Imagen cortesía de la División Sudasiática del Pacífico

1 de octubre de 2018 | Sulawesi, Indonesia | Edward Rodríguez, División Sudasiática del Pacífico

Un devastador terremoto de magnitud 7.5 sacudió la isla de Sulawesi, Indonesia, el viernes 28 de septiembre; el último de una serie de terremotos que han estado afectado la región. La Agencia de Control de Desastres Nacionales de Indonesia (INDMA) confirmó que el total de defunciones ha ascendido a 832, sin contar la cantidad no confirmada a la fecha, de personas heridas y personas desaparecidas cuyo número va aumentando cada hora.

Setenta y dos horas después de pasado el terremoto, las autoridades siguen intentando la recuperación de más cuerpos mientras continúan los esfuerzos de búsqueda y rescate en lo que al presente se reconoce como el terremoto más mortífero registrado este año. La Agencia INDMA confirmó que más de dos millones de personas fueron afectadas por este acto sin precedente de la naturaleza. De acuerdo con los informes, la mayor parte de las fatalidades fueron causadas por caída de escombros y la ola gigantesca producida por el maremoto.

Los horrendos temblores comenzaron el viernes, cuando consecutivas sacudidas afectaron la provincia central de Sulawesi, desencadenando un tsunami de tres metros de altura que azotó las costas de Donggala, Palu y Mamuju. Más tarde se registraron 130 réplicas. Trece distritos de las provincias de Donggala Regency y ocho distritos de la ciudad de Palu estuvieron mayormente expuestos a la escala de intensidad VI-VII MMI (Escala de Intensidad Modificada Mercalli).

En cuestión solamente de tres meses, Indonesia ha sufrido varios terremotos, incluyendo el terremoto de magnitud 6.9 en Lombok, el pasado agosto, del cual los habitantes de la isla están todavía tratando de recuperarse.

Se confirmó que hay adventistas en la ciudad de Palu que fueron afectados por el terremoto. De acuerdo con los dirigentes adventistas locales, han fallecido ya varios miembros. Algunos de ellos sobrevivieron al correr hacia terreno más elevado.

El mensaje de texto enviado por el Pastor Alvian Sadondang, dice que él y su familia están agradecidos porque todos ellos sobrevivieron a esta calamidad natural, pero que se sentían muy tristes por la devastación ocurrida en perjuicio de los ciudadanos de Palu, incluyendo a varios miembros adventistas.

“Mi familia y yo estamos en busca de nuestros miembros de iglesia que todavía permanecen desaparecidos hasta este momento. Cinco de nuestros hermanos fueron víctimas del tsunami y hay todavía algunos más a los que seguimos buscando hasta el día de hoy”, dijo el Pastor Sadondang.

“La oficina de nuestra Misión Central de Sulawesi ha sido severamente dañada, así como nuestros edificios de iglesia en Setia Budi y Parigi. La mayoría de las personas en la comunidad necesitan alimentos y otros artículos de primera necesidad”, añadió el Pastor Sadondang.

La iglesia adventista en la región sudasiática del Pacífico invita a todos los miembros de la iglesia mundial a orar por las familias que fueron afectadas significativamente por este terremoto. La iglesia está encontrando también formas de hacer posible el extender su asistencia a los sobrevivientes de esta tragedia. La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos (ADRA), en  Indonesia, está coordinando muy de cerca sus esfuerzos con los oficiales locales para ampliar su ayuda asistencial y evaluar en qué forma atender a los más de 350,000 residentes en Palu que fueron afectados por esta tragedia.

Debido a la devastación causada por el terremoto y tsunami, no está disponible actualmente el transporte dentro de las zonas afectadas. El aeropuerto Mutiara Sis Al Jufri, en la ciudad de Palu, está cerrado debido a daños severos que hacen difícil el envío de asistencia y artículos de donación en la zona. Los aeropuertos en las provincias de Mamuju y Gorontalo permanecen en operación.

De acuerdo con un informe reciente de la Agencia ADRA con respecto a la situación, las carreteras de acceso ofrecen también sus desafíos y muchas de ellas están cerradas por causa de derrumbes.

La comunicación presenta muchos obstáculos, siendo que las líneas eléctricas derribadas contribuyen a los muchos desafíos para informar sobre los procesos en relación con las víctimas y la recopilación de datos.

ADRA Indonesia está trabajando muy de cerca con las agencias locales de manejo de desastres en cuanto a llevar a cabo evaluaciones rápidas para determinar cuáles son las necesidades primarias de las víctimas y sobrevivientes. Las necesidades más inmediatas son de alimentos listos para su consumo, alimentos para bebés, refugios de emergencia, lonas o carpas impermeables, cobijas y agua potable. Se necesitan también urgentemente voluntarios de servicios médicos que atiendan a las víctimas que sobrevivieron a los temblores.

Después de la evaluación, ADRA tiene planes de distribuir alimentos, ropa y toldos improvisados en las comunidades afectadas en Sulawesi. Si deseas ayudar y ofrecer asistencia a las familias afectadas por este desastre, puedes ponerte en contacto con la oficina de ADRA Indonesia, en adraindonesia.org.

Traducción – Gloria A Castrejón

 

 

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