de todas las creencias a un denominador común”.
En ese sentido, Diop enfatizó que la libertad religiosa no es sincretismo, o una combinación de creencias. “No implica limitarse a diluir las creencias y los mensajes propios”, expresó.
Por supuesto, dijo Diop, las iglesias pueden asociarse para hacer el bien, en iniciativas que alivien el sufrimiento y ayuden a las personas necesitadas. Las iglesias pueden trabajar juntas en su intersección de valores para promover la solidaridad.
El derecho a creer en forma diferente
En su mensaje, Diop también explicó que la tolerancia en sí puede no ser suficiente a la hora de promover la paz y la tolerancia religiosas. “Tolerancia sí, pero no una tolerancia que nazca de un sentido de superioridad, con una actitud condescendiente y de desdén”, explicó. “Cuando abrazamos la libertad religiosa”, dejamos de ver a los demás como delincuentes”.
La implicación clave de la práctica de la libertad religiosa, dijo Diop, es recordar que “otros están en su pleno derecho de creer otra cosa”.
Ya con un tono más personal, Diop dijo que él no anda pidiendo disculpas sobre su experiencia religiosa personal. “Soy adventista del séptimo día”, dijo. “Creo en la soberanía de Dios y en la suficiencia del sacrificio de Jesucristo para mi salvación”. Y añadió: “Sí, creo que pronto vendrá para cumplir finalmente su promesa de crear un mundo nuevo con justicia y paz totales. ¡Esa es mi esperanza!”
Al mismo tiempo, dijo Diop, sostener sus creencias lo lleva a reflexionar en cómo respetar a los que tienen creencias diferentes. Y es algo que incluye a cada ser humano sin excepción. “Mi responsabilidad es amar a mi prójimo como a mí mismo, porque los seres humanos son templos sagrados del Espíritu Santo”, enfatizó. “Más allá de cualquier título o cargo, cada ser humano ha sido creado a imagen de Dios”.
Diop concluyó citando el libro bíblico de la Epístola a los Gálatas, donde el apóstol Pablo escribió: “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres” (5:1). “Jamás olvidemos que Dios es el Dios de la libertad”, expresó.