28 de febrero de 2019 | Miami, Florida, Estados Unidos | Libna Stevens/DIA
La Iglesia Adventista del Séptimo Día en Venezuela se siente triste por la pérdida de una de sus miembros en La Gran Sabana, en la región sureste del país que comparte frontera con Brasil y Guyana. Zoraida Rodríguez, miembro activa de su iglesia local en Kumarakapay, perdió la vida el 22 de febrero de 2019 durante una confrontación entre los militares y los miembros de las comunidades fronterizas de la zona. Su esposo, otros dos miembros de iglesia y trece civiles sufrieron heridas y ahora están siendo tratados del otro lado de la frontera en Brasil, dijeron los líderes de la iglesia.
“Seguimos orando por nuestros miembros de iglesia en Venezuela, en especial por la familia de Zoraida Rodríguez”, dijo el pastor Elie Henry, presidente de la Iglesia Adventista en Interamérica. “Todos necesitamos recordarlos cada día en nuestras oraciones, y pedir que Dios intervenga en el país”.
Región Venezolana Oriental
“Hay muchas iglesias adventistas cerca de la frontera, la mayoría de ellas compuesta por miembros indígenas, quien en este momento se encuentra asistiendo a los heridos, llevando alimentos y ofreciendo apoyo espiritual por medio de los pastores locales y los laicos de la zona”, dijo el pastor Jorge Atalido, presidente de la iglesia en Venezuela Oriental, una de las dos regiones principales de la Iglesia Adventista en ese país sudamericano. Al mismo tiempo, un pequeño grupo de miembros de iglesia están distribuyendo agua y refrescos a los muchos que han sido desplazados en las comunidades fronterizas de la zona, añadió Atalido.
El pastor Atalido, que supervisa una feligresía de casi 180 mil personas en 856 iglesias y congregaciones en Caracas y los estados orientales del país, dijo que hay muchos miembros que se han visto seriamente afectados por la crisis que enfrenta el país. Aun así, en medio de los desafíos políticos y económicos, los miembros están cada vez más comprometidos con la misión de la iglesia, añadió.
“Nuestras iglesias permanecen abiertas cada semana y nuestros fieles miembros continúan disfrutando la libertad de adoración”, dijo Atalido. Solo en ocasiones, cuando hay manifestaciones públicas, los miembros se reúnen en grupos pequeños, añadió. En su mayor parte, en la región Venezolana Oriental, la iglesia continúa con sus programas de evangelización y comunitarios, con excepción de varios eventos mayores que fueron suspendidos debido a los crecientes costos y a preocupación por la seguridad, explicó Atalido.
Las trece escuelas operadas por la iglesia en la región siguen funcionando, si bien hay un elevado número de docentes que se ha ido, dijo Atalido. En su mayor parte, las escuelas continúan teniendo una matriculación activa.
La iglesia continúa ejerciendo un impacto en la comunidad con exposiciones de salud, festivales gastronómicos e iniciativas de evangelización, entre otros, dijeron los líderes de la iglesia.
“Queremos que nuestra familia de la iglesia siga confiando en Dios en este tiempo de aprensión e incertidumbre”, dijo Atalido. “Que Aquel que nos llamó no nos ha abandonado, mientras seguimos fieles a nuestro compromiso con él y con la misión”.
Región Venezolana Occidental
En la región Venezolana Occidental, que limita con Colombia, no se han informado de víctimas entre los miembros, dijeron los líderes de la iglesia.
“El fin de semana pasado nuestros miembros que asisten a las iglesias cerca de la frontera se reunieron en grupos pequeños para el culto”, dijo Orlando Ramírez, secretario ejecutivo de la Iglesia Adventista en la región Venezolana Occidental. El resto del territorio se reunió como de costumbre temprano por las mañanas para el culto sabático, añadió.
“Lo sorprendente es que, en los momentos más difíciles de los 109 años de historia como iglesia en Venezuela, esto ha producido más unidad, fervor, pasión, confianza y benevolencia”, dijo Ramírez. Ramírez dijo que ya por más de dos años han llevado a cabo decenas de proyectos de servicio comunitario que continúan incrementándose, muchos de ellos destinados a las personas sin hogar y a los niños que viven en la calle.
Muchas de las actividades de la iglesia incluyen bolsas de alimento para los necesitados, la distribución de sopa y platos de comida hasta incluso dos veces por semana, dijo Ramírez.
“Hay una iglesia en Barquisimeto que lleva a cabo una cena misionera cada miércoles antes del culto de oración, y entonces las visitas pueden quedarse si así lo desean para orar y adorar al Señor”, dijo Ramírez. Muchas de esas actividades comunitarias se llevan a cabo gracias a la generosidad de muchos venezolanos que dejaron el país y siguen enviando donaciones especiales para ayudar a las familias de la iglesia y a sus vecinos, añadió.
Ramírez también contó de un grupo de pequeños tenderos de Barquisimeto que donan los huevos que sus gallinas ponen los sábados para que sean distribuidos en las instituciones de la iglesia en la ciudad.
Las 22 instituciones educativas operadas por la iglesia, entre ellas la Universidad Adventista de Venezuela, continúan con sus cronogramas regulares de clases sin ningún problema, dijeron los líderes de la iglesia.
El pastor Julio Palacio, presidente de la Iglesia Adventista en la región Venezolana Occidentla, dijo que en Venezuela no hay crisis porque para Dios las crisis no existen y Dios está con su iglesia. La iglesia de la región Venezolana Occidental supervisa una feligresía de casi 169 mil miembros, en más de 915 iglesias y congregaciones.
“Agradecemos a nuestro Dios por su cuidado y bendiciones hacia nosotros”, dijo Palacio. “Dios ha provisto para nosotros en estos tiempos difíciles; nos ha sustentado y lo seguirá haciendo. La iglesia de Venezuela vive en paz y seguridad, confiando en la mano de Dios”.
Apoyo de la División Interamericana en Venezuela
“Me impresiona la fidelidad y la resiliencia de nuestros miembros de iglesia en Venezuela, y la manera en que ellos comparten los pocos recursos que tienen para ayudar a los demás”, dijo el pastor Henry.
Henry dijo que aunque muchos bancos han quedado vacíos por los miembros que decidieron emigrar, los feligreses que quedan se han propuesto trabajar con más ahínco para compartir el evangelio y anunciar a Cristo y su segunda venida.
Satisfacer las necesidades espirituales de la feligresía ha requerido de fondos adicionales para pagar a los ministros y empleados de la iglesia a cargo de los casi 394 mil miembros que tiene la Iglesia Adventista en Venezuela, dijo Filiberto Verduzco, tesorero de la Iglesia Adventista en Interamérica.
Cincuenta y cinco laicos activos se han registrado en un programa de capacitación teológica de seis meses en la universidad que tiene la iglesia en Nirgua para estar mejor preparados para liderar las iglesias y congregaciones que necesitan atención pastoral.
Al mismo tiempo, la División Interamericana está financiado folletos para la Escuela Sabática, añadió Verduzco.
Es innegable que los miembros de iglesia en Venezuela son muy fieles, dijo Verduzco. “En la moneda local, puede verse que los miembros de iglesia siguen siendo generosos con la misión de la iglesia”, dijo Verduzco.
Orlando Ramírez y Abdiel Uzcátegui colaboraron con este informe.
Para saber más sobre la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Venezuela, entre a
unionvenezolanaoriental.org para la Unión Venezolana Oriental
uvoc.com.ve para la Unión Venezolana Occidental
Traducción de Marcos Paseggi