2 de junio de 2019 | Loma Linda, California, Estados Unidos | Janelle Ringer, Loma Linda University Health y Adventist Review
Brian Distelberg afirma que el estrés ejerce un mayor impacto sobre la salud física y mental de lo que la mayoría de las personas puede imaginarse.
Brian Distelberg, quien presta sus servicios como director de investigación del Centro de Medicina Conductual de la institución Loma Linda University Health, está esforzándose por descubrir cuál es el impacto ejercido por el estrés y por encontrar soluciones de apoyo para los pacientes.
Brian Distelberg dirige el programa MEND, una iniciativa que apoya a los pacientes y sus familias en su esfuerzo por mantener o recuperar su salud y equilibrio emocional durante enfermedades o tratamientos médicos significativos. La inscripción en dicho programa ha aumentado en un 300 por ciento desde que se inició a principios de 2018.
Durante la celebración de -Mayo, Mes de la Salud Mental-, que ha sido celebrada cada año desde 1949 en los Estados Unidos y, más recientemente en otros países, el director Distelberg sostuvo una entrevista en la que se discutieron las inesperadas conexiones entre el estrés y la salud física y mental, además de cuál podría ser la solución.
Janelle Ringer: Vamos a comenzar la entrevista con lo que pareciera ser una pregunta fundamental. ¿Qué es el estrés?
Brian Distelberg: Esa es una pregunta difícil porque, en términos de definición académica, no hay realmente una definición para estrés. Estrés es el término que usamos en nuestro lenguaje y mundo cotidiano, pero puede significar diferentes cosas para diferentes personas.
Una persona puede experimentar el estrés porque alguien a su lado hace un ruido muy fuerte, provocando una respuesta de estrés que lo hizo sorprenderse y sobresaltarse. Es una reacción natural y probablemente una que la mayor parte de la gente no tomaría mucho en cuenta cuando se habla de estrés.
Hay también estrés que ocurre en el nivel sicológico, el cual recibe el nombre de estrés cognitivo. Este estrés puede tener como causa dificultades económicas, relaciones problemáticas, trabajo o simplemente el hecho de ser seres humanos.
En lo que generalmente la gente se interesa más es en la idea de angustia o aflicción, cuando nuestro cuerpo y nuestra mente se encuentran bajo un constante estado de estrés. Este tipo de estrés ocurre en el nivel biológico y crea una reacción bioquímica en el cuerpo que involucra no solamente nuestro cerebro, sino también varios diferentes procesos corporales.
JR: ¿Produce el estrés sostenido a largo plazo un impacto diferente al de una situación de estrés más aguda, pero a corto plazo?
BD: Sin lugar a duda. La duración y la severidad del estrés marcan una enorme diferencia en cuanto a la forma en que puede reaccionar el cuerpo. El estrés prolongado o intensificado puede tener un efecto más duradero en el cuerpo que un episodio serio de estrés, pero de corta duración. Si la situación de estrés de prolonga por un largo periodo de tiempo, va también a incrementar las probabilidades de que se desarrolle o se empeore una condición física de salud o una condición de salud mental.
JR: ¿Qué sistemas corporales se pueden ver afectados por el estrés?
BD: Un campo popular dentro de la ciencia está enfocando su atención ahora mismo en identificar la forma como el estrés ejerce un impacto sobre el cuerpo en general. El sobresalto permanente ha mostrado tener un efecto notable en el cuerpo, ya sea que se eleve el ritmo cardiaco, que se apresure el ritmo de la respiración o surja otra reacción “de momento” a la situación. Si ese sobresalto continúa por un largo período, puede realmente cobrar un precio.
En el nivel biológico, estamos comenzando a ver que ciertas enfermedades son enfermedades “basadas en el estrés” o están “ligadas al estrés”. Estas enfermedades pueden ser tales como asma, diabetes y ciertos trastornos dolorosos.
JR: ¿Son algunos grupos de personas más susceptibles al impacto del estrés que otros?
BD: Hay todo un campo científico llamado investigación sobre disparidades de salud, que observa los resultados en relación con la salud basados en raza, etnicidad o posición socioeconómica. No podemos decir que las personas pertenecientes a esos grupos sean más susceptibles al estrés, pero estamos viendo que las respuestas tienden a ser desproporcionadas bajo mayor estrés.
Estos grupos manifiestan más resultados negativos de salud porque viven en comunidades en donde los factores ambientales de impacto son más elevados en su caso. Hay muchas razones por las cuales las personas de más bajos ingresos están teniendo más consecuencias negativas de salud, siendo el estrés una de ellas.
La edad puede también llegar a ser un factor. Los recientes estudios muestran que el estrés está ejerciendo un impacto sobre el funcionamiento cognitivo. Cuando el estrés es elevado, puede hacer disminuir la habilidad cognitiva de la persona. Esta investigación involucra adolescentes y sugiere que su grupo de edad es más susceptible a los efectos de la inquietud y la angustia.
En las personas de mayor edad nos fijamos en la relación entre el estrés y la demencia; y pareciera ser que hay alguna relación entre los altos niveles de estrés y una más rápida progresión de demencia a largo plazo.
JR: ¿Cómo pueden personas tales como enfermeras, estudiantes y otras, evitar el estrés o aprender a manejarlo?
BD: No podemos evitar en forma total el estrés. Sin embargo, la persona puede combatir el estrés fortaleciendo su resiliencia. Cada persona puede tolerar un diferente nivel de estrés; pero, si no sabe en qué nivel se encuentra, su mejor opción es enfocar su atención en crear o fortalecer su resiliencia.
Consumir una dieta saludable, obtener suficiente sueño y ejercicio, asegurándonos de permanecer activos por lo menos treinta minutos cada día, todo ello es esencial para fortalecer el nivel de resiliencia contra el estrés.
Vemos también que el tener relación con otras personas y contar con apoyo e interacción social es esencial al tratar de moderar los efectos del estrés en el organismo.
Esta entrevista se publicó originalmente en el news site (sitio de noticias) de Loma Linda University Health.
Traducción – Gloria A Castrejón