Gary E. Fraser, quien hasta hace poco fue el investigador principal del Estudio de Salud Adventista-2 (AHS-2) aseguró a los más de 800 profesionales de salud de 90 países que asisten a la Tercer Conferencia Global sobre Salud y Estilo de Vida que los adventistas aún viven más tiempo.
“Los adventistas siguen teniendo una ventaja de longevidad”, dijo Fraser durante su presentación plenaria el 10 de julio de 2019. Es algo que concuerda con resultados anteriores de estudios en California que muestran que los hombres adventistas viven 7,3 años más que el promedio de la población, y 4,4 años en el caso de las mujeres. Para los adventistas vegetarianos, esas diferencias aumentan a 9,5 y 6,1 años.
Las estadísticas de Fraser se basan en los resultados de AHS-2, el mayor estudio de veganos y vegetarianos del mundo.
Los objetivos de su presentación, entre otros, dijo, fueron actualizar a los asistentes sobre los hallazgos de AHS-2 durante los últimos años y “evaluar las evidencias entre los adventistas de que la nutrición basada en plantas y las dietas omnívoras tienen diferentes consecuencias de salud”. Y las evidencias de que una dieta basada en plantas ayuda a prolongar la vida, dijo, son significativas.
Los adventistas vegetarianos como grupo (veganos, ovolactovegetarianos y otros), cuando son comparados con los adventistas que consumen carnes rojas o pollo al menos una vez a la semana, muestras ventajas sustanciales a la salud, dijo Fraser. Tienen menos riesgos de sufrir diabetes y menos presión sanguínea y niveles de colesterol en sangre.
La mortalidad total por enfermedad total es de un doce por ciento menor para todos los grupos etarios. Los cánceres totales, los cánceres de colon y recto, y las afecciones cardiovasculares también son menos frecuentes.
“También necesitamos tener en cuenta que en promedio, los adventistas no vegetarianos comen poca carne”, dijo Fraser. “Cuánto más impresionante podría ser si comparáramos con un grupo adventistas que coma carne regularmente”.
Según Fraser, “en comparación con otros estadounidenses, los adventistas experimentan reducciones en el riesgo de sufrir cáncer en un total del 30 por ciento”, e información más antiguas indican una reducción del 50 por ciento de reducción en las afecciones cardiovasculares.
“En todal”, dijo Fraser, “en comparación con los no adventistas, tenemos en promedio un riesgo mucho menor de sufrir muchas enfermedades crónicas, menos cáncer y menos afecciones cardiacas, y viven más que muchos estadounidenses”.
Y añadió: “En ningún caso hallamos una clara diferencia en estas comparaciones según la raza”.
Cuanto más joven, mejor
Cuanto más joven son las personas que incorporan los principios de vida sana a su estilo de vida, más beneficios finalmente cosecharán, dijo Fraser, especialista en medicina interna, afecciones cardiovasculares y epidemiología nutricional.
“Tanto los jóvenes como las personas de edad media que ingieren proteínas de la carne roja tienen casi el doble de riesgo de sufrir mortalidad por afecciones cardiovasculares en comparación con los que no lo hacen, pero en las personas mayores, no se vio mucha diferencia [en el estudio AHS-2]”, dijo. El “mayor impacto de la proteína de las nueces para reducir los riesgos”, también se hace más evidente en las personas más jóvenes y edad mediana.
En otras palabras, concluyó, cuanto más joven es la persona cuando hace esos cambios alimentarios, mejor para reducir el riesgo de afecciones cardiovasculares.
El calcio y los lácteos
Fraser describió los resultados del estudio que incluyen los productos de calcio y los lácteos como “interesantes”. Destacó que las personas que consumen más calcio tienen un riesgo mucho menor de cáncer colorrectal. Los que consumen más leche también mostraron un riesgo menor de sufrir de cáncer colorrectal.
Lo opuesto, sin embargo, se aplica al cáncer de próstata. Los resultados preliminares indican que los que consumieron más productos lácteos mostraron un mayor riesgo de sufrir cáncer de próstata.
Una vez más, los resultados preliminares también indican que los consumidores de productos lácteos, en particular de leche, mostraron un incremento significativo de sufrir cáncer de seno que los que no consumían lácteos o que consumían muy poco.
Somos lo que comemos
Algunos alimentos están relacionados específicamente con ventajas para la salud, destacó Fraser.
“Creemos que el consumo frecuente de pequeñas cantidades de nueces está probablemente causalmente relacionado con afecciones cardiacas menos sustanciales”, dijo Fraser. “Y el consumo de carnes rojas está probablemente causalmente relacionado con un mayor riesgo de sufrir cáncer colorrectal, afecciones cardiovasculares y probablemente diabetes”.
Comer solo una salchicha por día, dijo, “incrementa el riesgo de sufrir cáncer colorrectal hasta un grado aún mucho mayor en los datos adventistas que el 18 por ciento de incremento que informan algunos otros estudios”.
La ventaja espiritual
Fraser dijo que “está convencido de que nuestras creencias religiosas y los valores que inculcan también juegan un papel significativo en nuestra salud, tanto en forma directa como por medio de nuestras elecciones respecto del estilo de vida”.
Los estudios de AHS-2 indican, dijo Fraser, que la espiritualidad positiva reduce la depresión y probablemente incrementa la resiliencia contra la adversidad. Los adventistas comprometidos e involucrados de manera activa también muestran un mayor interés en la salud personal y llegan a tener una mejor educación respecto del estilo de vida.
“Las evidencias indican que adorar al Dios como creador amante y servir a otras personas es beneficioso para la salud mental, y también está relacionado indirectamente con la salud física”, dijo Fraser.
Aquí puede saber más sobre Estudio de Salud Adventista 2.
Traducción de Marcos Paseggi