13 de junio de 2019 | Cútuta, Colombia | Daniela Arrieta/Noticias de la DIA
“Si el cáncer no me venció, menos me vencerá el hambre”, dijo Norbis Sánchez antes de salir de su Venezuela nativa para Colombia para escapar de las luchas económicas, sociales y políticas que están asolando su país de origen.
Sánchez, que es adventista del séptimo día, ahora reside en Cúcuta, Colombia, una ciudad que comparte la frontera con Venezuela, una frontera que ella y su familia cruzaron sin dinero ni pasaportes.
“Mi pasaporte es el Señor”, dijo frente a más de 550 venezolanos que se reunieron el 19 de mayo de 2019 en el Centro Recreativo Adventista Juan Frío en Valle del Rosario, en Norte de Santander. Allí se organizó un programa especial para los adventistas de Venezuela que viven en Cúcuta.
La actividad buscó reunir a los miembros de iglesia de Colombia, continuar con su participación en proyectos comunitarios e informarse de lo que están atravesando los venezolanos.
“Estamos muy felices de desarrollar este programa para los adventistas de Venezuela”, dijo Edilberto Ortíz, presidente de la Iglesia Adventista en la Asociación Noreste de Colombia. “Inicialmente, comenzamos a trabajar con todos los migrantes venezolanos sin pensar en su cultura o religión, y decidimos dedicarnos a buscarlos y dar la bienvenida [a los adventistas]”.
Desde el comienzo de la crisis en la frontera hace varios años, ADRA Colombia y la Asociación Noreste de Colombia han estado organizando proyectos para beneficiar a miles de migrantes venezolanos con canastas de alimentos, colchones, artículos de tocador, mantas, zapatos y servicios básicos de salud, explicó Ortíz.
Los cientos de migrantes recibieron una cena, música y se les ofreció momentos para compartir sus experiencias.
“Le pedí fielmente a Dios su ayuda y él así lo hizo, por lo que voy a permanecer en esta iglesia y ser bautizada”, dijo la migrante Dora Luz.
Durante el programa, se distribuyeron entre el grupo 190 canastos de comida, gracias a donaciones de ADRA Colombia, ADRA Puerto Rico y la organización no gubernamental CPL International.
Según las cifras, hay más de trescientas familias adventistas venezolanas en Cúcuta.
“Hemos recibido una gran ayuda de ADRA Puerto Rico, lo que fue representado por el pastor José Alberto Rodríguez, que distribuyó recursos para ayudar a los migrantes que ahora están viviendo en Cúcuta”, dijo Ortíz.
Yovanny Ruíz, que llegó a Cúcuta en busca de un mejor futuro, agradeció a Dios, a los voluntarios y a todos los que efectuaron donaciones para ayudarlo tanto a él como a sus compatriotas.
“Nos sentimos tan agradecidos por esta maravillosa muestra de amor”, dijo Ruíz. “Jesús está en todo el mundo, y está usándolos como instrumntos. Mi familia y todos nosotros que estamos en mi casa nos sentimos tan agradecidos por todo lo que la iglesia ha hecho por nosotros”.
Los líderes de la iglesia en la sede ADRA en Cúcuta planean trabajar en un proyecto en el que los niños de la iglesia de Cúcuta recaudarán fondos, prendas de vestir y juguetes para niños migrantes de Venezuela.
Para saber más sobre proyectos e iniciativas de la Iglesia Adventista en el norte de Colombia, visite unioncolombiana.org.co
Traducción de Marcos Paseggi