Imagen cortesía de la División Sudasiática-del Pacífico

19 de marzo de 2019 | Jayapura, Indonesia | Noticias de la División Sudasiática-del Pacífico

Inundaciones repentinas y deslaves, como resultado de las lluvias torrenciales que dieron comienzo el sábado 16 de marzo de 2019, destruyeron cientos de propiedades y dejaron un saldo de 80 personas fallecidas y por lo menos 150 personas heridas en Papúa, una provincia oriental de Indonesia. Se registraron los mayores daños en el poblado nororiental de Sentani, cerca de la capital provinciana de Jayapura.

Las autoridades esperan que el número total de personas fallecidas continúe elevándose mientras se siguen llevando a cabo los esfuerzos de búsqueda y rescate descritos en este informe. Los equipos de respuesta a emergencias estaban teniendo dificultades para llegar a los residentes locales, especialmente en zonas sumergidas bajo altos niveles de agua y lodo. Las inundaciones y aludes de lodo dejaron destruidos puentes y carreteras principales, haciendo muy difícil la tarea de llegar hasta las zonas más afectadas. De acuerdo con los informes locales, más de 4,000 personas tuvieron que desplazarse al ser evacuadas a otras zonas.

También adventistas fueron afectados

La Iglesia Adventista del Séptimo Día en Papúa no quedó fuera de la devastación producida por las inundaciones y aludes de lodo.

Los dirigentes de Adventist Aviation Indonesia (AAI),una institución de servicio, propiedad de la iglesia adventista en Indonesia y operada por la misma, que provee transporte, comunicaciones y apoyo logístico a las misiones de vanguardia y, la Academia Adventista Papúa, informaron  ambos una inmensa devastación como resultado del desastre.

Aviones de Adventist Aviation Indonesia (AAI) en un hangar afectado por las inundaciones en la provincia oriental de Papúa, Indonesia, el 17 de marzo de 2019. Imagen cortesía de Adventist Aviation Indonesia

 

“Todos los que se han quedado en el plantel de la escuela, están bien, incluyendo nuestras familias. Pero esa no es la realidad para miles de personas que fueron barridas durante la inundación”, escribió en un email Darron Boyd, coordinador de evangelización de la Iglesia Adventista en Papúa.

“Uno de nuestros mecánicos de AAI se fracturó una pierna al tratar de escapar de la corriente”, dijo el coordinador Boyd. “Sufrió también severas cortaduras en su pierna”.

Pero a pesar de la desastrosa inundación, todo el personal de AAI está seguro, informó el piloto de AAI, Gary Roberts.

“El nuevo hangar se inundó, pero todavía está en pie. El avión que estaba dentro también quedó bien”, dijo el piloto Roberts. Y refiriéndose a un nuevo aeroplano adquirido recientemente por AAI, dijo: “El PK-TCA está conmigo en Yahukimo durante el fin de semana, salvándose con ello de la devastación causada por la inundación”.

El piloto Roberts añadió que dos casas de empleados de AAI quedaron completamente destruidas y que todos los artículos que se encontraban dentro del hangar han quedado seriamente dañados. Una nave aérea perteneciente a Cendrawasih Air, que se encontraba estacionada en el viejo hangar de AAI, fue barrida por las aguas hasta el camino principal cercano.

Los dirigentes de la iglesia adventista en la región del sur de Asia y el Pacífico, pidieron oraciones en favor de las familias afectadas y por la obra de la iglesia, la cual quedó significativamente afectada por este desastre.

ADRA acude en ayuda

La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en Indonesia, estuvo en la zona inundada para evaluar la situación. Los empleados de ADRA estuvieron trabajando muy de cerca con unidades de gobierno en Papúa, a fin de identificar las necesidades primarias que la agencia podía suplir en favor de las comunidades afectadas.

Las autoridades gubernamentales locales informaron que las aguas de la inundación estaban bajando, pero que los residentes no debían evacuar las zonas inundadas porque los árboles derribados y grandes rocas estaban obstruyendo los caminos y puentes.

En Doyo, una comunidad situada a 7.2 kilómetros de Sentani, grandes piedras se desprendieron de una montaña cercaba, causando daños en un complejo habitacional. Muchos árboles desarraigados y rocas se encontraban dispersos en caminos lodosos, presentando con ello un gran desafío a los equipos de respuesta a emergencias. Los cables de electricidad y comunicación se derribaron, causando con ello serios problemas de comunicación.

ADRA identificó las necesidades inmediatas de alimentos, albergues de emergencia, agua y artículos de primeros auxilios.

Indonesia es un país situado en el así llamado Cinturón de Fuego, una serie de volcanes y fallas sísmicas que se extiende por el Océano Pacifico. Indonesia, un archipiélago con 17,000 islas, es una de las naciones más propensas a desastres naturales en todo el planeta.

La versión original de esta noticia apareció en el news site. (sitio de noticias) de la División Sudasiática-del Pacífico.

Traducción – Gloria A Castrejón

 

Top news

Líderes adventistas aprueban iniciativas claves y plan estratégico para 2025-2030
Un mensaje para los últimos días
Junta de la Universidad de Montemorelos reafirma su compromiso y planes de crecimiento