Convención regional de ASi se enfoca en cómo servir mejor para apoyar la misión de Dios.
22 de agosto de 2019 | Nassau, Bahamas | Marcos Paseggi, para la División Interamericana
Hablar y vivir la misión de la iglesia jamás está muy lejos de un encuentro adventista. Esta no fue por cierto la excepción para los más de trescientos laicos adventistas, líderes de la iglesia y funcionarios de gobierno que estuvieron presentes en la sesión de apertura de la Convención de la Asociación de Servicios e Industrias de Laicos Adventistas (ASi-DIA) en Nassau, Bahamas, el 21 de agosto. El evento anual, que tuvo lugar este año en el Centro de Convenciones Atlantis bajo el lema “Revivamos el espíritu de servicio”, congregó a profesionales, empresarios y otros miembros adventistas para adorar, establecer conexiones, recibir capacitación e inspiración para compartir mejor a Cristo en su lugar de trabajo.
Este encuentro no es producto de la casualidad, dijo el pastor James F. Daniel, uno de los vicepresidentes de la División Interamericana y secretario de ASi en la División Interamericana. “Ustedes han viajado de cerca y de lejos para estar aquí, con un objetivo pleno de propósito”, les dijo a los asistentes. “En los próximos días, escucharemos plenarios y presentaciones en talleres, pero también pasaremos un tiempo valiosos conversando en interacciones individuales, para asegurarnos de que todos no solo sean escuchados sino también valorados. Porque sin ustedes, ASi no existiría”, enfatizó Daniel.
El secretario ejecutivo de la División Interamericana, el pastor Leonard Johnson, se mostró de acuerdo. “La División Interamericana está dedicada a la misión, pero para lograrlo, necesitamos a las personas”, dijo al dar la bienvenida a cada uno de los asistentes. “Los valoramos a cada uno de ustedes como profesionales de los negocios y, cuando nos reunimos, reconocemos que los necesitamos para que nos ayuden a alcanzar al mundo secular”, expresó. “Ojalá que este evento nos ayude a revivir nuestro espíritu de servicio”.
Por su parte Marston Thomas, presidente de ASi en la División Interamericana, recordó a los asistentes que esta convención de laicos adventistas no es un fin en sí misma. Estos intercambios tienen un propósito más abarcador, expresó. “Este es un lugar donde nos reunimos a compartir ideas que, con la ayuda del Espíritu Santo, mejorarán la misión de Dios”, enfatizó Thomas. “Todo tiene que ver con la misión”.
Como parte de sus palabras de bienvenida, Ian Greene, presidente de ASi Bahamas, compartió que justo antes del evento, voluntarios con interés en la misión apoyaron la iniciativa de ASi en la comunidad de Nassau, y que hace poco, las actividades misioneras de ASi en Guyana produjeron al menos 85 bautismos. “Cuando unimos las manos para trabajar juntos, podemos lograr grandes cosas”, dijo Greene.
Presencia del gobierno
En nombre del gobierno de Bahamas, el honorable K. Peter Turnquest, viceprimer ministro y ministro de finanzas de Finanzas, asistió a la ceremonia de apertura y se dirigió a la audiencia. Turnquest transmitió los saludos del doctor Hubert Minnis, primer ministro de Bahamas, pero dijo que personalmente, le daba “un tremendo placer” estar allí presente. “Mi relación con la Iglesia Adventista del Séptimo Día se extiende muchos años; siempre he apreciado el apoyo, las oraciones y el aliento que he recibido”, dijo.
Turnquest añadió que es algo que le gustaría que continuara, y al mismo tiempo solicitó que los miembros de la Iglesia Adventista lo sigan teniendo presente en sus pensamientos y oraciones. “Oren por favor por nosotros, y oren por nuestro gobierno”, dijo Turnquest. “Y espero que [esta convención] pueda ser una experiencia que los renueve personal, profesional y espiritualmente”.
Un lugar para cada obrero
El orador destacado de la noche fue el pastor Elie Henry, el presidente de la División Interamericana. El pastor Henry dijo que en los miembros de ASi Interamérica podía ver que están agradecidos por lo que el Señor ha hecho en sus vidas. “Ustedes han llegado desde diferentes filiales de ASi en la División Interamericana, y han llegado hasta aquí, creo yo, con una gran gratitud en sus corazones. Dios ha sido muy bueno conmigo, y con ustedes también. Si pueden estar aquí, esto se debe tan solo a que están disfrutando de muchas cosas que el Señor les ha dado”, dijo el pastor Henry.
El desafío ahora es, dijo el pastor Henry, en saber cómo responder a todo lo que el Señor ha hecho en nuestro favor. Citó entonces Salmos 116:12 para preguntar: “¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios para conmigo?”. Y explicó: “Donde hablamos de revivir el espíritu de servicio, tenemos que comenzar con Dios. Cuando vemos cuán bueno es el Señor con nosotros, tenemos que tomar la decisión de testificar en todas partes, de practicar la misión como una respuesta a todo lo que el Señor ha hecho por nosotros”, dijo Henry.
Al citar una vez el Salmo 116, Henry invitó a los miembros de ASi a que “tomen la copa de salvación”, “invoquen el nombre del Señor”, y “paguen sus votos al Señor […] delante de todo su pueblo” (vers. 13, 14). Y recordó: “Todo lo que tenemos proviene de Dios, y Dios no necesita nada, pero quiere ser nuestro socio en los negocios, el que nos va a guiar en ellos”.
El pastor Henry explicó que lo que Dios ha hecho debería ser nuestra motivación para servir. Cada uno de nosotros tiene que decirse a sí mismo: “Voy a ser compasivo; voy a ser como Jesús, para que no importa dónde me encuentre, todos puedan ver que estoy sirviendo a Dios”.
Esto transforma toda la vida, explicó el pastor Henry, dado que estamos viviendo en una época en que los cristianos tienen que ser valientes y compartir verdaderamente lo que son. “Los adventistas tienen que compartir que son creyentes, y sólidos creyentes en que Jesús vendrá pronto”, dijo Henry. “El Señor está interesado en lo que estoy haciendo ahora, en cómo estoy prosperando en el presente, en cómo puedo ser el mejor ciudadano, la mejor persona que sea posible, de manera que pueda servir a otras personas hacia como lo hizo Cristo”.
La Convención de ASi División Interamericana continuará hasta el 24 de agosto.
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Traducción de Marcos Paseggi