30 de marzo de 2019 | Nueva Gales del Sur, Australia | Liliana Muñoz, Adventist Record
Byron Bay, o Cabo Byron, en la lejana costa norte de Nueva Gales del Sur, Australia, es el punto más al Este del territorio continental del país. Como popular sitio vacacional, es conocido por su hermosa ciudad y playas con sitios especializados para el surf y el buceo, y por sus festivales artísticos y musicales.
Uno de los sitios más famosos y más visitados es el icónico Faro del Cabo Byron, construido en 1901. Ofrece una vista panorámica de 360 grados de la zona a su alrededor, de las playas y del Océano Pacífico, además de una plataforma desde la cual se pueden avistar fácilmente las ballenas jorobadas en su migración anual entre los meses de junio y noviembre. Es asombroso que el Cabo Byron reciba cada año aproximadamente 1.7 millones de visitantes tanto nacionales como extranjeros.
Esta ciudad es también la meca de una variedad de culturas creativas y alternativas. Conocida como la región arco iris, la zona misma de Byron y sus alrededores es considerada como el asiento espiritual del movimiento hippy en Australia. Artistas de todo tipo han sido atraídos a Cabo Byron, desde músicos famosos internacionalmente, actores y escultores renombrados, hasta surfistas y novelistas.
En busca de una iglesia relevante
Este trasfondo cultural ha enfrentado a los miembros de la pequeña Iglesia Adventista del Séptimo Día de Cabo Byron, con un gran desafío: Cómo permanecer relevantes en medio de este crisol de estilos de vida alternativos locales y cómo servir de la menor manera y alcanzar con el evangelio a su comunidad y a su sustancial población flotante.
Como se ha comprobado una y otra vez, cuando los hijos de Dios oran intencionalmente para que Dios abra las puertas para su ministerio, Dios lo hace; cuando sus hijos avanzan por fe, Dios provee; y cuando sus hijos se entregan a su servicio, Dios bendice sus esfuerzos. Así que cuando los miembros de la iglesia comenzaron un ministerio proveyendo comidas vegetarianas gratuitas, juntamente con una conversación abierta que frecuentemente guía a Jesús, durante las noches de entre semana, poco se imaginaban que iban a terminar sirviendo alimentos ¡hasta a 300 personas!
Pronto se hizo evidente que su idea misionera tenía que cambiar radicalmente porque creció en forma sustancial. El edificio de la iglesia era viejo y pequeño, pero tenía una ventaja importante, y era que estaba situado en un camino principal, frente a un gran supermercado y otros comercios y había una parada de autobuses inmediatamente junto a él. Así que los miembros de la iglesia pusieron en manos de Dios lo que tenían y fue así como nació el Manna Haven Café.
Manna Haven Café
Este café sin fines de lucro es una extensión del edificio de la iglesia adventista local; extensión que fue construida para ese propósito y que se funde en forma natural con tal edificio. La totalidad del proyecto pudo llegar a ser una realidad a través de generosas donaciones de miembros de iglesia, tanto en términos de labor, como de apoyo monetario y Dios está bendiciendo su visión y dedicación.
“A fin de mantenerse al día con las necesidades y tendencias de los clientes, el Manna Haven Café ofrece ahora un menú totalmente vegano y todos los componentes del menú están en exhibición con una buena selección de platillos calientes, ensaladas frescas y deliciosos postres”, dijo el chef y gerente Bryce Wegener. “Esto ha hecho el proceso de seleccionar y ordenar los platillos mucho más fácil y rápido que con un menú a la carta, permitiéndonos más tiempo para poder conectarnos en relación de uno a uno con las personas”.
Una iglesia abierta y acogedora
Las puertas de la iglesia usualmente permanecen abiertas e invitadoras. El pastor de la iglesia, Keith Jackson, y otros miembros, están presentes con frecuencia para conversar con los clientes. Algunos clientes llegan con muchas preguntas, desde las relativas a salud hasta otras acerca de Jesús y muchas más entre ambos temas. Algunas de esas conversaciones han durado por horas.
Una mujer que estaba visitando el café en su último día en Cabo Byron, estuvo conversando con miembros de la iglesia voluntarios y terminó recibiendo un estudio bíblico de tres horas de duración. Se despidió para tomar su autobús, con abrazos y con una copia de varios libros, incluyendo El Deseado de todas las gentes y El conflicto de los siglos. Otro joven contó cómo se había armado de valor para entrar en el café, siendo que ya no estaba asistiendo a la iglesia adventista. Después de una larga conversación con el personal del café, se alejó sintiéndose feliz y diciendo que deseaba regresar a la iglesia.
Los materiales impresos adventistas son abundantes, son visibles y están disponibles para tomarlos gratuitamente del café y de Furphy Hut, que se encuentra al lado de la acera y que alberga un original carro o depósito de agua de hierro galvanizado Furphy 1871, que provee gratuitamente agua filtrada y fría a toda persona. Manna Haven Café está cerrado los sábados, pero en algunas ocasiones, entre el tiempo de la Escuela Sabática y el servicio de adoración el sábado de mañana, los miembros se colocan en la acera y les ofrecen agua gratuitamente a los transeúntes y personas que están esperando en la parada de autobuses.
Una iglesia bendecida
Como resultado de lo anterior, la iglesia ha sido ricamente bendecida con más de diez clientes del café que visitan la iglesia el sábado. Cuenta con dos asistentes regulares que están teniendo estudios bíblicos. Han sido distribuidas docenas de materiales impresos, incluyendo El Deseado de todas las gentes y El conflicto de los siglos y siguen fluyendo las historias sobre cómo está obrando el Espíritu Santo.
Una mujer está teniendo estudios bíblicos dos veces a la semana y después de ello le llama a su padre en Europa para darle a conocer lo que está aprendiendo. Otro hombre tuvo largas discusiones con voluntarios en el Furphy Hut y está ahora asistiendo a la iglesia cada sábado. Otra pareja aprendió por primera vez acerca de las ocho leyes de la salud en un folleto ilustrado que tomó del café. Ellos entonces tomaron y leyeron un ejemplar de El conflicto de los siglos y, a través de otros contactos, se han convencido de observar el séptimo día sábado. Han expresado también su interés de asistir a la iglesia. Cuando la hija de la pareja los visitó desde Canadá, ellos la llevaron al Manna Haven Café y ella solicitó un ejemplar del Conflicto de los siglos para llevarlo de regreso a casa.
Una joven madre ha regresado a su hogar en Brasil después de visitar el café muchas veces. La joven asistió a la iglesia en una ocasión y estaba feliz de poder llevar a Brasil ejemplares de El Deseado de todas las gentes, de El conflicto de los siglos, una serie de completa de estudios bíblicos y otros materiales más. Dos jóvenes turistas procedentes de Corea del Sur asistieron a la iglesia varias veces y llevaron consigo dos juegos de estudios bíblicos. Otra mujer elogió a la iglesia adventista por vivir lo que predica respecto al mensaje de salud y por lo que comparte con la comunidad. Dijo que era maravilloso y creía que era muy raro ver a una iglesia que se mantenía tan activa como esta en la comunidad.
El Manna Haven Café ganó el Certificado de Excelencia TripAdvisor 2014 y 2015 y está actualmente clasificado como el número 1 entre 130 restaurantes en Cabo Byron, en el sitio electrónico de TripAdvisor. Esta bendición y las muchas historias personales de corazones tocados y transformados por el Espíritu Santo dan testimonio y son testigos de lo que Dios puede hacer cuando la visión, dedicación y duro esfuerzo, movidos primordialmente por el deseo de llevar a otros a Jesús, son puestos en sus manos. La Iglesia Adventista del Séptimo Día de Cabo Byron se ha convertido en el “otro faro de luz” en la ciudad.
La versión original de esta historia se publicó en el news site (sitio de noticias) de Adventist Record.
Traducción – Gloria A Castrejón