En la Tercera Conferencia Global sobre Salud y Estilo de Vida en Loma Linda, California, United States, llevada a cabo del 9 al 13 de julio de 2019, el presentador plenario Daniel Giang dijo que muchos adventistas suelen decirse que “está bien no dormir”.
“Tendemos a asociar las horas de dormir con falta de energía, o a que no estamos totalmente involucrados con la obra que Dios quiere que hagamos”, dijo.
Al hablar ante los aproximadamente ochocientos profesionales de salud y defensores de ministerios de salud de 90 países que asistieron al evento, Giang dijo que no es raro que los adventistas se pregunten: “¿Por qué estamos desperdiciando una tercera parte de la vida durmiendo? Si soy buen gerente o administrador, debería estar despierto de noche, luchando con los desafíos que tengo que resolver”.
“Pero dormir no es el problema”, dijo. “Dormir es un don de Dios”.
Giang, vicerrector de Educación Médica de Posgrado de Salud de la Universidad de Loma Linda, explicó que el sueño natural es fundamental para la salud física, psicológica, social y espiritual, no importa qué edad tenga la persona.
“La deprivación de sueño puede tener resultados perjudiciales a largo plazo”, dijo. “Los síntomas incluyen un aprendizaje pobre, la desatención y las malas elecciones. Es más probable que usted envíe un correo electrónico que jamás tendría que haber enviado, o tome decisiones imprudentes”.
Deprivación del sueño
La deprivación del sueño también puede resultar en agotamiento, empeorar la depresión y la ansiedad, menos resiliencia y una falta de sentido de bienestar, dijo Giang.
“Más y más estudios parecen indicar que las personas que no duermen bien tienen una mayor incidencia de sufrir de Alzheimer y demencia en años posteriores”, dijo. “Y también está el problema de la apnea obstructiva del sueño”.
La apnea del sueño se produce cuando la respiración se interrumpe en forma repetida durante el sueño, y la persona muchas veces se despierta, sin aire. Suele estar acompañada de ronquidos fuertes y una somnolencia excesiva durante el día.
“He escuchado que las personas dicen: ‘Nadie se ha muerto jamás por roncar’, pero sé que al menos dos casos destacados en los que así fue”, dijo Giang. Citó las muertes del juez Antonin Scalia de la Corte Suprema de los Estados Unidos, y de la actriz Carrie Fisher. “Se cree que la apnea del sueño jugó un papel en ambas muertes”, dijo.
Ciclos naturales del sueño
Giang explicó que “estar en la inconsciencia” no significa que el cerebro se beneficie del sueño restaurador. Advirtió enfáticamente contra el uso de cualquier tipo de ayudas para dormir, porque el resultado no es un sueño natural. Cuando dormimos naturalmente, dijo, nuestro cerebro pasan por una serie de estados, lo que incluye soñar durante el sueño, lo que constituye el sueño de movimientos oculares rápidos (MOR). Cada uno de esos ciclos se completa en 90 minutos. A menos que el cerebro pase por esos ciclos en esos estados, dijo Giang, no nos sentiremos descansados al despertar.
La mayoría de los adultos, dijo, reciben la mejor calidad de sueño en las primeras horas de la noche. Los adolescents y jóvenes suelen tener un mejor desempeño si se van a acostar y se despiertan más tarde.
“Cuando se planifica una clase a las 7.00, a qué ciclo de sueño se adapta mejor?”, preguntó. “Al del profesor, no al de los estudiantes”, expresó.
Rutinas a la hora de dormir
Para contribuir a un buen sueño, haga que su dormitorio sea un lugar agradable, destacó Giang. Debería estar bien ventilado, tranquilo y oscuro. El dormitorio y la temperature de la habitación debería ser agradable. “Planifique sus preocupaciones” para otro momento, dijo. Establezca asimismo siempre la misma hora para ir a la cama y levantarse a la mañana”.
“La rutina para ir a la cama debería ser pensar en dos o tres cosas por las que estamos agradecidos y darle a Dios las gracias por ello”, expresó. “Contemplemos cuán maravilloso es Dios, y podremos dormir mejor, sentir mejor y ser líderes más efectivos en la viña del Señor”.
Traducción de Marcos Paseggi